El ocaso de un siglo: representaciones de Emilia Pardo Bazán en el diario El Pueblo (1899)
Résumés
Le voyage d'Emilia Pardo Bazán à Valence à la fin de l'année 1899a été largement couvert par la presse espagnole. L'écrivain est un objet de fascination pour la presse régionale. On se souvient qu'elle avait donné une conférence à Paris sur les effets pernicieux de certaines légendes sur l'esprit national et sur les mécanismes possibles de revitalisation. Ses propos suscitent une intense polémique, une bataille entre les principaux journaux et magazines espagnols. Quelques mois plus tard, son discours lors de l'inauguration de l'Athénée de Valence soulignait l'importance de l'éducation comme moyen de modernisation et de progrès. Cet article s'intéresse aux représentations de ces événements dans le journal républicain El Pueblo. Il aborde le recueil de produits culturels, visuels et textuels sur la figure publique d'une femme de lettres. Sa remarquable capacité d'action et sa volonté de patriotisme ont légitimé ses réflexions sur la crise de la fin du siècle.
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Emilia Pardo Bazán, Vicente Blasco Ibáñez, El Pueblo, nationalismes, sociabilités, histoire culturellePalabras claves:
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A Emilia Berenguer
Texte intégral
- 1 Eva Acosta, Emilia Pardo Bazán: la biografía, Barcelona, Lumen, 2007; Isabel Burdiel, Emilia Pardo (...)
1En la primavera de 1899, un clima de controversia sacude las principales cabeceras de diarios y revistas ilustradas españolas. La condesa de Pardo Bazán había pronunciado una impetuosa conferencia en un salón de París, que soliviantó los ánimos de amplios sectores sociales. Quedaba en entredicho cierto acervo legendario de la nación española y sus animosas inspiraciones de patriotismo a la sociedad contemporánea. El evento constituyó un hito en las actividades de transferencia de la escritora, que ha sido glosado por las principales biografías1. Por otro lado, los viajes a Valencia en el otoño e invierno de ese mismo año motivaron un reavive de la polémica, en aras de proyectar fórmulas de regeneración nacional.
2Este texto se ocupa de las representaciones que el diario republicano El Pueblo proyectó, a propósito de la autora de La Tribuna (1882), entre esa primavera y los primeros días de 1900, que pueden ponerse en relación con otras, difundidas en aquella última década del siglo XIX. Se pretende abordar una aproximación a la condición de escritora, sus sociabilidades con las principales élites burguesas y sus agencias, como promotora de artefactos nacionalizadores. El análisis selectivo de fuentes hemerográficas se sitúa en una línea de investigación propia de la historia cultural, entendida como un cruce de caminos, respecto a marcos teóricos y metodológicos de carácter interdisciplinar. En este sentido, cobra especial importancia un enfoque propio de la historia de género, que nos permita transitar los procesos relativos a la profesionalización del oficio de la mujer de letras y su hacer como intermediaria cultural, en el cambio de siglo.
- 2 Guillaume Pinson, L’imaginaire médiatique. Histoire et fiction du journal au XIXe siècle, París, Cl (...)
3Las empresas periodísticas brindaron a Vicente Blasco Ibáñez una efectiva vía de socialización de artefactos culturales, encaminados a tejer extensas redes y movilizar políticamente a sus lectores. Su capacidad de agencia le brindó una posición preeminente en la elaboración de relatos e imágenes, así como en las actividades de transferencia, mediante las que encauzar el apoyo de ciertos sectores sociales. Todo ello lleva a reconsiderar la dimensión literaria de un diario como El Pueblo, sus engranajes logísticos y la figura un escritor-mediador, que edifican cierto sustrato mediático. La aproximación a estas variables se realiza a través de marcos teóricos sobre la prensa, como los de Guillaume Pinson2.
Una propuesta para las crónicas de París
- 3 Alicia Yanini, Carmen Mellado y Concepción Ponce, «Republicanismo y masonería en la Valencia de la (...)
- 4 Ramiro Reig, Obrers i ciutadans. Blasquisme i moviment obrer, València, Institució Alfons el Magnàn (...)
- 5 El Pueblo, 16 de abril de 1899, p. 1; «El triunfo de la Fusión Republicana. Diputados de Valencia p (...)
- 6 Jordi Canal, «La sociabilidad en los estudios sobre la España contemporánea», Historia Contemporáne (...)
- 7 «Por telégrafo y teléfono», El Pueblo, 19 de marzo de 1899, p. 3.
4Las elecciones municipales, celebradas en el mes de abril, restringieron a un lugar casi anecdótico del diario blasquista las informaciones sobre la estancia de la escritora gallega en la capital francesa. Se había desplegado una esmerada campaña propagandística en favor de su líder federal y de Miguel Morayta Sagrario, representantes de Fusión Republicana, que se enfrentaban con ferocidad a Vicente Dualde3. Pretendían conquistar a un numeroso electorado y convertirse en diputados a Cortes por Valencia. Con esta premisa, desde principios de mes, la redacción del diario de partido se dedicó por completo a proyectar la idoneidad de sus candidatos, con el fin de promover adhesiones interclasistas entre las masas4. En aquellos días, la convocatoria a las urnas y la victoria de Blasco Ibáñez y Morayta ocupó las páginas centrales del periódico5. Se proyectaban, en otras secciones, las lealtades de una densa red de asociacionismo republicano, así como diversas muestras de sociabilidades filorrepublicanas6. Arracimado por toda la comarca, este tejido tomaba cuerpo en casinos, ateneos y sociedades. En este marco, el evento que tuvo lugar en París apenas si llegó a mencionarse. Pasó desapercibido ante el estado de la política regional como un hecho anecdótico, relegado a secciones de sucesos internacionales, como «Por telégrafo y teléfono»7.
- 8 A propósito de las miradas autocompasivas a la crisis, véase: José Álvarez Junco, Qué hacer con un (...)
- 9 José Luis Calvo Carilla, La cara oculta del 98: místicos e intelectuales en la España del fin de si (...)
- 10 Emilia Pardo Bazán, La España de ayer y la de hoy, Conferencia dada el 8 de abril de 1899 en la “So (...)
- 11 Xavier Andreu Miralles, El descubrimiento de España. Mito romántico e identidad nacional, Barcelona (...)
5El debate, sin embargo, jaleó a otros diarios, con una tendencia a la formación de facciones enfrentadas. La crítica a una nación moribunda, que seguía aireando sus muertos gloriosos, había sido el centro de las críticas de la escritora, con independencia a la notoriedad de viejas gestas, entre la sociedad española del momento. En el centro del debate se situaba la preocupación por la decadencia nacional, que se manifestaba en la pérdida definitiva de los territorios americanos y en una atonía que diezmaba los ánimos generales8. Se pretendía probar la causalidad de estos desastres, en una suerte de diagnóstico del tono muscular de la nación9. Modernizar la patria y favorecer esfuerzos progresivos, por abandonar un pasado de autocomplacencia y vanagloria, fueron proyectadas como algunas de las fórmulas reconstituyentes. Emilia Pardo Bazán había perfilado los contornos de una quimera, una composición ciclópea, que componía las «brumas de una leyenda»10. Tal constructo legendario evocaba, en realidad, una constelación de discursos e imágenes nacionales, cuya manufactura estaba ligada tanto a fuerzas de carácter endógeno como exógeno. A juicio de la escritora, las distorsiones de los relatos de viajeros extranjeros habrían encontrado inspiración en el hacer de un pueblo, marcado por una autopercepción de suficiencia de linaje. Consideraba que los relatos románticos de los escritores extranjeros se nutrían de un peculiar sustrato esencialista. En este poso podrían contextualizarse las mistificaciones de ciertos modelos de masculinidad y feminidad, en tipos exóticos11.
