“Pero está muy lejos de la verdad el que el principio
de la selección sea un descubrimiento moderno”
Darwin 1859
1“Lo que la naturaleza hace con mucho tiempo, nosotros lo hacemos todos los días…”. Con esas palabras, inicia Lamarck ([1809] 2017: 185) la relación de diversos ejemplos de especies domesticadas las cuales, afirma, se han generado como resultado de “los procesos de la domesticidad”.
2Como lo ha mostrado la historia de la biología, los conocimientos sobre los procesos y resultados de la selección de especies domesticadas fueron relevantes en las ideas y obras de Lamarck, pero esa relevancia no se reconoce como un aporte epistémico en la construcción de las ideas científicas de la evolución, en su lugar se afirma que fueron los hechos, los datos, y los experimentos de Darwin, los que le dieron sentido científico tanto a la idea de selección natural como a la idea de la evolución (Ayala 2009). Por lo mismo, no se subraya que tanto en Lamarck como en Darwin hubo una atenta observación a la domesticación e incluso a los mismos grupos de especies domesticadas. Para Darwin como lo enfatiza Gillian Feeley-Harnik (2020: 148) el estudio de la domesticación, ese experimento a gran escala, era la clave para entender las “condiciones de vida” que producen variación y cambio, y como consecuencia el origen de las especies.
3Pese a la postura clara de Darwin, se ha señalado que fue hasta que se generaron los estudios de la genética de poblaciones, que las ideas de Darwin adquirieron el sentido de una explicación científica, en cuanto a la construcción de hipótesis, de diseño experimental, de obtención de datos, construcción de la explicación y capacidad de predicción. Tal postura, invalida y reduce el conocimiento de las prácticas de domesticación al terreno de la jardinería, la agricultura y la ganadería, o a pasatiempo de aficionados, en general a un tipo de conocimiento con un escaso valor epistémico, irrelevante en términos filosóficos en la construcción de la explicación científica sobre la transformación de las especies, y que sólo le sirvió a Darwin como recurso didáctico.
4Diversos estudiosos del darwinismo han analizado las relaciones entre la selección artificial y la selección natural, formulando distintas interpretaciones al respecto. Por ejemplo, Richards sostiene que Charles Darwin recurrió a la selección artificial para mostrar la eficacia causal de la selección natural (Richards 1997, 1998). Otros más han señalado que la selección artificial, fue un accidente en el proceso de gestar el concepto de la selección natural (Limoges 1976) o bien que la selección artificial fue solamente un recurso pedagógico, expositivo, para explicar la selección natural (Limoges 1976, Ruiz 1987, Theunissen 2012) y, consecuentemente, algunos autores consideran que la selección artificial es un recurso que puede ser útil en los procesos de enseñanza de la evolución (Gregory 2009, Blancke et al. 2014).
- 1 Para De Bustos, la metáfora es un instrumento de asimilación y categorización de la experiencia en (...)
5Para Gildenhuys (2004) el análisis de la selección artificial en la obra de Darwin, le ha servido para decir que Darwin siguió una metodología de investigación distinta a la analogía. También se ha señalado que las investigaciones sobre la selección artificial sirvieron como una inferencia negativa a favor de la gradualidad (Alter 2007a), en el terreno pedagógico, se ha afirmado lo problemático que puede resultar el uso de la idea de selección artificial como metáfora de la evolución (Pramling 2009) porque refuerza la idea de un “agente que selecciona”, sin embargo Gould ha mostrado la gran importancia que Darwin concedió a la utilización de la metáfora para configurar sus ideas y transmitirlas al público, dice que incluso fue más prolífico en metáforas en sus Cuadernos de notas, que en sus escritos al público (Gould 1993: 60). Lewontin ha señalado que “No es posible trabajar en ciencia, sin hacer uso de un leguaje lleno de metáforas” (Lewontin 2000: 3). Por otra parte, Abeles dice que Darwin no utilizó la analogía o la metáfora sino la metonimia en la construcción del argumento, porque esta permite no la comparación, sino simplificar y condensar (Abeles 2016: 43)1
6Al mismo tiempo, se ha sugerido la utilidad de la selección artificial en la investigación evolutiva, como lo han mostrado los estudios sobre el origen de las diferentes razas de perros, un tema abundante en La Filosofía zoológica de Lamarck ([1809] 2017), pero que muy pocos han analizado, entre esos pocos Ernst Mayr (1972). Se trata de un tema que fascinó a Lamarck y apasionó a Darwin, y que sigue siendo asunto de investigación y discusión (Trut et al. 2004, Driscoll et al. 2009). Muy temprano en el siglo XIX, los resultados de la domesticación fueron comprendidos en la obra de Lamarck como una evidencia directa de la transformación de las especies; y posteriormente este hecho fue fortalecido con toda la evidencia recopilada por Darwin para mostrar que las especies domesticadas son producto directo (o indirecto) de prácticas y conocimientos de experiencias agrícolas, de crianza de animales, y de prácticas ganaderas.
7También se ha revisado la influencia de las prácticas de selección y cultivo de plantas y de la crianza de animales en el pensamiento de Darwin, como por ejemplo en sus ideas sobre la herencia (Secord 1981, Bartley 1992, Richards 1998), así como los estudios sobre los diferentes conceptos de selección que Darwin utiliza y sus relaciones entre sí (Ginnobili 2011).
8Finalmente, se ha sugerido que la selección artificial sirvió a Darwin como un recurso heurístico para entender las consecuencias de la selección natural (Lloyd 1983); como un experimento multifacético (Wilner 2006), y otros más han sugerido que la primera sirvió como analogía para fortalecer o para mostrar la eficacia de la segunda (Ruse 1971, 1973, 1975, Schweber 1977, Evans 1984, Waters 1986, Recker 1987, Young 1985, 1993, Dennett 1990, Mayr 1991, Lennox 1995, Sterret 2002, Argueta 2009, Largent 2009, Theunisssen 2013).
9En esa diversidad de estudios, algunos autores reconocen claramente la importancia de la selección artificial en el nacimiento del pensamiento darwinista (Glick & Kohn 1996, Hodge 2003, Rudwick 2005, Driscoll et al. 2009, Browne 2011, Richards 1998, 2013), sin dejar de tomar en cuenta la afirmación del propio Darwin de que arribó a la idea de la “selección natural”, después de la lectura del Ensayo sobre la población humana de Thomas Malthus, según expresa en la carta a Alfred R. Wallace (Burkhardt 1999: 225).
10Menos aún son los trabajos en los que se hayan considerado los saberes y las prácticas tradicionales de la domesticación como una fuente fértil de valores epistémicos, entendidos aquí como un conjunto de conocimientos importantes para la construcción del conocimiento científico. Posiblemente porque la humildad de las prácticas tradicionales agrícolas y ganaderas difícilmente podían reconocerse como un soporte epistémico de una de las teorías más elegantes, generales y trascendentes de la biología, o también porque los estudios históricos sobre la etnobiología no se han referido a la primera mitad del siglo XIX, pues en su mayoría comienzan sus análisis a partir de 1860 (Clément 1998, Ford 2011, Sobral & Albuquerque 2016).
11Sin embargo, en los últimos años, los análisis etnoarqueológicos y etnográficos, así como las evidencias paleogenéticas y de análisis bioquímicos, los estudios etnoecológicos, etnobiológicos han proporcionado nuevas perspectivas sobre la importancia de los procesos de domesticación basados en el conocimiento local, que conserva y produce biodiversidad e implica una producción de linajes específicos (Harlan 1975, Clark et al., 1976, Brush 1992, Anderson 1997, Banning & Chazan 2006, Staller et al. 2006, Day 2008, Fuller & Boivin 2009, Hildebrand 2009, Bulbeck 2013, Vilá y Yacobaccio 2013, Casas et al. 2016a, Corona-M. et al. 2020, 2021, Bogaard et al. 2021, Mukharji 2021).
