Afficher l’image

1Tomando el nombre del proyecto artístico del que surge en el año 2007, esta publicación se plantea como el catálogo de la exposición realizada recientemente en Madrid, aunando las visiones curatoriales que desde 2011 se han llevado a cabo en lugares como Houston, México D.F., Buenos Aires, Bogotá, Salvador de Bahía o Australia.

2La serie Sudarios está compuesta por veinte retratos de mujeres del Departamento de Antioquia (Colombia), que fueron obligadas a presenciar y llorar cómo torturaban y asesinaban a sus seres más queridos. Las fotografías fueron realizadas mientras ellas daban testimonio de tan dolorosa memoria, bajo el agónico recuerdo del trauma. Cada uno de estos rostros de mater dolorosa, de Pietá, encarna el propio relato sin palabras –precisamente, por inenarrable- de su martirio. Erika Diettes toma cada fotografía en el “instante decisivo” en que se produce el clímax del sentimiento y la catarsis a través de la narración. A caballo entre la antropología visual y el arte contemporáneo, la artista canaliza el sufrimiento de estas mujeres y eleva su duelo a una dimensión espiritual.

3Con un formato exquisito, el catálogo Sudarios puede explorarse tanto por delante como por detrás. Por delante, la portada es una sola imagen, rotunda, de una de estas madres sufrientes. Sobre ella, grabados en una impecable tipografía dorada, el nombre del proyecto y de la artista. Al abrirlo, nos encontramos con reproducciones de los retratos de la serie, delicadamente impresos en un finísimo papel cuya levedad remite a los sudarios de seda. En el centro, una imagen-bisagra, un retrato de una mujer doliente con los ojos abiertos, funciona como contraportada de la otra parte. Al dar la vuelta a esta breve pero sofisticada publicación con estructura de biombo, volvemos a comenzar : Otra portada de mujer sufriente, e intercalados entre imágenes de diferentes instalaciones de Sudarios, encontramos los textos de Ileana Diéguez, Virginia de la Cruz Lichet, y Charles Guice : Tres nombres vinculados a tres lugares geográficos y culturales diferentes (México, España y Estados Unidos, respectivamente).

4En “Sudarios, pergamino de pérdidas”, Ileana Diéguez habla de la relación fantasmática entre el cuerpo y el texto a través de la dimensión casi espectral del objeto que alegóricamente supone el sudario. “Shrouds”, de Charles Guice, apunta hacia una reflexión colectiva sobre los horrores de la guerra, analizando cómo la obra encarna, en su escala, la humanidad y la trascendencia del sentimiento, de la carga que estamos invitados a compartir.

5De entre los textos curatoriales resulta especialmente destacable el de la investigadora y profesora doctora Virginia de la Cruz Lichet, ya que es su comisariado el que trae por primera vez a España la obra de Erika Diettes. Sudarios se instala en la Iglesia de San José, en pleno corazón de Madrid, del 24 de febrero al 3 de marzo de 2015, coincidiendo con la feria de arte contemporáneo ARCO, en la que este año ha sido Colombia país invitado.

6Virginia de la Cruz Lichet, experta en relaciones entre fotografía, memoria, muerte y duelo, realiza un análisis profundo y poético de la obra. Apunta que es a través del relato que la memoria traumática se redime y se libera, autorizándose, finalmente, el duelo. Como indica la autora y comisaria, el ritual de duelo y salvación privado de las madres dolientes se hace público y universal al extrapolarse a otros contextos, abriéndose a otras realidades con las que nosotros mismos podamos establecer –íntimamente- otras asociaciones, haciéndolas nuestras. Y es ésta una cualidad que Sudarios comparte con otras grandes obras de la Historia del Arte : la capacidad de contención, la habilidad para encarnar, transformar y devolver, reelaborándolas, nuestras propias historias y sentimientos. Así, a través de la instalación podemos transitar el umbral tras el que la salvación se hace posible.

7Gracias a este catálogo podemos descubrir el valor y alcance del proyecto Sudarios, pero también de sugerentes aproximaciones personales por parte de cada autor a esta obra. Los textos introductorios constituyen un complemento ideal al discurso visual al explorar la relación entre fotografía y la memoria (traumática) y el desarrollo de la propia obra durante el proceso de producción, exhibición y recepción en diferentes contextos.

8La verdadera penitencia de las mujeres de Sudarios sería permanecer vivas para contar una historia que nadie va a escuchar. Pero el proyecto demuestra que hay una historia compartida donde queda mucho que contar, a la espera de nuevos resultados provenientes del proyecto artístico y de nuevos modos de exposición. Mientras tanto, esta valiosa publicación pasará a ocupar un lugar fundamental para conocer la obra de Erika Diettes.