- 12 Ibíd., p. 63.
Caracteriza a la leyenda dorada la apoteosis del pasado. El ayer se nos ha subido a la cabeza; hemos creído que bastaba evocar las blancas carabelas de los conquistadores para conservar las conquistas. Y los secuaces de la leyenda; los que han persuadido a la gente honrada y pacífica de que el ideal consiste en no moverse, en detener la evolución, en la completa parálisis de España, se ven en grave aprieto cuando les dirigimos preguntas concretas y categóricas. Cuando les pedimos que fijen el período histórico en que debemos eternizarnos, ya nombra a los Reyes Católicos, que fundaron la unidad nacional, ya a Carlos V y Felipe II, en cuyos dominios no se ponía el sol. Grandezas que velaban la decadencia inminente cuyo rápido desarrollo será siempre para el legendista enigma sin clave12.
- 13 Florencia Peyrou Tubert, Tribunos del pueblo: demócratas y republicanos durante el reinado de Isabe (...)
- 14 Vicente Blasco Ibáñez, Historia de la revolución española (Desde la guerra de la Independencia a la (...)
- 15 Miguel Morayta, Historia general de España, desde los tiempos antehistóricos hasta nuestros días, M (...)
6Como relectura del pasado nacional, la contraposición entre la España de ayer y la de hoy se veía mediada por la articulación, implementación y socialización de dos composiciones legendarias principales. Aglutinaban sus contornos el claroscuro de épocas pasadas en una visión dualista, casi maniquea, que poco había contribuido en el desenvolvimiento de las voluntades del pueblo. El propósito de historiar teñía todo intento de diagnóstico de Pardo Bazán. Un ejercicio terapéutico que se sostenía en la capacidad mediadora y de transferencia de la prensa generalista. El fin de siglo se precipitaba como un abismo a salvar con fórmulas renovadoras, mediante las que atenazar un creciente desasosiego de corte milenarista. La mirada al ochocientos y a sus anclajes, en los mitos fundacionales de la patria, se ocupaba de tratar ciertos hitos en los relatos de conquista, de unificación monárquica y religiosidad católica. Evocar las marcas de perjuicio, en el trasiego de artefactos legendarios, la situaba en una posición panorámica, que aspiraba a trazar líneas fundamentales de progreso. Su afán se fundía en el hacer de otros autores, hombres de letras y, sobre todo, de la política, que habían trazado sus historias nacionales, como potente contribución de cultura política13. Era el caso de Blasco Ibáñez con su Historia de la revolución española. Desde la guerra de la Independencia a la Restauración en Sagunto (1890-1892)14, en la que sojuzgaba los males de la patria. Otros autores le precedían y compartían sus propósitos en el seno del republicanismo, como Miguel Morayta y Enrique Rodríguez Solís15. En muchos de estos casos, el sustento de periódicos de partido fue clave en la socialización de estos constructos culturales.
Entre la excepcionalidad y la anomalía
- 16 Boris de Tannenberg, «Dona Emilia Pardo Bazan», Journal des débats politiques et littéraires, 11 de (...)
- 17 Mme. Henri Charriaut, «Mme Pardo Bazán», Le Journal du dimanche : gazette hebdomadaire de la famill (...)
7El arraigo de tales artefactos legendarios había cargado la pluma de la escritora y su palabra encendida encontró en París una tribuna internacional, desde la que proyectar una mirada retrospectiva sobre el pasado de la nación. Su figura, reseñada por la prensa gala, se perfiló como una rotunda singularidad, a un tiempo incómoda y clarividente, que recorría las entrañas de lo patrio con una pretensión cercenadora16. Abordar las raíces de las crisis finiseculares españolas inspiró relatos sobre la decadencia de las razas latinas en los periódicos franceses. Pivotaban estos textos en torno a la atonía que resquebrajaba la unidad nacional, a partir de una «calma fúnebre de la masa», atrofiada en una obediencia apática17. Se aprecian las marcas de unos flujos transnacionales, de una permeabilidad de tales relatos en otros medios periodísticos, ya sea como fórmula reactiva o tímida ratificación. En Valencia, la mudez de El Pueblo no era sintomática de la actitud de otras redacciones españolas, durante la primavera de 1899. Entre los sectores afines a la tesis de la condesa, se encuentran cabeceras que reconocían sus tareas de documentación y diálogo con otras figuras eminentes de la cultura española, como Emilio Castelar y Gumersindo de Azcárate.
- 18 «Revista de Madrid», La Dinastía, 18 de abril de 1899, p. 2.
- 19 A., «Conferencia de la señora Pardo Bazán», El Imparcial, 19 de abril de 1899, p. 1. A propósito de (...)
8Esos otros medios realzan la mediación de Emilia Pardo Bazán, su capacidad de trascendencia entre círculos culturales y diplomáticos europeos, en la articulación de su conferencia sobre la España de ayer y la de hoy. La suya es una exploración pionera, sin precedentes, que sienta las bases de otros intercambios posteriores. El cuestionamiento de narraciones míticas y la elaboración de discursos revulsivos se glosan como el liderazgo de una tarea colectiva, que integra «las notabilidades científicas, artísticas y literarias», eminentemente masculinas18. Abandera un propósito de patriotismo, en el que algunos sectores vislumbran su representatividad cultural española. Es su intervención un espaldarazo, que rompe con patrones previos y privilegia modelos de masculinidad deseable. Supone una llamada a la laboriosidad, a la actividad industrial y de negocios, que resignifique las nociones de honor y caballero, en relación con el esfuerzo viril, y quede enfrentada con otras representaciones sobre una hidalguía trasnochada19.
- 20 Emilia Pardo Bazán, La España de ayer…, op. cit., p. 89.
Y aquí del problema: ¿qué va a ser de una España tan diversa de la que fantaseábamos; una España de empobrecida sangre, de agotados nervios de mal cultivada inteligencia? ¿A qué nos asiremos para salvarnos, nosotros que sólo vivíamos por nuestros heroicos muertos, ahora que por fuerza hemos de enterrarlos y buscarnos a nosotros mismos? Una exigua minoría, llena de celo, arrostrando la general indiferencia, aspira a despertar las energías españolas, exponiendo sin temor la extensión del daño, y de reemplazar el ideal legendista por el ideal de la renovación, del trabajo del esfuerzo. No sé si algo conseguirá esta minoría; sé que cumple su deber, y que por medio de esta Conferencia me asocio a su tarea patriótica20.
- 21 «La leyenda muerta», Heraldo de Madrid, 19 de marzo de 1899, p. 1.