12Por todo lo anterior, nos hicimos dos preguntas de investigación: ¿La selección artificial jugó un papel crucial en la gestación de las ideas sobre la selección natural? ¿Qué aportan hoy los estudios sobre los procesos contemporáneos de domesticación, que continúan en manos de agricultores y pastores del mundo, respecto a la conservación de la biodiversidad y la agrobiodiversidad, la biología de la conservación y la sustentabilidad?
13Para responderlas analizamos primero el papel que jugó el conocimiento y las prácticas ancestrales de domesticación y la manera de pensar las especies domesticadas como la evidencia tangible de la transformación de las especies, primero en la Filosofía zoológica de Lamarck (1802 y 1809) y en I. Geoffroy Saint-Hilaire (1835 y 1849), después en los argumentos de Lyell (1832) con los que trató de rebatir las conjeturas de Lamarck; y por último en las obras de Darwin (1859 y 1868) sobre la transmutación, la variación y la selección natural
14En segundo lugar, analizamos los procesos de domesticación de plantas y animales que han modificado centenas de especies en sus aspectos morfológicos, anatómicos y genéticos, hasta la transformación de ecosistemas y de paisajes geográficos y de los modos de vida de las poblaciones humanas y sus interacciones con la naturaleza (Nabhan & Rea 1987, Clutton-Brock 1999, Rival 2007, Erickson 2006, Driscoll et al. 2009, Purugganan & Fuller 2009, Corona-M. 2013, Sreedevi et al. 2013, Casas et al. 2016a, Bahuchet 2017, Stepanoff and Vigne 2018, Corona-M. et al. 2020, 2021, Fuks et al. 2022).
15Nuevas preguntas y respuestas son necesarias para conocer mejor esos enormes acervos de sabiduría domesticadora intencional y no intencional, algunas de ellas se siguen respondiendo en la literatura paleontológica, etnoecológica y etnobiológica producida en los años recientes, que registra y sistematiza la información sobre cómo las comunidades de campesinos y de pastores, con base en su conocimiento tradicional actual continúan realizando procesos de domesticación en plantas, animales, hongos, en especies, ecosistemas y paisajes, así como de conservación de la biodiversidad y el manejo de recursos naturales (Haudricourt y Hédin ([1943]1987), Hildebrand 2009, Gros-Balthazard et al 2013, Casas et al. 2015). En el caudal de preguntas surgen otras relacionadas con la idea de la “co-domesticación”, entre humanos y otras criaturas vivientes y cómo se relacionan de manera mucho más profunda estos procesos con patrones más amplios de relaciones sociales, políticas y ambientales dentro de la cultura humana, más aún cómo los proceso de domesticación han incidido en la evolución humana, incluso en términos fisiológicos (Feeley-Harnik 2020:149), como ha ocurrido en el caso de la tolerancia a la lactosa dentro de algunos grupos humanos (europeos y africanos) que tradicionalmente han estado relacionados a las prácticas de domesticación del ganado durante los últimos 10,000 años (Walker y Thomas 2019).
16Los conocimientos generados dentro de las prácticas de domesticación fueron fundamentales en las primeras discusiones sobre la transmutación de las especies (Lamarck ([1809] 2017), Cuvier ([1822] 1985), Lyell 1832, Geoffroy Saint-Hilaire ([1835] 1837). Ya en 1809 Lamarck se preguntaba ¿Dónde se encuentran en la naturaleza los repollos, las lechugas, y otras verduras culinarias? y asume que las especies domésticas no existen, ni existieron en la naturaleza, pues son resultado de la transformación de especies silvestres (Lamarck, [1809] 2017: 186).
17Consideramos que tales conceptos fueron también el punto de partida y la evidencia sobre la que Darwin construyó y consolidó la idea de “selección natural”. Antes de que Darwin aceptara la transformación de las especies como un hecho, y antes de que se adhiriera al pensamiento evolutivo, Lamarck, en 1809, había reconocido la eficacia de la transformación en el ámbito de la domesticación. Es por ello que utilizó diversos ejemplos para convencer a sus lectores del hecho de la transformación, como la explicación del origen de las diferentes razas de perros a partir del lobo y de diversas especies de plantas y animales domésticos. Los ejemplos que Lamarck utiliza fueron conocidos por Darwin a través del segundo volumen de Principios de Geología de Charles Lyell (1832), el cual recibió durante el viaje del Beagle en 1832, y que volverá a releer en 1836, cuando inició las anotaciones en sus Cuadernos sobre la Transmutación (Noguera-Solano et al. 2021).
- 2 Véase por ejemplo su carta del 24 de febrero de 1837 enviada a Otto Zacharias. (Darwin 1837a: 263).
18Los datos hasta ahora disponibles señalan que, durante el viaje del Beagle, Darwin tuvo dudas sobre sus ideas fijistas, mismas que se hicieron dudas razonables al recibir la información taxonómica de sus colectas, y esas dudas razonables se convirtieron poco después en dudas obsesivas (Argueta 2009: 58). Por sus cuadernos, su autobiografía y por sus cartas, sabemos que en el otoño de 1836 empezó a registrar todos los datos que pudieran tener relación con la idea de una ascendencia común de las especies2.
19Hodge (2003) y Browne (2011) han señalado, que es difícil saber en qué momento, dónde y por qué Darwin se adhirió al pensamiento evolutivo, sin embargo, se pueden considerar por lo menos dos momentos posibles. El primero, cuando se encontraba en los últimos meses del viaje (Hodge 2003: 43), es decir, entre mayo y septiembre de 1836 y el segundo, cuando recibió la información de John Gould sobre la clasificación de las aves de las Galápagos, en los primeros meses de 1837 (Sulloway 1982).
- 3 Entre ellas, la reconstrucción histórica de Adrian Desmond y James Moore (2009) que plantean como c (...)
20La razón de por qué se adhiere al pensamiento evolutivo ha dejado mayor espacio a la especulación3, pero Hodge (1989, 2003), Browne (2011), y Richards (2013) señalan claramente la influencia que le dejó el segundo volumen de Los Principios de Lyell y de las ideas de Lamarck ahí contenidas relativas a las especies domésticas como modelo para interpretar lo que ocurre en la naturaleza, las cuales son blanco de la crítica de Lyell (Richards 2013: 20).
21Lo que sí se sabe con mayor exactitud es que cuando Darwin abrió su primer Cuaderno de la transmutación (junio o julio de 1836) ya tenía entre sus especulaciones, claras influencias del pensamiento evolutivo de Lamarck (Hodge 1989, 2003), aunque con sus particularidades y diferencias. Es bien sabido que en el Cuaderno Rojo Darwin anotó sus primeras ideas sobre la transformación de las especies, en un sentido de transmutación no gradual (Darwin 1837b, citado en Herbert 1980: 130).
22Se ha señalado que las dudas habían surgido por las inconsistencias entre las observaciones y los principios de la teología natural, sin embargo, se le ha dado poca importancia al papel que pudo haber jugado la argumentación de Lyell en contra de las ideas transformistas de Lamarck, con las excepciones de Richards (1997) y de Glick y Kohn (1996), como ya se dijo, así como de Browne (2011) y Hodge (1989) quienes resaltan la fuerte influencia de Lyell en la génesis del pensamiento transformista de Darwin, ideas que había leído durante el viaje.
