La innegable relevancia histórico-literaria de Jorge de Montemayor (c. 1525-1561) adquiere matices novedosos cuando su figura se observa desde una perspectiva concreta: la utilización de la imprenta como medio para forjar una identidad autorial y para desarrollar una carrera literaria arropada en redes de sociabilidad y mecenazgo. Si nos centramos en su cancionero poético, no hay más que recordar al respecto las seis impresiones del mismo entre 1553 y 1558 –tres de ellas salidas sin duda por iniciativa expresa del propio autor–, serie que lo convierte en el poeta del XVI más editado en vida. Ahora bien, ese panorama queda incompleto si no le sumamos las publicaciones en pliegos sueltos, cauce que también frecuentó y sobre el que cimentó, como ahora veremos, sus inicios poéticos, al tiempo que iba progresando en su desempeño como criado cortesano.
La consulta del imprescindible Diccionario de Rodríguez Moñino, en la versión actualizada de Askins e Infantes, nos dice que conocemos actu...
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