9No obstante, la tarea que se ha propuesto Pardo Bazán resulta una amenaza desestabilizadora para quienes buscan la regeneración nacional en un acervo de tradiciones narrativas. El descrédito será el arma implementada por los diarios desafectos. Exponente de la literatura gallega, la escritora será incluida, de forma injusta, en un grupo de novelistas con escaso interés por las masas populares. Estos medios le reprocharían, con escaso fundamento, el dirigirse a un reducido número de lectores ilustrados, en la línea de Armando Palacio Valdés, Benito Pérez Galdós y Jacinto Octavio Picón. Contrapuestos a las producciones de Narciso Oller y Vicente Blasco Ibáñez, los primeros se describen como figuras que en poco han contribuido a la formación de amplios públicos, pues habrían desestimado el ocuparse de sus afectos y pasiones. Por el contrario, sería el corazón de las masas el destino al que ha de dirigirse el hacer de un literato-propagandista, al estilo del escritor valenciano. De entre los hombres de letras, y escasas damas, se promueve la emergencia de figuras públicas, capaces de movilizar hordas de lectores y promover una transformación del «alma nacional»21. La posibilidad de que la escritora pudiera quedar recluida en una torre de marfil inaccesible, se moviliza como arma arrojadiza para arrebatar su legitimidad como oradora.
Entre dos siglos: ecos de los viajes a Valencia
10En el mes de diciembre, doña Emilia viaja a Valencia. Había sido invitada a la apertura del curso en el Ateneo. Su visita es todo un acontecimiento en la ciudad, que va a ser cronificado por los diarios regionales y aún atraerá la atención de la prensa de alcance nacional. No obstante, el viaje de la eminente escritora despertó escasas muestras de animadversión entre los medios periodísticos locales. La oportunidad de aproximarse a una figura capital de las letras resultaba aún más atractiva tras los últimos episodios de controversia. Se aprecia una línea de continuidad en sus discursos, con respecto a la conferencia pronunciada en el mes de abril, que va a ser explorada por estas cabeceras. La preocupación por la cuestión educativa es el salvoconducto para acceder a ciertas representaciones sobre el pasado español, que dividen los ánimos de la opinión pública.
- 22 «Discurso inaugural del Ateneo de Valencia», Bulletin Hispanique, nº 2-3, 1900, p. 327.
- 23 Emilia Pardo Bazán, «Discurso pronunciado por Doña Emilia Pardo Bazán en la solemne inauguración de (...)
- 24 «Les Echos de Paris», Les Annales politiques et littéraires: revue populaire paraissant le dimanche(...)
11El discurso en el Paraninfo de la Universidad de Valencia constituyó un evento de primer orden. Fue reproducido en algunos medios y consiguió una mención en el Bulletin Hispanique de ese mismo año22. Sus palabras invitaban a un análisis contrastivo, en relación con el discurso para la Société de conférences de París. De hecho, la propia Pardo Bazán retomaba su propósito de «salvar lo que resta de nuestra alma nacional» y afirmaba sentirse gozosa por poder departir sobre este tema en castellano, entre compatriotas23. Los diarios de la ciudad se llenaron de artículos a propósito del evento, que congregó lo más granado de la región y una notable presencia de señoras. Se acomodaban estos textos informativos sobre breves semblanzas, a propósito de una mujer que había conseguido fama internacional y era reconocida como una celebridad, por su oficio de escritora24.
- 25 «Emilia Pardo Bazán», El Pueblo, 30 de noviembre de 1897, p. 3.
- 26 José Javier Díaz Freire, «El don Juan de Unamuno como crítica de la masculinidad en el primer terci (...)
- 27 «Emilia Pardo Bazán», Las Provincias, 2 de enero de 1900, p. 1.
- 28 Dolores Aleu Riera, De la necesidad de encaminar por una nueva senda la educación higiénico-moral d (...)
12Su independencia económica y buena posición social, como creadora, descansaba sobre una esmerada red de relaciones y enérgica resolución, que El Pueblo había considerado, tiempo atrás, como signo de un talante masculino25. La excepcionalidad que inundaba todo su nombre y condición se explica por las bondades de una clase social, que facilita las aspiraciones de su sexo, mientras que la agudeza y facundia asociadas a un genio de varón alejan los peores pronósticos para una dama de las letras. No obstante, su anómala feminidad también se subrayaría como arenga, para indicar la urgencia con que han de contemplarse y combatirse los males de la patria: la lasitud del ánimo, la indiferencia y la falta de gallardía26. Carencias que hacen a un pueblo maleable y gregario, cómplices del mal gobierno y el abuso de los caciques. Así, cuando el diario Las Provincias afirma que «hasta el sexo débil se levanta enhiesto», más que indicar una nota de exasperación superlativa y un acto de transgresivo, revela un temor por la falta de varones, que actúen con diligencia para remediar la insostenible crisis27. En este sentido, las agencias terapéuticas de esta mujer de letras, para dilucidar cuánto había de oropel y podredumbre en los relatos nacionales, y cuánto de vital esencialismo, encuentran más reconocimiento que el hacer de las primeras doctoras españolas en la prensa28. Su diagnóstico revela una desafección profunda con el hacer de los militares y con el gobierno de la Restauración. En este marco, la regeneración del ánimo nacional no se puede disociar de los procesos relativos a una sustancial mejora educativa. Por el contrario, se concibe como el primer estadio de la palingenesia.
- 29 Emilia Pardo Bazán, La España de ayer…, op. cit., p. 83 y 84.
La estadística registra doce millones de súbditos españoles enteramente analfabetos. Cierto que los ayuntamientos sufragan las escuelas públicas; pero ¡qué escuelas y qué material de enseñanza!
[…] El recio valladar de ignorancia y también de odio que se opone a la cultura sofoca todo hálito intelectual y no le permite llegar hasta el fondo del alma española. Dormidas las energías intelectuales por falta de estímulo, hállanse pervertidas las del sentimiento y de la voluntad por el desastroso influjo de una política egoísta y mezquina que se desenvuelve sin obstáculos y que ha llegado a inficionar totalmente el organismo de la nación. Hay unanimidad en maldecir de esta política asfixiante; nadie sabe qué hacer para desterrarla. Es una máquina de múltiples ruedas que nos tiene cogidos en sus engranajes; la ponen en movimiento desde Madrid; el resorte está en el despacho del ministro y a su impulso se agita hasta el último español, ajeno de seguro a tales manejos, pero obligado a votar y proceder según ordene el omnipotente cacique, nombre que se da familiarmente a los tiranuelos de la política local. Dirigida por fuerzas fatales, persuadida de la inutilidad de la lucha, la masa popular española llega a mirar con criminal indiferencia los más graves sucesos; que nos arranquen nuestras colonias, que no nos quede una pulgada del mundo que descubrimos, que cruja siniestramente la unidad nacional, no habrá de alterarse la fúnebre serenidad del pueblo, y el monstruoso fenómeno de una nación convertida en estatua, será corolario y complemento de la resignación y pasiva obediencia con que esa misma nación infeliz suministró el contingente de reclutas, los trescientos mil muchachos que fueron a temblar y a morir de hambre bajo el tórrido cielo de las Antillas. Tan apática obediencia acusa, delata la falta de espontaneidad para reaccionar, la fibra profunda del sentimiento que se atrofia en todo pueblo cuando se convence de que su esfuerzo es inútil29.