23Darwin recibió el segundo tomo de Los principios de Geología en noviembre de 1832 mientras se encontraba en Valparaíso, Chile. En ese volumen se presentan los argumentos relacionados con la transformación de las especies, desarrollada a partir de ejemplos de las especies domesticadas. La primera a favor de la transmutación es de Lamarck, pero resumida por Lyell, y la segunda en contra de la transmutación sostenida por Lyell, quien reescribió las preguntas provocativas de Lamarck:
“¿Acaso el trigo cultivado (Triticum sativum) -pregunta Lamarck-, no es un vegetal obtenido por el hombre y llevado al estado en el cual lo vemos hoy? Que alguien me diga en qué país una planta similar crece en estado silvestre, a menos que éste haya escapado de los campos cultivados. ¿Dónde se encuentran en la naturaleza los repollos, las lechugas, y otras verduras culinarias [...]?” (Lyell 1832: 6-7).
24Como dijimos antes, con esas preguntas Lamarck refuta la existencia de las especies domésticas en la naturaleza, ya que son resultado de la transformación de especies silvestres (Lamarck [1809] 2017: 186). Para Lyell, las especies domésticas existían o habían existido en la naturaleza, pues eran parte de la variación casi ilimitada de las especies silvestres ante nuevas condiciones.
- 4 Cuvier, Disc. Prelim., p. 128, sixth edition. Citado en Lyell (1832: 26). Lyell no proporciona más (...)
- 5 Darwin ha sido reconocido como el autor que acuñó el término de “selección artificial”, sin embargo (...)
25Tratando de rebatir el argumento de Lamarck, Lyell hizo referencia a las mismas especies domésticas que habían sido utilizadas por Lamarck, particularmente los perros, gatos y caballos, entre otros y son las mismas que utiliza Darwin en sus primeras notas sobre la transformación (Darwin 1837b, citado en Herbert 1980: 133). Lyell se apoyó en los argumentos de Georges Cuvier sobre la imposibilidad de la transformación de las especies domésticas, particularmente, retomando el caso de los perros. Tanto Georges como su hermano Frédéric Cuvier eran estudiosos de la gran diversidad de variedades caninas4. Definitivamente, no es una casualidad que la primera vez que Darwin se refiera en 1838, a la analogía entre selección artificial5 y selección natural, vuelva a ocuparse de los perros (Darwin 1838: 63).
26Lamarck señala en la Filosofía zoológica la importancia que tienen las especies domesticadas en el conocimiento de la transformación de las especies dado que:
“Si un sólo hecho demuestra que un animal domesticado, después de mucho tiempo, difiere de la especie salvaje de la que proviene, y si entre la especie domesticada, encontramos una gran diferencia de conformación entre los individuos […] -entonces será cierto que su conclusión- está en absoluto, de acuerdo con las leyes de la naturaleza” (Lamarck [1809] 2017: 208).
27Lyell, reconociendo lo que implicaba el sistema de transformación de Lamarck, no sólo en el terreno de los estudios de la naturaleza, sino también en el terreno de lo moral, dado que no podía aceptar que el ser humano se le redujera a un estado de “bestia”, siguió el mismo argumento de Cuvier para refutar la imposibilidad de la transformación de las especies.
28Darwin conocedor de este debate, de la importancia de las especies domesticadas como una evidencia de la transformación y conociendo la reputación académica de Lyell, a quien además reconocía como Maestro, decidió tomar sus precauciones y seguir, como el mismo lo reconoce, el método de Lyell, “acumular las evidencias suficientes” (recabar información sobre los animales y plantas domesticadas) para tratar de rebatir a Lyell y convencerlo de que la mejor evidencia de la transmutación, como lo había señalado Lamarck, eran las especies obtenidas en los procesos de domesticación. Sin embargo, según Browne, ya no fue necesario, “Lyell llegó a confirmar que había cambiado su mente sobre la transmutación desde la primera edición de sus Principios de Geología” (Browne 2011: 219), igualmente terminaría confesándole a Darwin 30 años después que, en esa misma obra, había tratado injustamente a Lamarck (Lyell 1881: 365).
29Otro destacado participante sobre las ideas de la domesticación y su utilización como analogía de los cambios en la naturaleza fue Isidore Geoffroy Saint-Hilaire quien afirmó que:
“…es del todo evidente que la influencia de la domesticidad no es otra cosa que la influencia, a veces directa, a veces indirecta, del poder del hombre, sometiendo a su yugo las especies útiles para su alimentación, para su industria, para sus placeres, y creando así para ellas condiciones muy diferentes a las de la vida salvaje y primitiva”. ([1835] 1837: 670).
30Es importante señalar que I. Geoffroy Saint-Hilaire fundó unos años después en Francia, la Sociedad imperial zoológica de Aclimatación (1854) en estrecha relación con sus trabajos en el Museo Nacional de Historia Natural. En grandes espacios diseñados para ello, uno cerca de Paris y otro al sur de Francia, se desarrollaron tareas de introducción, aclimatación y domesticación de fauna y flora exótica (yak, cabra de angora, ñame, arroz, entre otros) con el propósito de aumentar la riqueza agropecuaria del país. Con dicha finalidad se desarrollaron trabajos sistemáticos de domesticación en donde la aclimatación y la naturalización, fueron etapas fundamentales y previas a la doma y la domesticación (Geoffroy Saint-Hilaire [1849] 1861: 157-158).
31“De todas las ramas de la zoología, la más interesante para el hombre es sin duda la historia natural del hombre mismo”, con esta frase inicia su abordaje sobre la relación entre animales domésticos y la historia natural del hombre. (Op. cit. ([1835] 1837: 662), de manera que su preocupación no sólo incluía el análisis de las analogías entre las variaciones de las especies domesticas para entender las variaciones de las especies en la naturaleza, sino también de la analogía entre variación de especies domesticadas y las variaciones en los seres humanos, como escribe claramente:
“Si las variaciones físicas que ocurren en el hombre bajo la influencia de su estado de civilización fueran fenómenos de un orden particular, si nuestra especie se encontrara, en este aspecto, como en tantos otros, fuera de su rango en la creación, es evidente que nos veríamos obligados a no salir, en el estudio de las razas humanas, del círculo de los hechos antropológicos: cualquier préstamo tomado de otra rama de las ciencias sería sólo una fuente de errores, y nada más. Pero si las variaciones físicas del hombre ofrecen relaciones manifiestas con las variaciones de los animales, si consisten en efectos similares, explicables por las mismas causas y reducibles a las mismas leyes (…) Finalmente, si llegamos a reconocer que estas mismas variaciones físicas del hombre, generalmente análogas en su naturaleza a las variaciones de las razas animales, son, en particular, exacta y en todos los sentidos comparables a las de las especies domésticas” (Op. cit. ([1835] 1837: 669-670).
32En el Cuaderno Rojo, Darwin escribió alrededor de marzo de 1837, una nota sobre la posibilidad de que “una especie cambie en otra” (citado en Herbert 1980: 66). En los mismos párrafos donde proyecta sus primeras ideas sobre la transformación de las especies, comparando el origen de nuevas especies a los sistemas de reproducción asexual (aspecto ampliamente estudiado como parte de su programa de la generación, véase Hodge, 1989) pondrá en duda el tema de la creación refiriéndose a “perros, gatos, caballos, ganado, cabras y burros”, y en su lugar asumiendo que son animales que han nacido silvestres y se han transformado “con éxito perfecto” en organismos domesticados (Darwin 1837b, citado en Herbert 1980: 133).
33Diversos autores han señalado que en estos párrafos Darwin se aleja radicalmente del planteamiento lamarckiano al rechazar que la generación de nuevas especies sea de manera gradual, o por degeneración, o que ocurra por las circunstancias, particularmente cuando afirma: “Si una especie se transforma en otra esto debe ser por saltum” (Darwin 1837b, citado en Herbert 1980: 130). Es cierto que está marcando una diferencia, pero también es claro que en esos párrafos está aludiendo al hecho de la transformación de las especies domesticadas, de las cuales provocativamente Lamarck ya había pedido pruebas de su existencia en estado silvestre.
34En sus cuadernos sobre la transmutación, Darwin volverá sobre el asunto de las especies domésticas, ya convencido de la transformación, y dispuesto a acumular la información para intentar refutar la argumentación de Lyell, y es en ese sentido, dicen Dixon y Radick (2013), que El origen de las especies tenía un destinatario: Charles Lyell. Para Darwin fueron fundamentales (y como un reto) los argumentos de Lyell (y de Cuvier) sobre lo que consideraban la imposibilidad de la transformación de las especies domésticas. Eso significa que, cuando Darwin se introduce en la discusión, las especies domésticas ya estaban en el centro del debate sobre la transformación de las especies, y lo estaban antes de que arribara a la idea de selección natural.
35En sus memorias reconoce claramente su deuda metodológica con Lyell, pero no señala las conjeturas que hace Lyell en contra de Lamarck, utilizando como ejemplo las especies domesticadas, pero es claro que tenía conocimiento de esa argumentación y eso lo motiva a colectar información de lecturas y de hábiles criadores y jardineros: “todos los datos que condujeran de alguna forma a las variaciones de los animales y plantas domesticados y en la naturaleza” (Darwin [1958] 1987: 109).
36Uno de esos hábiles criadores, que había recogido parte de los saberes y prácticas sobre la domesticación, era John Saunders Sebright, quien en 1809 había escrito El arte de la crianza, un arte que: consiste en la selección de hembras y machos, intentando criarlos juntos, en referencia a los méritos y defectos de unos y otros (Sebright 1809: 5), la obra en cuestión fue leída por Darwin. Las diez veces que Sebright utiliza en su libro la idea del arte de la crianza, es con la idea de selección, y es con relación a la selección en la crianza, la cual incide en las características de la descendencia.
37Considerando lo señalado hasta aquí, es fácil comprender por qué Darwin dedicó cerca de tres décadas al esfuerzo sistemático del estudio de la selección artificial, la compilación de “los hechos” como él mismo los llama, que le sirvieron para la preparación de El origen de las especies (1859), y también más tarde para la elaboración de su obra La variación de animales y plantas bajo domesticación (1868), más extensa aún que El origen.
- 6 Para una discusión detallada sobre el origen de estos conceptos ver Alter S. (2007b: 231-239) y Gin (...)
38Es claro que otorgó una gran importancia a los temas de la variación, la selección, la cruza, y la obtención de razas de plantas y animales domesticados, tales como vacas, caballos, ovejas, perros, gatos, conejos y muy destacadamente palomas, y orquídeas, prímulas, melocotones y otros vegetales más, dándose a la tarea de recopilar informes detallados, comprender la diversidad de prácticas de los criadores y, a partir de ello, acuñar conceptos como selección consciente o metódica y selección inconsciente, que fueron incluidos en lo que denominó selección artificial6.
39Es importante señalar que la acumulación de estos conocimientos la hizo de manera no sólo directa, sino también indirecta a través de la elaboración de un cuestionario que, a modo de encuesta, envió por correo a múltiples criadores y cultivadores, además de largas conversaciones y entrevistas directas e indirectas, y en general el esfuerzo de acumular evidencia a partir de la información ofrecida por profesionales, criadores especializados y personas que tenían contacto directo con especies y variedades de animales, que a Darwin le interesaban.
- 7 Ver el cuestionario de 21 preguntas: Darwin, C.: Questions about the breeding of animals, disponibl (...)
40En el Cuestionario7 se inquiere sobre diversos aspectos de la cruza entre variedades silvestres y domésticas, o entre dos tipos de variedades domésticas, las formas en que se ve afectada la descendencia, en particular por la endogamia o la persistencia y/o modificación de diversos hábitos de los animales, refiriéndose principalmente a los perros, los cerdos, los caballos, las palomas y las gallinas, con el propósito de explorar los cambios en la constitución de estos organismos, por lo que las respuestas obtenidas fueron modelando su percepción del efecto de la selección en la descendencia, hasta convertirse en certeza: “Pronto descubrí que la clave del éxito de un hombre en la crianza de razas útiles de animales y plantas es la selección. Pero la manera en que la selección pudiera ser aplicada a organismos que viven en estado natural fue todavía durante algún tiempo un secreto para mí” (Darwin [1958] 1987: 110).
41Entre 1841 y 1844 Darwin leerá mucho sobre la domesticación. En enero de 1841 escribió a W. D Fox, en la que parece ser una de las primeras cartas donde comunica a alguno de sus amigos que sigue colectando toda clase de hechos sobre “Variedades y Especies, para mi trabajo que algún día se titularía así” (Burkhardt 1999: 99). Al siguiente año le escribió a Henry Thomas De la Beche para obtener información sobre la descendencia de los cruzamientos que se daban entre animales salvajes y domesticados (Burkhardt 1999: 100). El 12 de octubre de 1844 Darwin le dirá a su amigo L. Jenyns que ha seguido leyendo y coleccionando hechos sobre la variación de los animales y que ha podido sacar algunas conclusiones sólidas (Burkhardt 1999: 111)..
42La acumulación de la amplia evidencia de plantas y animales domesticados le sirvió a Darwin para escribir parte del Ensayo de 1842 y el Ensayo de 1844 (Darwin F. 1909) elaborar el primero y el quinto capítulos de El origen de las especies, dar numerosos ejemplos a lo largo de ese libro, reconocer que la variabilidad dificultaba la clasificación de los géneros y especies, así como escribir La variación de animales y plantas bajo domesticación (Darwin ([1868] 2008).
43Gran parte de lo que Darwin leyó y gran parte del material que recopiló sobre la cría de animales y el cultivo de plantas, que él caracterizó como “selección artificial”, se refería a fenómenos que se habían generados a lo largo de miles de años de procesos selectivos, mediante las prácticas de domesticación. Es por ello que mostró un gran interés sobre los saberes y prácticas de otros pueblos con largas tradiciones históricas como el chino y el árabe, a los cuales no visitó, pero que considera altamente civilizados. También dedicó atención a algunos pueblos antiguos americanos debido a las variedades de plantas cultivadas y de manera específica fija su atención sobre el tabaco y el maíz (Burkhardt 1999: 174).
44En el capítulo primero de El origen de las especies escribe sobre la antigüedad con que se conoce el principio de la selección y refiere ampliamente la existencia de tratados sobre el tema y los ejemplos de selección, cruza de variedades y obtención de productos perfeccionados en Egipto, India y Persia, a propósito de las palomas. También lo señala, en términos generales, para el Imperio romano y para China.
45Para ahondar en esa perspectiva milenaria, en enero de 1856 le pidió a John Edward Gray que intercediera ante Samuel Birch para tener acceso a la traducción de algún trabajo chino, antiguo o moderno, descriptivo, o simplemente enunciativo, de las variedades de palomas y aves de corral o patos domésticos, criados por los chinos, y así mismo de los perros, ovejas, ganado, etc.; pero mostrando mayor interés por las primeras. El 15 de marzo de ese mismo año, le hizo saber a W. D. Fox que el día anterior estuvo en el Museo Británico consultando las enciclopedias chinas traducidas (Burkhardt 1999: 176).