- 30 Blanca Cerdá Aznar, «Entre l'excepcionalitat i l'anomalia: l’accés pioner de les dones a les univer (...)
- 31 Rosario de Acuña, «La “jarca” de la Universidad», El Progreso, 22 de noviembre de 1911, p.1. Jean-L (...)
- 32 Vicente, R. Alos Ferrando, «Blasco Ibáñez político», Debats, nº 64-65, 1999, p. 136-143; Luis Migue (...)
13En los últimos años, las anómalas muestras de excepcionalidad femenina habían atraído, sin embargo, la atención del diario republicano, que contextualizaba tales singularidades en las admirables expresiones del progreso30. La mejora de la educación femenina pronto se convirtió en el signo distintivo de los pueblos más avanzados. La habían reclamado reputadas figuras, como Concepción Arenal y Concepción Gimeno de Flaquer. Otras, como Rosario de Acuña, defendieron, años después, la presencia de mujeres en las universidades ante escandalosos incidentes31. Por su parte, Emilia Pardo Bazán inauguraba el nuevo curso del Ateneo valenciano con un posicionamiento claro. Subrayaba cuan necesaria resultaba la alfabetización de las masas en la modernización nacional. Pese a sus diferencias evidentes, resultaba una aspiración común para el blasquismo más combativo, que había desplegado políticas precisas dirigidas a estos fines32.
- 33 María Cruz Seoane, «La literatura en el periódico y el periódico en la literatura», Foro hispánico: (...)
- 34 Jean-François Botrel, Libros, prensa y lectura en la España del siglo XIX, Madrid, Fundación Germán (...)
- 35 Antonio Laguna Platero, «De propagandista de la política a propagador de la cultura. Vicente Blasco (...)
14Se subrayaba hasta qué punto la ignorancia era otra facies de las tinieblas de la crisis, apegada al fanatismo, al merme de ingenios y voluntades creativas. Todo ello facilitaba la manipulación de los gobernantes y la autocomplacencia de amplios sectores. El denso tejido asociativo en el que se contextualizaban las sociabilidades republicanas y filorrepublicanas bebía de estas aspiraciones. Se trataba de objetivos transversales, que fueron trabajándose a partir de ejes diversos. La aproximación de la literatura a amplios públicos también orientó el hacer de El Pueblo, contando con las colaboraciones de escritores como Alphonse Daudet y Émile Zola, desde sus primeros años33. Las actividades de divulgación y transferencia marcan las empresas editoriales de Blasco Ibáñez, con una esmerada tarea propagandística34. Se nutren de una última voluntad: el establecimiento de la República en España, que permitiría edificar una modernidad con mayores cotas de progreso. A estos fines se dirigen la palabra encendida en el mitin, los proyectos periodísticos y editoriales35.
- 36 Jean-François Botrel, «La prensa como intermediario cultural: el ejemplo de Clarín», in Encarnación (...)
- 37 Manuel Morales Muñoz, «El republicanismo ochocentista: escuela de ciudadanía», Ayer, nº 45, 2002, p (...)
15A finales del ochocientos, el diario de partido es enclave bullicioso, en el que recalarán figuras emergentes del panorama político y cultural valenciano. Se convierte en un hervidero de propuestas políticas, que demuestra una notable labor movilizadora y negocia intervenciones con la corporación municipal. Complejas redes conectan el hacer de concejales, redactores y artistas, con una notable capacidad de agencia. El diario republicano se convierte en una colectividad mediadora, entre sectores diversos36. Como principal periódico blasquista, El Pueblo también actúa como escuela de ciudadanía, promotora de afectos y adhesiones. Es un reconstituyente identitario e importante resorte nacionalizador37. La circulación de artefactos culturales suele ser diversa y fluye por diferentes canales. Son experiencias vinculadas a la lectura y a la transmisión de imágenes, pero también promueven eventos populosos, en los que la muchedumbre se agolpa, formando el tumulto o el cortejo. Todo ello remite a un amplio espectro de creación y consumo de cultura política republicana.
- 38 Teodor Llorente, «Escritores valencianos. Blasco Ibáñez, novelista», Las Provincias, 10 de marzo de (...)
- 39 La beneficiosa influencia del nexo con Pardo Bazán fue muy relevante durante las estancias de Blasc (...)
- 40 Roberto Castrovido, «Con rotativa», El Pueblo, 30 de diciembre de 1899, p. 3; «El Pueblo, de Valenc (...)
16La notoriedad de Pardo Bazán resultaba de por sí atractiva y explica el temprano interés que su viaje despertó en el diario republicano. A ello se ha de sumar el hecho de que, en los últimos años, Blasco Ibáñez había ido proyectándose como una emergente figura de la literatura valenciana, si bien esta incipiente fama regional se veía eclipsada por su hacer como tribuno federal38. De tal forma, la posibilidad de conocer a doña Emilia se acariciaba como una oportunidad de promoción, que le permitiría ampliar sus redes en el mundo de las letras39. Ante las primeras noticias, El Pueblo anunció los actos previstos y se afanó en difundir variadas representaciones sobre la reconocida escritora y los discursos que pronunció aquellos días. Para ello, se recurría a dispositivos textuales y visuales, con los que fomentar la curiosidad de públicos diversos. Recientes innovaciones fueron determinantes en la verificación de sus empresas. En concreto, la puesta a punto de una máquina rotativa amplió, de forma evidente, su capacidad de transferencia, si bien El Liberal estima que ya era «uno de los periódicos de más lectura en España»40.
- 41 Emilia Pardo Bazán, «Discurso pronunciado por…», op. cit.
- 42 Marie-Angèle Orobon y Eva Lafuente (coords.), Hablar a los ojos: caricatura y vida política en Espa (...)
17El discurso de apertura del curso del Ateneo, que se celebró en el paraninfo de la universidad, concentró el interés de las principales cabeceras. Fue reproducido, total o parcialmente, por varios diarios valencianos. El periódico blasquista dedicó la portada de su número a este texto, que acompañó, de forma excepcional, con un cuidadoso grabado (figura 1). La imagen pretendía destacar el momento en que Pardo Bazán se encuentra disertando en la tribuna, engalanada con flores. Una mezcla de aparente espontaneidad, que convive con cierto simbolismo en su composición, presenta esta dama en plena acción a sus lectores41. Domina la escena la jerarquización de su figura y un tono desenfadado42.
- 43 Rebeca Viguera Ruiz, «Imágenes e identidades transnacionales en la prensa del siglo XIX. España y M (...)
- 44 Por el contrario, se indica la presencia de fotógrafos en el acto, que tomaron fotografías para las (...)
- 45 Susan Kirkpatrick, «Emilia Pardo Bazán: la ambigüedad de una mujer moderna», in Manuel Pérez Ledesm (...)
- 46 José Álvarez Junco, El emperador del Paralelo. Lerroux y la demagogia populista, Madrid, Alianza, 1 (...)
- 47 A propósito de la condición de escritora en la segunda mitad del siglo XIX, consúltese: Ángeles Eza (...)
- 48 Anne Marie Thiesse, La fabrique de l’écrivain national. Entre littérature et politique, Paris, Gall (...)
18Es bien conocida la progresiva introducción de elementos visuales en la prensa, desde finales del siglo XIX43. El coste de tales contenidos hacía reservarlos para ocasiones señaladas, especialmente, para diarios dirigidos a las clases trabajadoras, como El Pueblo44. En cualquier caso, aquella no era la primera ocasión en que esta cabecera se servía del grabado para difundir la efigie de la afamada escritora. Sin embargo, sí se trataba de una en la que intentaba ejercer cierto reporterismo literario. El poder del contenido visual se orientaba también a una afirmación de la condición de escritora e intermediaria cultural, que obliga a declinar la noción de figura pública según las marcas de género45. La condesa de Pardo Bazán va ser retratada según los rasgos de una singularidad labrada por el talento, cuya locuacidad despierta la admiración entre los asistentes. Su figura convive con las expresiones y modelos de intelectualidad, masculina46. Estas destrezas fueron fundamentales para hacerse un hueco en el mundo de las letras y emprender proyectos editoriales47. Sus conferencias y discursos, de aquel último año del siglo, van a ser apreciados como dictamen y exposición sinóptica del valor nacional48. Especialmente, en cuanto a la altura y estima de su patrimonio cultural.
Figura 1. «Discurso pronunciado por Doña Emilia Pardo Bazán en la solemne inauguración del curso del Ateneo científico y literario verificada en el Paraninfo de la Universidad de Valencia la noche del 29 de diciembre de 1899».
El Pueblo, 30 de diciembre de 1899, p. 1.
- 49 «El Ateneo de Valencia», El Pueblo, 30 de diciembre de 1899, p. 2.
- 50 «En honor de la señora Pardo Bazán», El Pueblo, 1 de enero de 1900, p. 1.
- 51 «La Sra. Pardo Bazán en Valencia», Las Provincias, 1 de enero de 1900, p. 1 y 2.
- 52 «Homenaje a la Sra. Pardo Bazán. Por telégrafo y teléfono», El Imparcial, 1 de enero de 1900, p. 3.
- 53 Ana María Freire López, «Los libros de viajes de Emilia Pardo Bazán: el hallazgo del género en la c (...)
- 54 «Banquete a la Pardo Bazán», El Mercantil Valenciano, 1 de enero de 1900, p. 1.
- 55 Isabel Burdiel, Emilia Pardo…, op. cit., p. 485.
- 56 «La Sra. Pardo Bazán en Valencia. Visita a Porta-Coeli», Las Provincias, 4 de enero de 1900, p. 2. (...)
- 57 «La señora Pardo Bazán en Valencia», Blanco y Negro, 13 de enero de 1900, p. 11.
19Son reconocidos sus elogios a la región valenciana, que van a ponerse en relación con las loas que, en otro tiempo, elaborara Emilio Castelar49. Es la notoriedad y representatividad de ambas figuras lo que inspira a Blasco Ibáñez palabras de entusiasmo, que desliza durante el banquete que se organizó en el salón columnario de la Lonja50. La perspectiva de un horizonte decadente le llevaba a considerar una misión providencial para las figuras eminentes de la cultura patria, pues serían las que mejor pueden insuflar el ánimo laborioso en las masas abúlicas. En este sentido, Blasco refiere un simbólico «templo de la inmortalidad» en el que vislumbra el reconocimiento de hombres como Ramón y Cajal y damas como Pardo Bazán51. A modo de balance de su trayectoria, estima su carácter revolucionario, que facilitó la introducción y popularización del naturalismo zolesco en España52. Había logrado también desarrollar una sólida carrera como periodista, interesándose por el estilo de crónica53. Así mismo el tribuno de tumulto, admira su enérgica actuación como «propagandista de sus glorias literarias», un empeño de promoción y autoconservación, que la había elevado a una posición preeminente54. El líder republicano, que decía intervenir como novelista, hubo de obtener importantes réditos de aquellos encuentros con doña Emilia55. Durante esas semanas, habrían coincidido también en la visita que organizó el doctor Moliner al sanatorio de Porta-Coeli, después de haber obtenido el beneplácito de la reina regente56. Las fuentes fotográficas iluminan, parcialmente, el inicio de una relación que tuvo un desenlace marcado por el desaire y la polémica, décadas más tarde57.
20El discurso de Pardo Bazán en el paraninfo sobrevolaba un asunto de primer orden. Se cuestionaba sobre qué disposiciones tomar para que España siguiera existiendo y no fuera engullida por la decadencia. Los antídotos contra el abatimiento general pretendían sortear un término manido, la regeneración, que estaba en boca de amplios sectores y se perfilaba con vagos recetarios. Al dirigirse a su auditorio, pretendía señalar sucintamente los males de la patria, que ya había definido en París, para ocuparse luego de las actuaciones más acordes con el carácter y naturaleza propios de la región. Preservar la sempiterna esencia nacional y custodiar la vitalidad primigenia constituían sus objetivos principales. La necesidad de instruir a las masas se estima como un paso fundamental al desenvolvimiento ciudadano. No obstante, la escritora parece preocupada por fomentar diversas fórmulas de fraternidad popular. Experiencias en las que la raza, la naturaleza, el arte y la historia juegan un papel primordial mediante las que conjurar fuerzas disgregadoras.
El arte, el trabajo, la educación; si con esto no se aprieta el lazo nacional… ¡ah, no fiemos en otra fuerza de cohesión; ninguna impedirá que nos disociemos y que los cuatro vientos del acaso esparzan vuestros átomos y borren hasta la memoria de vuestro nombre! Sin ser poderosos a impedirlo, con el alma hecha trizas, veremos a España marchar en sentido inverso de los demás pueblos del mundo, y deshacer la nacionalidad cuando otros se esfuerzan en construirla.
- 58 Emilia Pardo Bazán, «Discurso pronunciado por…», op. cit.
[…] La unidad nacional no puede fundarse en cálculos: se funda en lo que se funda todo; en la atracción, en el amor, en la suprema ley afectiva; en una fuerza moral, en una idea si queréis, − ¿pero hay algo que mueva el mundo como las ideas? El medio de que las regiones se sientan otra vez miembros vivos de la nacionalidad, es curar su escepticismo dándoles la patria que aún puede consolidarse aquí, sino arrebolada de gloria, al menos corregida y saneada, consciente, con alientos y bríos para caminar a destinos mejores58.
- 59 Emilia Pardo Bazán, «La vida contemporánea. Al regreso…», Ilustración Artística, 15 de enero de 190 (...)
- 60 «La señora Pardo Bazán en Valencia», Blanco y Negro, 13 de enero de 1900, p. 11.