- 8 Cita abundantemente en El origen de las especies a dos ilustres miembros de la familia De Candolle. (...)
46Es muy importante hacer notar que Darwin leyó y fundamentó buena parte de su información sobre geografía botánica y plantas cultivadas en las obras de los De Candolle (1855 1882), a quienes refiere muchas veces8. Debido a ello, puede señalar que los Centros de Origen de plantas domésticas se corresponden con las regiones habitados por las Culturas clásicas de la antigüedad.
47Así también subrayar la atención que Darwin puso sobre la desaparición de los ancestros silvestres de especies muy modificadas o manipuladas con propósitos antropocéntricos, lo que ahora se denomina germoplasma originario, en aquellas áreas donde se conjugan grandes culturas y sitios de gran diversidad. Consideramos que Darwin responde así a la provocativa pregunta de Lamarck, con mayores evidencias y explicaciones, cuando señala:
“Muchas modificaciones acumuladas así, lenta e inconscientemente, explican a mi parecer, el hecho bien conocido de que en cierto número de casos no podamos reconocer — y, por consiguiente, no conozcamos— el tronco primitivo silvestre de las plantas cultivadas desde más antiguo en nuestros jardines y huertas” (Darwin [1859] 1988: 85).
48Por otra parte, los saberes y las prácticas llevadas a cabo por los pueblos originarios, campesinos o pastores, de los países de América que visitó y estudió durante el viaje del Beagle y aun las de los habitantes de África, Tahití, Nueva Zelanda y Australia si bien fueron clasificadas por él dentro de la categoría de selección artificial inconsciente, debido a que los consideraba como un proceso imperfecto propio de “civilizaciones atrasadas” (Darwin [1868] 2008) no obstante, afirma que ambas prácticas, conscientes o inconscientes, habían generado nuevas especies.
49Ni en América ni en el resto de los países visitados por el Beagle había, en esos momentos textos, tratados o registros de medidas tan detallados como los europeos, tampoco Darwin hizo ahí estudios sistemáticos sobre el tema, por lo que dichos saberes y prácticas fueron parcialmente registrados a partir de sus entrevistas y vivencias, mediadas por las traducciones, es por ello por lo que no los integró ni formaron parte de su reflexión, como se puede ver en La variación…. (1868). A pesar de ello, expresa un gran interés por este tipo de selección: “… para nuestro objeto es más importante una forma de selección que puede llamarse inconsciente, y que resulta que cada uno procura poseer y sacar crías de los mejores individuos” (Darwin [1859] 1988: 83).
50Ahora sabemos, con base en los trabajos de De Candolle (1882), Vavilov (1931, 1992), Harlan (1971, 1975) Ucko & Dimbleby (2009), Larson & Fuller (2014) y otros, que en todo el planeta se produjeron procesos de domesticación importantísimos, inicialmente cristalizados en los ocho grandes centros de origen y diversificación de plantas cultivadas (denominados Centros Vavilov), y en las grandes regiones de domesticación y diversificación animal, ya que ha aumentado considerablemente en número y complejidad (Smith 2006, Pickersgill 2009, Larson et al. 2014). Ahí se produjeron algunos de los vegetales más utilizados mundialmente hoy, como el sorgo, la mandioca, la papa, el maíz o el cacahuate. Sabemos también, como lo han mostrado las investigaciones realizadas por etnoecólogos y etnobiólogos, que la domesticación en muchas regiones del mundo no incluyó especies vegetales o animales aisladas, una por una, sino conjuntos de especies en sistemas de policultivo y crianza, y también, de manera muy importante, el manejo y domesticación de paisajes (Balée 1994, Anderson 1997, Erickson 2006, Fuller & Boivin 2009, Corona-M. 2013, Zeder 2015, Casas et al. 2016b, Bahuchet 2017, McKey 2019, Corona-M. et al. 2020 y 2021, Bogaard et al. 2021).
- 9 Parte de las prácticas tradicionales de selección en Inglaterra fueron incorporadas a las prácticas (...)
51Como ya fue señalado, los fenómenos que produjeron los materiales recolectados por Darwin sobre la crianza de animales y cultivo de plantas, fueron generado durante miles de años de procesos selectivos, a través de las prácticas de domesticación. Muchos de estos conocimientos fueron posteriormente transformados e incorporados a las practicas científicas9.
52Pero también recopiló información sobre los conocimientos y prácticas de criadores de ovejas en Inglaterra, los cuales ofrece como un buen ejemplo de selección artificial, mencionando nombres de criadores famosos como Bakewell, Colling, Ellman y otros.
“Lord Somerville, hablando de lo que los ganaderos han hecho con la oveja, dice: ‘Parecería como si hubiesen dibujado con yeso en una pared una forma perfecta en sí misma y después le hubiesen dado existencia’. Generalmente el perfeccionamiento no se debe, en modo alguno al cruce de diferentes razas; todos los mejores criadores son muy opuestos a esta práctica, excepto, a veces, entre sub-razas muy afines; y cuando se ha hecho un cruzamiento, una rigurosísima selección es aún mucho más indispensable que en los casos ordinarios” (Darwin [1859] 1988: 80).
53A partir de los conceptos darwinianos sobre selección artificial consciente e inconsciente, vemos que la diferencia que establece entre un tipo y otro estriba en que el primero tiene un plan, una imagen ideal de variedad o raza a la cual arribar (Darwin [1859] 1988: 85). Para no dejar lugar a dudas, insiste en la imagen ideal y la necesidad, en todo caso, para distinguir la selección consciente de la selección inconsciente, de que la primera procede con formas de registro del “antes” y el “después”:
“[…]. Cambios lentos e insensibles de esta clase no pueden nunca reconocerse, a menos que mucho tiempo antes se hayan hecho de las razas en cuestión medidas positivas y dibujos cuidadosos que puedan servir de comparación” (Darwin [1859] 1988: 83).
54Vemos aquí otro elemento de la caracterización que hace Darwin sobre la selección consciente, es decir, que deben existir dibujos, registro de medidas, textos y tratados sobre el tema.
55Reafirma la idea de que la selección ni como práctica ni como concepto son asuntos nuevos, pues se conocen desde la más remota antigüedad, pero remite a tan sólo finales del siglo XVIII las prácticas sistemáticas de selección artificial:
“Puede hacerse la objeción de que el principio de la selección ha sido reducido a práctica metódica durante poco más de tres cuartos de siglo; ciertamente, ha sido más atendida en los últimos años y se han publicado muchos tratados sobre este asunto, y el resultado ha sido rápido e importante en la medida correspondiente. Pero está muy lejos de la verdad el que el principio de la selección sea un descubrimiento moderno” (Darwin [1859] 1988: 82).
56Cuando Darwin escribe que se han publicado muchos tratados importantes, se refiere a una literatura producida de manera específica por granjeros, hortelanos, agricultores y criadores de animales que mostraban la sistematización de las prácticas de los granjeros y agricultores ingleses desde mediados del siglo XIX.
57Sus datos le permiten afirmar con certeza sobre las prácticas de selección de los criadores ingleses de ganado ovino y vacuno:
“lo que permite al agricultor no sólo modificar los caracteres de su rebaño, sino cambiar éstos por completo. Es la vara mágica mediante la cual puede llamar a la vida cualquier forma y moldear lo que quiere” (Darwin [1859] 1988: 80).