21El balance de aquel último viaje se volcó en un artículo para Ilustración artística en el que Pardo Bazán se maravilla por la buena acogida de su disertación entre el público valenciano. Aboceta la región según repertorios de artefactos culturales previos. La imagen de una tierra mediterránea, con una inclinación natural al arte, se ampara en las influencias que ejerce el «ambiente»59. En su proximidad a Italia parece asentarse la génesis de una sensibilidad artística, que convierte a sus individuos en sujetos más proclives a la estimar y desarrollar lo creativo. Este sustrato esencialista será la base para imaginar cuan provechosos serían los efectos de una mejora educativa sobre este tipo de individuos de «extraordinaria percepción artística e intelectual». Tanto es así, que la autora refiere los inevitables prodigios, que habrían de surgir, en una tierra en la que «noté que mis palabras no caían en el vacío, que mis afanes encontraban eco, y que, al auscultar, el corazón de España latía aún…Valor y adelante». Notas de resistencia y vitalismo inundaron la prensa de alcance nacional, que describió las distinciones con que la escritora gallega fue honrada en Valencia. Reportajes gráficos, como los de Blanco y Negro, difundieron imágenes sobre su visita a la universidad y el banquete en Porta-Coeli60.
- 61 Ferrán Archilés y Manuel Martí, «La construcción de la regió com a mecanisme nacionalitzador i la t (...)
22La región juega un papel primordial en este esquema de resurgimiento de las esencias patrias. Es el enclave en el que el paisaje, la historia y el arte imprimen un carácter determinado a sus moradores y favorecen experiencias de fraternidad popular. A juicio de la escritora, el legado de un pasado de parlamentarismo durante las germanías marca tanto el hacer del pueblo valenciano, como su natural inclinación al arte61. Esta premisa se presta a ser instrumentalizada por el diario republicano, en beneficio de la movilización social y la enérgica oposición contra los gobiernos de la Restauración.
Conclusiones
23A priori, el despliegue que El Pueblo realizó, en los últimos días de 1899, con la voluntad de cubrir los pormenores del viaje de Emilia Pardo Bazán, no dista mucho de los propósitos de otras redacciones valencianas. La notoriedad de la escritora la convertía en una figura atractiva para la curiosidad de los lectores, digna de ser rentabilizada. No obstante, son las estrategias propagandísticas del diario republicano por atraerse a un amplio electorado las que marcaron sus propósitos. En un sentido temático, la disertación para el acto de apertura del Ateneo favorecía el desarrollo de una sintonía de principios, en relación con el diagnóstico de la decadencia nacional. La abulia, el analfabetismo, la manipulación caciquil de individuos, limitados por la parquedad de la instrucción pública, dibujaban los ejes principales de una crítica al Estado. En este punto, el periódico republicano encuentra cierta legitimidad a su radicalismo opositor y a sus proyectos educativos.
24Por otro lado, esta cabecera va a promover un sentimiento de admiración por una mujer singular, que es requerida en círculos intelectuales y literarios internacionales. Aspira a fomentar una fuerza cohesionadora. Se presenta a Pardo Bazán como una dama de las letras del ochocientos, en la que se amalgama la tradición con trazos rotundos de innovación. Representante de un nuevo periodismo, de estilo de crónica, es retratada según las marcas de lo revolucionario, al haber favorecido la introducción del naturalismo en España. Su carácter representativo de la cultura patria, como una celebridad en el gozne entre dos siglos, pretende instrumentalizarse en aras de fuerzas proactivas de una revitalización nacional. Desde esta perspectiva, la modernidad se concibe como un retorno a las esencias vitalistas, a una tradición de gallarda prolificidad, que también brota en singulares mujeres de letras. La línea de progreso se proyecta como un estadio ideal a alcanzar, mediante la instrucción de las masas y un reforzamiento de las fraternidades populares.
Notes
1 Eva Acosta, Emilia Pardo Bazán: la biografía, Barcelona, Lumen, 2007; Isabel Burdiel, Emilia Pardo Bazán, Madrid, Taurus, 2019.
2 Guillaume Pinson, L’imaginaire médiatique. Histoire et fiction du journal au XIXe siècle, París, Classiques Garnier, 2012.
3 Alicia Yanini, Carmen Mellado y Concepción Ponce, «Republicanismo y masonería en la Valencia de la restauración “Alfonsina” (1874-1902)», in José Antonio Ferrer Benimeli (coord.), La masonería en la España del siglo XIX, Valladolid, Junta de Castilla y León, Consejería de Educación y Cultura, 1987, p. 553-567.
4 Ramiro Reig, Obrers i ciutadans. Blasquisme i moviment obrer, València, Institució Alfons el Magnànim, 1982; Ídem, «El republicanismo popular», Ayer, nº 39, 2000, p. 83-102.
5 El Pueblo, 16 de abril de 1899, p. 1; «El triunfo de la Fusión Republicana. Diputados de Valencia por mayoría», El Pueblo, 17 de abril de 1899, p. 1.
6 Jordi Canal, «La sociabilidad en los estudios sobre la España contemporánea», Historia Contemporánea, nº 7, 1992, p. 183-205; Elena Maza, La sociabilidad en la España contemporánea. Historiografía y problemas metodológicos, Valladolid, Universidad de Valladolid, 2002; Carmen de la Guardia Herrero, «Las culturas de la sociabilidad y la transformación de lo político», in María Cruz Romeo y María Sierra (coords.), La España Liberal 1833-1874, Madrid/Zaragoza, Marcial Pons y Prensas de la Universidad de Zaragoza, 2014, p. 189-215. Maurice Agulhon, Política, imágenes sociabilidades: de 1789 a 1989, Zaragoza, Prensas de la Universidad de Zaragoza, 2016; Óscar Anchorena Morales, En busca de la democracia. El republicanismo en Madrid (1874-1923), Madrid, AHC- Centro de Estudios Políticos y Constitucionales, 2022.
7 «Por telégrafo y teléfono», El Pueblo, 19 de marzo de 1899, p. 3.
8 A propósito de las miradas autocompasivas a la crisis, véase: José Álvarez Junco, Qué hacer con un pasado sucio, Barcelona, Galaxia Gutenberg, 2022.
9 José Luis Calvo Carilla, La cara oculta del 98: místicos e intelectuales en la España del fin de siglo (1895-1902), Madrid, Cátedra, 1998; José Álvarez Junco, Mater dolorosa. La idea de España en el siglo XIX, Madrid, Taurus, 2001; Rafael Núñez Florencio, El peso del pesimismo: del 98 al desencanto, Madrid, Marcial Pons, 2010; Juan Pan-Montojo (ed.), Más se perdió en Cuba: España, 1898 y la crisis fin de siglo, Madrid, Alianza, 1998; Julio Rodríguez Puértolas, El desastre en sus textos: la crisis del 98 vista por los escritores coetáneos, Madrid, Akal, 1999; Javier Varela, «Crisis de la conciencia nacional en torno al 98», in Andrés de Blas Guerrero, Antonio Morales Moya y Juan Pablo Fusi (dirs.), Historia de la nación y del nacionalismo español, Barcelona, Galaxia Gutenberg, 2013, p. 543- 562.
10 Emilia Pardo Bazán, La España de ayer y la de hoy, Conferencia dada el 8 de abril de 1899 en la “Sociedad de Conferencias” de París, Madrid, Administración, 1899, p. 61.
11 Xavier Andreu Miralles, El descubrimiento de España. Mito romántico e identidad nacional, Barcelona, Taurus, 2016.
12 Ibíd., p. 63.
13 Florencia Peyrou Tubert, Tribunos del pueblo: demócratas y republicanos durante el reinado de Isabel II, Madrid, Centro de Estudios Políticos y Constitucionales, 2008.
14 Vicente Blasco Ibáñez, Historia de la revolución española (Desde la guerra de la Independencia a la Restauración en Sagunto) 1808-1874, Vol. I, Barcelona, La Enciclopedia Democrática, 1890.
15 Miguel Morayta, Historia general de España, desde los tiempos antehistóricos hasta nuestros días, Madrid, Saturnino Calleja, 1886-1898; Enrique Rodríguez Solís, Historia del partido republicano español, de sus propagandistas, de sus tribunos, de sus héroes y de sus mártires, Madrid, Imprenta de Fernando Cao y Domingo del Val, 1892-1893.
16 Boris de Tannenberg, «Dona Emilia Pardo Bazan», Journal des débats politiques et littéraires, 11 de abril de 1899, p. 3 ; Santillane, «Émilia Pardo Bazan à Paris», Gil Blas, 14 de abril de 1899, p. 1.
17 Mme. Henri Charriaut, «Mme Pardo Bazán», Le Journal du dimanche : gazette hebdomadaire de la famille, 30 de agosto de 1903, p. 4.
18 «Revista de Madrid», La Dinastía, 18 de abril de 1899, p. 2.
19 A., «Conferencia de la señora Pardo Bazán», El Imparcial, 19 de abril de 1899, p. 1. A propósito de estos modelos: Darina Martykánová, «Los pueblos viriles y el yugo del caballero español. La virilidad como problema nacional en el regeneracionismo español (1890s-1910s)», Cuadernos de Historia Contemporánea, nº 39, 2017, p. 19-37. Darina Martykánová y Víctor Manuel Núñez-García, «Sacerdotes en el mercado, héroes del progreso: los médicos e ingenieros y las transformaciones de la masculinidad liberal (1820-1900)», in Darina Martykánová y Marie Wallin (coords.), Ser hombre: Las masculinidades en la España del siglo XIX, Sevilla, Universidad de Sevilla / Editorial Universidad de Sevilla, 2023, p. 171-198.
20 Emilia Pardo Bazán, La España de ayer…, op. cit., p. 89.
21 «La leyenda muerta», Heraldo de Madrid, 19 de marzo de 1899, p. 1.
22 «Discurso inaugural del Ateneo de Valencia», Bulletin Hispanique, nº 2-3, 1900, p. 327.
23 Emilia Pardo Bazán, «Discurso pronunciado por Doña Emilia Pardo Bazán en la solemne inauguración del curso del Ateneo científico y literario verificada en el Paraninfo de la Universidad de Valencia la noche del 29 de diciembre de 1899», El Pueblo, 30 de diciembre de 1899, p. 1.
24 «Les Echos de Paris», Les Annales politiques et littéraires: revue populaire paraissant le dimanche, 23 de abril de 1899, p. 262. A propósito de la cultura de la celebridad europea: Antoine Lilti, L'invention de la célébrité (1750-1850), París, Fayard, 2014.
25 «Emilia Pardo Bazán», El Pueblo, 30 de noviembre de 1897, p. 3.
26 José Javier Díaz Freire, «El don Juan de Unamuno como crítica de la masculinidad en el primer tercio del siglo XX», in Nerea Aresti, Karin Peters, y Julia Brühne (eds.), ¿La España invertebrada? Masculinidad y nación a comienzos del siglo XX, Granada, Comares, 2016, p. 13-28; Nerea Aresti, «La hombría perdida en el tiempo. Masculinidad y nación española a finales del siglo XIX», in Mauricio Zabalgoitia Herrera (ed.), Hombres en peligro: Género, nación e imperio en la España del cambio de siglo (XIX-XX), Madrid y Fráncfort, Iberoamericana Vervuert, 2017, p. 19-38.
27 «Emilia Pardo Bazán», Las Provincias, 2 de enero de 1900, p. 1.
28 Dolores Aleu Riera, De la necesidad de encaminar por una nueva senda la educación higiénico-moral de la mujer. Discurso para optar al grado de doctor, Tesis Doctoral, Universidad de Barcelona, 1882. A propósito de esa contemplación del pasado: Elizabeth Amann et al. (eds.), La mitificación del pasado español. Reescrituras de figuras y leyendas en la literatura del siglo XIX, Madrid-Frankfurt, Iberoamericana-Vervuert, 2018.
29 Emilia Pardo Bazán, La España de ayer…, op. cit., p. 83 y 84.
30 Blanca Cerdá Aznar, «Entre l'excepcionalitat i l'anomalia: l’accés pioner de les dones a les universitats en les darreries del segle XIX», Revista Concret, nº II, 2020, p. 166-179; ID: «Mujeres y doctoras: el retrato de las primeras médicas españolas según la prensa generalista», in Víctor Rodríguez Infiesta y Rebeca Viguera Ruíz (coords.), Género y medios de comunicación: feminidades y masculinidades, Caen, Binam-PILAR (Presse, Imprimés, Lecture dans l’Aire Romane), 2022, p. 93-112.
31 Rosario de Acuña, «La “jarca” de la Universidad», El Progreso, 22 de noviembre de 1911, p.1. Jean-Louis Guereña, «Los actores de la vida universitaria en la España de los siglos XIX y XX: Una revisión historiográfica (1981–2009)», Cahiers de civilisation espagnole contemporaine, nº 8, 2011, https://journals.openedition.org/ccec/3768; Ana María Díaz-Marcos, «Terroristas de la palabra: reacciones a la “furia” periodística de Rosario de Acuña y Margarita Nelken», in Mónica Moreno Seco (ed.), Activistas, creadoras y transgresoras: disidencias y representaciones, Madrid, Dykinson, 2020, p. 55-76. Solange Hibbs-Lissorgues (ed.), Leyendo a Rosario de Acuña en su centenario: visiones finiseculares para nuestro milenio, Madrid, Dykinson, 2023.
32 Vicente, R. Alos Ferrando, «Blasco Ibáñez político», Debats, nº 64-65, 1999, p. 136-143; Luis Miguel Lázaro Lorente, La nueva Atenas del Mediterráneo. Vicente Blasco Ibáñez, cultura y educación populares en Valencia (1890-1931), Valencia, Institució Alfons el Magnànim, 2021.
33 María Cruz Seoane, «La literatura en el periódico y el periódico en la literatura», Foro hispánico: revista hispánica de Flandes y Holanda, nº 12, 1998, p. 17-25.
34 Jean-François Botrel, Libros, prensa y lectura en la España del siglo XIX, Madrid, Fundación Germán Sánchez Ruipérez / Pirámide, 1993; Cécile Fourrel de Frettes, Prometeo: en el taller editorial de Vicente Blasco Ibáñez (1890-1918), 2021 [en prensa].
35 Antonio Laguna Platero, «De propagandista de la política a propagador de la cultura. Vicente Blasco Ibáñez, un comunicador de éxito», Debats, nº 64-65, 1999, p. 121-135; ÍD, «Vicente Blasco Ibáñez, arquetipo del periodismo radical», Revista de Estudios sobre Blasco Ibáñez / Journal of Blasco Ibáñez Studies, nº 1, 2012, p. 131-143; Víctor Rodríguez Infiesta, «Analizar la historia de la prensa, comprender la distribución», in Nadia Aït-Bachir, Raquel Irisarri Gutiérrez, Víctor Rodríguez Infiesta y Rebeca Viguera Ruiz (coords.), El historiador y la prensa: homenaje a José Miguel Delgado Idarreta, Caen, Université de Caen Normandie-PILAR, 2020, p. 641-659
36 Jean-François Botrel, «La prensa como intermediario cultural: el ejemplo de Clarín», in Encarnación Medina Arjona (coord.), La prensa = La presse, Jaén, Universidad de Jaén-Diputación Provincial de Jaén, 2009, p. 127-138.