58En diversos momentos Darwin hizo comentarios llenos de asombro y admiración sobre las habilidades y destrezas de los criadores y agricultores con los cuales entró en contacto a través de diversos medios. Menciona de manera muy respetuosa a los criadores de palomas, a los que conoció y trató durante muchos años, ingresando él mismo a dos clubes colombófilos de Londres y dedicándose durante años a la crianza de estas aves:
“Pocos creerían fácilmente en la natural capacidad y años que se requieren para llegar a ser no más que un hábil criador de palomas” (Darwin [1859] 1988: 71, 81).
59Tampoco dejó pasar la oportunidad de hacer una halagadora referencia a la habilidad de los criadores alemanes de ovejas (Darwin, [1859] 1988: 80).
60Es evidente, por los ejemplos mencionados, que Darwin tuvo una imagen muy clara sobre la selección artificial consciente y al reflexionar sobre la selección natural, las presenta a una como el inverso de la otra. La primera tiene una imagen objetiva a la cual arribar, la segunda carece por completo de proyecto o finalidad.
61Dentro de su personal práctica domesticadora, desarrolló el árbol de la sucesión de razas de palomas a partir de una especie silvestre (Columba livia) (Darwin [1868] 2008: 223-225), reconociendo que los hechos le permitían confirmar el papel de la selección artificial como un ejemplo para ilustrar el concepto de descendencia con modificación, a partir de una condición selectiva.
62Después de abundar en nuevas evidencias, datos e información acumulados a lo largo de los capítulos de La variación de los animales y las plantas bajo domesticación, Darwin establece muy claramente que denomina Selección a tres tipos de procesos, identificando sus similitudes y diferencias:
“El principio de selección puede ser convenientemente dividido en tres clases: Selección metódica [denominada consciente, en textos anteriores], es la que guía a un hombre que se esfuerza sistemáticamente en modificar una raza, según un patrón determinado. Selección inconsciente, es la que sigue el hombre al preservar de manera natural los individuos más valiosos y destruir los menos valiosos, sin ninguna idea de alterar la raza; y sin duda, este proceso produce lentamente grandes cambios (…). Por último, tenemos la selección natural, que implica que los individuos que están mejor adaptados para las complejas y con el tiempo cambiantes condiciones a las que están sometidos, sobreviven por lo general y procrean su clase” (Darwin [1868] 2008: 658-659).
- 10 Para mostrar las relaciones y diferencias entre los diferentes tipos de selección, Darwin utiliza l (...)
63En el párrafo precedente no deja lugar a dudas sobre el polivalente concepto o principio de la selección y enseguida reafirma las estrechas relaciones entre selección artificial y natural: “Por eso he hablado de la selección como el poder superior, aplicado por el hombre a la formación de razas domésticas, o por la naturaleza a la producción de especies” (Darwin [1868] 2008: 880). 10
64En el proceso de construcción de lo que denominó “El largo argumento” (Darwin [1859] 1988: 543), es posible suponer que una vez que acumuló las evidencias de la modificación a través de la domesticación, la selección y la cruza, se preguntó: ¿Cuál es el elemento o factor capaz de sustituir al cultivador en la generación de variedades?, o bien ¿Cuál es el elemento o factor en la naturaleza capaz de sustituir al creador en la creación de las “especies en proceso de formación” o “especies incipientes”? La respuesta fue el principio de la selección natural.
65La síntesis ya mencionada: “El principio de la selección puede ser convenientemente dividido en tres clases: Selección metódica (…), Selección inconsciente (…) y Selección natural (…)” (Darwin ([1868] 2008: 658-659), debe llamar nuestra atención sobre al menos tres aspectos:
a. No las separa a una y otra de manera dicotómica, sino que las hace parte de un conjunto complementario;
b. En la primera la selección se ejerce bajo los móviles de las preferencias y decisiones humanas;
c. En la segunda, los procesos son llevados a cabo bajo móviles humanos, pero también por las consecuencias automáticas de la modificación de las condiciones ambientales.
d. Ambas son, a su vez, tamizadas por la tercera, una vez que se genera por casualidad la variación, actúa sobre esta la selección, a través de presiones ambientales.
- 11 Ginnobili estudia la triada selección artificial, selección sexual y selección natural, afirmando c (...)
66Como lo hemos señalado arriba, Darwin había escrito en su primer capítulo del Origen (1859) un buen conjunto de ideas sobre la “Variación en estado doméstico”, las cuales amplía y profundiza, con más datos y de forma integral, en el capítulo XX de la obra La variación de los animales y las plantas bajo domesticación (1868), al que denomina “La selección por el hombre”. Es aquí donde presenta las tres selecciones como un conjunto interrelacionado. Por ejemplo, respecto a las selecciones metódica e inconsciente, dice que hay diferencias en el procedimiento pero no en la intencionalidad, que siempre se efectúa a partir de deseos, móviles o motivaciones humanas, pues en ambos casos el hombre preserva a los animales que le son más útiles o placenteros, y destruye o descuida los otros, pero aclara que: “La selección inconsciente está tan mezclada con la metódica que apenas es posible separarlas” (Darwin ([1868] 2008: 673) (Subrayados nuestros), e incluso que: “El poder de una larga selección continua, sea la metódica, inconsciente o combinadas, se muestra bien de manera general, al comparar las diferencias que existen entre las variedades (Darwin ([1868] 2008: 677).11
67Después de Darwin, el concepto de “selección inconsciente” se ha enriquecido con nuevos contenidos, tal como lo apunta Zohary: “Dos tipos de selección asociados con la domesticación operan (y se complementan entre sí) cuando las plantas silvestres son puestas bajo cultivo: (a) selección consciente o intencional aplicada por los cultivadores en busca de rasgos de interés para ellos (…). (b) selección inconsciente o automática provocada por el hecho de que las plantas en cuestión fueron tomadas de sus hábitats silvestres originales y colocadas en entornos nuevos (y normalmente muy diferentes) creados o gestionados por el hombre. El cambio en la ecología condujo automáticamente a cambios drásticos en las presiones de selección. En respuesta a la introducción de las plantas en ambientes antropogénicos, numerosas adaptaciones vitales para la supervivencia en entornos salvajes perdieron su aptitud bajo las nuevas condiciones. Se seleccionaron automáticamente nuevos rasgos, lo que dio lugar a la acumulación de « síndromes de domesticación » característicos, cada uno de los cuales se adaptaba al entorno agrícola específico proporcionado por el domesticador.” (Zohary D. 2004: 5). Lo cual pone de relieve no solo la acción directa del domesticador, sino también la importancia de las ecologías agrícolas y los manejos del paisaje (Fuller et al. 2023).
68Como hoy bien se sabe, los tres tipos de selección trabajan sobre la abundancia de la progenie y las variaciones heredables. La selección artificial actúa sobre las variaciones producidas por la naturaleza (por las vías metódica y no metódica, en términos darwinianos), de manera que las acentúa o profundiza, ampliando las divergencias. Y al mismo tiempo, la selección natural actúa sobre las variaciones producidas por la naturaleza en las especies y poblaciones, y actúa sobre ellas cancelando o permitiendo la existencia de las mismas, muchas veces a pesar de la voluntad de los criadores y cultivadores de especies domésticas. Es en este sentido que Darwin escribe que: “Se han aportado suficientes hechos que muestran que la selección natural contrarresta a veces, pero favorece en ocasiones el poder de selección del hombre” (Darwin [1868] 2008: 691).