37 Manuel Morales Muñoz, «El republicanismo ochocentista: escuela de ciudadanía», Ayer, nº 45, 2002, p. 305-319.
38 Teodor Llorente, «Escritores valencianos. Blasco Ibáñez, novelista», Las Provincias, 10 de marzo de 1895, p. 1.
39 La beneficiosa influencia del nexo con Pardo Bazán fue muy relevante durante las estancias de Blasco Ibáñez en Madrid, a principios del siglo XX. La afamada escritora le facilitó algunos de sus primeros contactos en la capital. Véase: Javier Varela, El último conquistador: Blasco Ibáñez (1867-1928), Madrid, Tecnos, 2015, p. 282; Isabel Burdiel, Emilia Pardo…, op. cit., p. 485.
40 Roberto Castrovido, «Con rotativa», El Pueblo, 30 de diciembre de 1899, p. 3; «El Pueblo, de Valencia», El Liberal, 2 de enero de 1900, p. 2.
41 Emilia Pardo Bazán, «Discurso pronunciado por…», op. cit.
42 Marie-Angèle Orobon y Eva Lafuente (coords.), Hablar a los ojos: caricatura y vida política en España (1830-1918), Zaragoza, Prensas de la Universidad de Zaragoza, 2021.
43 Rebeca Viguera Ruiz, «Imágenes e identidades transnacionales en la prensa del siglo XIX. España y México en las páginas de La América (1857-1863)», Nuevo Mundo Mundos Nuevos [en línea], nº 21, 2021, http://journals.openedition.org/nuevomundo/85890; María Cruz Seoane y María Dolores Sáiz, Historia del periodismo en España. 3. El siglo XX: 1898-1936, Madrid, Alianza, 1998.
44 Por el contrario, se indica la presencia de fotógrafos en el acto, que tomaron fotografías para las revistas ilustradas de Madrid: «El Ateneo de Valencia», El Pueblo, 30 de diciembre de 1899, p. 2. A propósito de los objetivos del diario, véase: Antonio Laguna Platero, «Evolució dels estudis d’història de la premsa al País Valencià», Anàlisi: Quaderns de comunicación i cultura, nº 18, 1995, p. 109-130; ÍD: El Pueblo: historia de un diario republicano, 1894-1939, València, Institució Alfons el Magnànim, 1999.
45 Susan Kirkpatrick, «Emilia Pardo Bazán: la ambigüedad de una mujer moderna», in Manuel Pérez Ledesma e Isabel Burdiel Bueno (coords.), Liberales eminentes, Madrid, Marcial Pons, 2008, p. 369-386; Nerea Aresti Esteban, «El feminismo de Emilia Pardo Bazán», in Isabel Burdiel Bueno (coord.), Emilia Pardo Bazán: El reto de la modernidad, Madrid, Comunidad de Madrid, 2021, p. 76-89.
46 José Álvarez Junco, El emperador del Paralelo. Lerroux y la demagogia populista, Madrid, Alianza, 1990.
47 A propósito de la condición de escritora en la segunda mitad del siglo XIX, consúltese: Ángeles Ezama Gil, Las musas suben a la tribuna: visibilidad y autoridad de las mujeres en el Ateneo de Madrid (1882-1939), Logroño, Genueve Ediciones, 2019; Cristina Patiño Eirín, «La asunción autorial de Emilia Pardo Bazán», Ínsula: revista de letras y ciencias humanas (Ejemplar dedicado a: Por ser mujer y autora...), nº 841-842, 2017, p. 21-25; Maryellen Bieder, «‘Eminencias hembras’: Emilia Pardo Bazán y las redes literarias, sociales e intelectuales de mujeres de letras», in Pura Fernández (ed.), No hay nación para este sexo. La Re(d)pública transatlántica de las Letras: escritoras españolas y latinoamericanas (1824-1936), Madrid-Frankfurt, Iberoamericana-Vervuert, 2015, p. 167-190; Nerea Aresti, «El feminismo de Emilia…», op. cit.; Pura Fernández, 365 relojes: La Baronesa de Wilson, Madrid, Taurus, 2022.
48 Anne Marie Thiesse, La fabrique de l’écrivain national. Entre littérature et politique, Paris, Gallimard, 2019.
49 «El Ateneo de Valencia», El Pueblo, 30 de diciembre de 1899, p. 2.
50 «En honor de la señora Pardo Bazán», El Pueblo, 1 de enero de 1900, p. 1.
51 «La Sra. Pardo Bazán en Valencia», Las Provincias, 1 de enero de 1900, p. 1 y 2.
52 «Homenaje a la Sra. Pardo Bazán. Por telégrafo y teléfono», El Imparcial, 1 de enero de 1900, p. 3.
53 Ana María Freire López, «Los libros de viajes de Emilia Pardo Bazán: el hallazgo del género en la crónica periodística», in Salvador García Castañeda (Coord.), Literatura de Viajes. El Viejo Mundo y el Nuevo, Madrid, Castalia, Ohio State University / Fundación Ortega y Gasset, p. 203-242
54 «Banquete a la Pardo Bazán», El Mercantil Valenciano, 1 de enero de 1900, p. 1.
55 Isabel Burdiel, Emilia Pardo…, op. cit., p. 485.
56 «La Sra. Pardo Bazán en Valencia. Visita a Porta-Coeli», Las Provincias, 4 de enero de 1900, p. 2. A propósito de la visita a Porta-Coeli: Rafael Roca Ricart (ed.), Teodor Llorente: obra valenciana completa, Valencia, Acadèmia Valenciana de la Llengua, 2013, p. 757.
57 «La señora Pardo Bazán en Valencia», Blanco y Negro, 13 de enero de 1900, p. 11.
58 Emilia Pardo Bazán, «Discurso pronunciado por…», op. cit.
59 Emilia Pardo Bazán, «La vida contemporánea. Al regreso…», Ilustración Artística, 15 de enero de 1900, p. 42.
60 «La señora Pardo Bazán en Valencia», Blanco y Negro, 13 de enero de 1900, p. 11.
61 Ferrán Archilés y Manuel Martí, «La construcción de la regió com a mecanisme nacionalitzador i la tesi de la débil nacionalització espanyola», Afers, nº 48, 2004, p. 265-307 (p. 295-296).
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Référence électronique
Blanca Cerdá Aznar, « El ocaso de un siglo: representaciones de Emilia Pardo Bazán en el diario El Pueblo (1899) », Cahiers de civilisation espagnole contemporaine [En ligne], SPÉCIAL 5 | 2024, mis en ligne le 24 janvier 2025, consulté le 14 mai 2025. URL : http://journals.openedition.org/ccec/19474 ; DOI : https://doi.org/10.4000/1349w
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