69Si bien ya desde el tercer capítulo del Origen, dedicado a la lucha por la existencia, afirmaba que “Este principio, por el cual toda ligera variación, si es útil, se conserva, lo he denominado yo con el término de selección natural, a fin de señalar su relación con la facultad de selección del hombre…” (Darwin [1859] 1988: 112), y en el cuarto capítulo se pregunta “El principio de selección , que hemos visto es tan potente en las manos del hombre, ¿puede tener aplicación en las condiciones naturales?” (Darwin [1859] 1988: 129), en la nueva obra continua ampliando su concepción del tema, por ejemplo, en una nota a pie de página de su Introducción a La variación (1868), Darwin se refiere a uno de sus comentaristas y críticos de la siguiente manera: “El Sr. Pouchet ha insistido recientemente (Plurality of Races, traducción al inglés 1864: 83) en que la variación bajo domesticación no arroja luz sobre la modificación natural de las especies. Yo no puedo percibir la fuerza de su argumento, o para ser más exacto, de sus aseveraciones a este tenor” (Darwin ([1868] 2008: 54). (Subrayados nuestros).
70Es por ello que insistimos en que para Darwin el conocer con todo detalle los principios y los procesos que ocurren en la selección artificial, configuraron la ruta que lo llevó entender la selección natural, tal como lo expresa de manera muy clara, en el siguiente párrafo:
“El hombre, por tanto, se puede decir que ha estado ensayando un experimento a una escala gigantesca; y es un experimento que la naturaleza ha realizado sin cesar durante largo tiempo. Por consiguiente, se desprende que los principios de domesticación son importantes para nosotros. El principal resultado es que los seres orgánicos así tratados han variado mucho, y se han heredado las variaciones. Esta ha sido al parecer una de las causas principales de la opinión sostenida desde hace mucho tiempo por unos pocos naturalistas de que las especies en estado de naturaleza experimentan cambios” (Darwin ([1868] 2008: 55) (Subrayados nuestros).
71Tales ideas las enfatiza claramente al cerrar el tema en la Introducción de La variación…, con la siguiente frase, en la que apela al poder explicativo de la selección artificial sobre la selección natural:
“Tenemos la esperanza de obtener así alguna luz, aunque sea poca, sobre las causas de la variabilidad, las leyes que la rigen, como la acción directa del clima y del alimento, los efectos del uso y desuso y la correlación del desarrollo, así como sobre la cantidad de cambio a la que son propensos los organismos domésticos” (Darwin ([1868] 2008: 55). (Subrayado nuestro).
72Finalmente, en el plano de las predicciones de los cambios que ocurrirán en la Historia Natural (hoy denominadas Ciencias de la vida) al adoptarse sus ideas sobre la selección natural, Darwin escribe:
73“Se abrirá un campo de investigación, grande y casi no pisado sobre las causas y leyes de la variación, la correlación, los efectos del uso y desuso, la acción directa de las condiciones externas… El estudio de las producciones domésticas aumentará inmensamente de valor. Una nueva variedad formada por el hombre será un objeto de estudio más importante e interesante que una especie más añadida a la infinidad de especies ya registradas (Darwin [1859] 1988: 569). (Subrayado nuestro).
74Y efectivamente, como en muchas de las predicciones darwinianas contenidas en el capítulo final de Sobre el origen de las especies, la del párrafo antecedente, también se está cumpliendo.
75La enorme importancia que Darwin predijo sobre las producciones domésticas en el futuro, tienen hoy un punto crucial en las especies que alimentan al mundo, en las políticas globales sobre alimentos y el desarrollo sustentable en el planeta. En el caso de México (uno de los principales centros de origen y domesticación del mundo) el maíz es el eje de un fuerte debate tanto sobre su origen y su proceso de domesticación junto a más de una centena de vegetales, como sobre su papel en la autosuficiencia alimentaria actual y futura.
76La domesticación del maíz y los cultivos que lo acompañan en la milpa (frijol, calabaza, chile, tomate, amaranto, hierbas de olor, plantas medicinales y plantas alimenticias conocidas como quelites) han sido el tema principal de los estudios sobre domesticación vegetal en México.
77Respecto al origen mesoamericano del maíz hasta ahora se han propuesto dos áreas posibles: la de Tehuacán y otra más reciente en las tierras bajas del río Balsas. Son varias las hipótesis sobre el posible ancestro que dio origen al maíz (Zea mays ssp. mays): un maíz silvestre hoy desaparecido (Mangelsdorf 1974), un pasto silvestre hoy desaparecido (Weatherwax 1955), el tripsacum (Tripsacum ssp) en hibridación con otro pariente silvestre (Galinat 1964), el teocintle (Zea mays spp. parviglumis) como el antepasado silvestre del maíz (Beadle 1977). Ninguna de las anteriores propuestas e incluso otra denominada hipótesis tripartita, que planteó una mezcla originaria de teocintle, tripsacum y maíz tunicado (Mangelsdorf 1974, Grobman 2004), cuenta con aceptación plena o al menos general, aunque la del teocintle, cada vez gana mayor aceptación (Iltis 1983). ¿Uno o dos teocintles? agregan recientemente Yang et al. (2023), ya que para ellos primero el teocintle (Zea mays ssp. parviglumis) fue parcialmente domesticado y luego ese maíz primitivo se hibridó con otro teocintle de las tierras altas (Zea mays ssp. mexicana), lo que le dio una mejor adaptación a las condiciones del altiplano.
78Producto de investigaciones arqueogenómicas y con base en la enorme diversidad del maíz en el Perú, se ha propuesto la existencia de un origen paralelo en la región altoandina y una fuerte influencia del maíz una vez diversificado en Perú, vuelto a llevar a Mesoamerica desde el sur del continente (Bonavia 2008, Kistler et al. 2020, Dominguez et al. 2024). Esta perspectiva gana fuerza aunque se sabe que no existe teocintle silvestre en Perú (Casas, Comunicación personal 2024).
79Ahora bien, si no se conoce a plenitud su ancestro botánico, sí se conoce quienes fueron los pueblos que lo cultivaron y cuidaron, tal como lo expresa el siguiente autor:
“…si la paternidad del maíz es dudosa, debe recobrarse la maternidad, que es conocida y que corresponde a las culturas aborígenes del centro-sur de lo que hoy es México. Allí hace milenios, la naturaleza y el conocimiento se conjugaron para crear el maíz, sustento material de la vida y sujeto de una larga y contradictoria historia” (Warman 1988: 49).
80En el marco de las discusiones académicas sobre las regiones de origen, la antigüedad y los ancestros del maíz, Hernández Xolocotzi se propuso poner el énfasis en las relaciones actuales entre los pueblos originarios y campesinos con el maíz, las variedades que cultivan y las etapas del cultivo, las formas de selección de la semilla para el nuevo ciclo y la racionalidad de sus decisiones, entre otros temas, dando origen a una gran corriente de trabajo sobre los procesos contemporáneos de domesticación del maíz, es decir, sobre los móviles de la selección bajo domesticación y entender que las motivaciones principales de los campesinos para la selección artificial no solo son los rendimientos o el peso del grano, sino también el sabor, la consistencia, el contar con maíces para las fiestas (maíces de colores negro, rojo), la resistencia al acame, a la sequía y/o al exceso de agua, entre otros. Por ello escribe:
“Es indudable que cada cultura americana ha domesticado al maíz con cariño, con veneración no igualada en la domesticación de otros cereales (…) Observaciones de campo también indican que el agricultor de subsistencia y el indígena conocen: el efecto de la polinización (‘un maíz pinta al otro en la dirección del viento’), e incluso el efecto de la polinización de un maíz con grano de un color sobre los granos de otro color (xenia), así como los diferentes periodos de floración y de maduración de sus maíces. Considero que el conocimiento anterior nos empieza a dar la clave de cómo el agricultor indígena –constante observador del fenómeno biológico de sus cultivos- ha procedido a la selección bajo domesticación (Hernández Xolocotzi 2013: 445).
- 12 Ver Fenzi et al. 2021.
81Hernández Xolocotzi. propuso y difundió el concepto de Agrosistemas para destacar la importancia del sistema milpa y los procesos actuales de domesticación en manos de millones de campesinos y campesinas por lo cual sus ideas siguen siendo trabajadas por alumnos y alumnos de alumnos entre los que señalamos a Rafael Ortega Paczka, Artemio Cruz, Jesús Cuevas, Manuel Parra, Maya Lorena Pérez Ruiz, Luis Arias, Elena Lazos, Patricia Colunga, Daniel Zizumbo y Cecilio Mota, entre otros12.
82Más recientemente, desde una perspectiva interdisciplinaria, con énfasis en la etnobotánica y la ecología, se han desarrollado investigaciones sobre los móviles de la domesticación actual en otras plantas como el gran grupo de las cactáceas, los magueyes mezcaleros, algunos frutales e incluso herbáceas. Aquí se destacan los trabajos de Casas y otros (Casas et al. 2015 y 2016b).
83El desarrollo actual de las investigaciones sobre la continuidad al día de hoy de los procesos de domesticación de plantas y animales, hongos y levaduras, están suscitando un gran interés ligado al relevamiento de las sabidurías tradicionales sobre el medio ambiente (Toledo y Argueta 1993, Pérez Ruiz y Argueta 2011, Argueta y Pérez-Ruiz 2019) y la vida de millones de comunidades agrícolas y campesinas que practican la agricultura familiar en el mundo (Murphy 2012, FAO 2014), así como a las prácticas de manejo agroecológico, los saberes tradicionales, el diálogo de saberes y el desarrollo sustentable (Toledo 2011, Leff et al. 2003, Altieri [1983] 2018) y a la resiliencia de los ambientes y paisajes domesticados (SIPAM 2023), amplios espacios donde persiste una muy alta densidad biocultural (Maffi 2001, Toledo y Barrera 2008).
84Las investigaciones contemporáneas se efectúan ya no solo con base en la paleontología, la arqueología, la lingüística, la historia, la botánica y la zoología, sino también la bioquímica, la genética, la biología molecular, y de manera muy importante de la etnobiología y la etnoecología (Hernández Xolocotzi ([1971] 2013), Hildebrand 2009, McKey et al. 2012, McKey 2019, Roué 2012, Casas A. y cols. 2015 y 2016b, Bahuchet 2017, Narchi & Ruan 2003) encontrando nuevas explicaciones y estableciendo nuevas preguntas sobre las articulaciones entre naturaleza, sociedad y cultura, es decir sobre los procesos bioculturales de larga data.
- 13 Mayr revisando a Lamarck, escribe que la propuesta es muy cercana a los procesos de especiación alo (...)
85La transformación doméstica de los perros fue un tema central de discusión entre Darwin y Lyell porque, dentro de todos los ejemplos de plantas y animales domésticos, los perros ya estaban en el centro del debate desde hacía 50 años. En La Filosofía Zoológica, Lamarck ya había señalado la diversificación de las razas de perros a partir de una especie silvestre de lobo (Lamarck [1809] 2017: 187)13. Lamarck, como I. Geoffroy Saint-Hilaire, habían argumentado que las especies domésticas eran la clave para entender la transformación de las especies, Lyell comprendió y rebatió el argumento central de Lamarck sobre la doctrina de la transformación y sobre la variación continua que se aleja del tronco original, una idea que inspirará de manera profunda tanto a Darwin como a Wallace.
86Al igual que otros autores nosotros abonamos a esta idea la afirmación de que, en esta búsqueda de Darwin, los saberes ancestrales de las culturas clásicas de la antigüedad, como las de Mesoamérica y Los Andes, China e India y otras regiones del mundo, así como los saberes populares de criadores, granjeros, hortelanos y campesinos de Inglaterra, Alemania y en general de Europa, fueron fuente de datos sobre plantas y animales domesticados, tales como vacas, caballos, ovejas, perros, gatos, conejos y muy destacadamente palomas, y orquídeas, prímulas, melocotones y otros vegetales más, que fue acumulada de manera directa a través de la crianza de palomas y plantas de invernadero, e indirecta a través de los cuestionarios.
87Darwin abordó la idea de la transmutación de las especies a partir de las modificaciones de especies de plantas y animales obtenidas por las prácticas de ganaderos y agricultores de su tiempo, que pueden ser definidos como parte de los saberes tradicionales de los diferentes grupos humanos y lo hizo porque antes de eso había conocido que las plantas y animales domésticos eran la evidencia visible de la transformación. Ese reconocimiento llegó a través de la obra de Lyell, primero en 1832 cuando se encontraba en el curso del viaje del Beagle y posteriormente en 1836 cuando volvió a la lectura de Lyell, justo cuando emprendió su programa sobre la transmutación y comprendió que en el estudio y en el conocimiento sobre las especies domésticas, se encontraban visibles los efectos de los procesos de transformación.
88La enorme cantidad de conocimientos sobre plantas y animales domesticados generados a lo largo de siglos y en diversas culturas convergieron de manera clara en dos momentos de la historia del pensamiento evolutivo: El primero, cuando se convirtieron en el centro del debate de la transformación (Lamarck, Geoffroy Saint-Hilaire versus Cuvier y Lyell), un evento en el que todavía hay muchas preguntas por explorar. El segundo momento, cuando ese mismo caudal de información sobre plantas y animales domésticos confluyó cincuenta años después, en el nacimiento del modelo predominante de transformación con la propuesta de la evolución por selección natural.
89Las investigaciones actuales sobre la continuidad de los procesos de domesticación de plantas y animales, hongos y levaduras, desde la etnoecología y la etnobiología, han renovado el interés por la domesticación y el manejo ambiental, ligado al relevamiento de las sabidurías tradicionales y a la vida de millones de comunidades agrícolas y campesinas que practican la agricultura familiar en el mundo, a través de prácticas de manejo y desarrollo sustentables, la agroecología y la resiliencia de los ambientes y paisajes donde persiste una enorme densidad biocultural en el planeta.
90En el debate sobre los procesos de domesticación, se argumenta sobre la domesticación metódica o consciente y la no metódica o inconsciente. Darwin dio mayor peso a la primera como propósito transformador, sin embargo, las ideas actuales de domesticación inicial (a diferencia de la cría de variedades de plantas y animales ya domesticados) dan mucho más peso a la selección inconsciente.
91Las investigaciones contemporáneas se efectúan ya no solo con base en la paleontología, la arqueología, la lingüística, la historia, la botánica y la zoología, sino también la bioquímica, la genética, la biología molecular, y de manera muy importante de la etnobiología y la etnoecología, encontrando nuevas explicaciones y estableciendo nuevas preguntas sobre las articulaciones entre naturaleza y sociedad, y sobre los procesos bioculturales de larga duración.
Muchas gracias a las diversas revisiones anónimas por sus atinadas sugerencias a la concreción y propósitos del texto. A Serge Bahuchet y a Catherine Hoare por su interés y paciencia. A Inés Argueta y a Tristan Benoit por la traducción de algunos textos seleccionados.