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Comptes-rendus de lecture

El sueño de vivir sin trabajar: una sociología del emprendedorismo, la autoayuda financiera y el nuevo individuo del siglo XXI de Daniel Fridman

Juana Garabano
Référence(s) :

Fridman, D. (2019). El sueño de vivir sin trabajar: una sociología del emprendedorismo, la autoayuda financiera y el nuevo individuo del siglo XXI. Siglo XXI.

Texte intégral

El sueno de vivir sin trabajarAfficher l’image
Crédits : Siglo XXI Argentina. Sociología y Política

1Con el objetivo de comprender las ideas y las prácticas de la autoayuda financiera, como también su contexto de surgimiento y categorías de significado, Fridman realizó dos años de investigación en EEUU y Argentina enfocándose en los seguidores de Kiyosaki, autor del bestseller Padre Rico, Padre Pobre. El resultado de dicha investigación es su libro El sueño de vivir sin trabajar: una sociología del emprendedorismo, la autoayuda financiera y el nuevo individuo del siglo XXI, estructurado en una introducción, donde condensa sus principales interrogantes y referentes teóricos; cinco capítulos organizados en ejes temáticos, en los que mecha teoría y análisis empírico; y dos apartados, el primero con conclusiones teórico-políticas y el segundo con reflexiones sobre la metodología etnográfica.

2Claudio Benzecry, quien escribe la presentación en la edición traducida al español publicada en 2019 por la editorial Siglo XXI, señala que el objeto de estudio de Fridman difiere de aquellas temáticas que estaban en auge durante los primeros años del 2000. La crisis económica, política y social en Argentina, seguida de una restauración del modelo del Estado de Bienestar, había dejado relegada de las agendas de investigación la construcción del neoliberalismo desde abajo. Desde Estados Unidos, Fridman realiza en la Universidad de Columbia sus estudios sobre las ideas y prácticas de la autoayuda financiera que, lejos de aproximarse a las formas de resistencia, presentan una forma de pensar el individuo que pretende dar respuesta a la inquietud del ascenso social. En este caso, el objetivo es iniciar un camino que culmine en generar riquezas sin necesidad de trabajar. Para hacerlo, el abanico de estrategias incluye una fuerte intervención sobre el yo y una manera particular de ver el mundo y el capitalismo tardío.

3Desde una clara raíz sociológica, el autor retoma a Weber (2002) y la pregunta por las condiciones de posibilidad del capitalismo. Con una reactualización de la respuesta a ese gran interrogante, Fridman (2019) analiza las metas éticas y herramientas técnicas que habilitan la acción económica capitalista. En ese sentido, combina dos teorías enlazando sus puntos en común: la gubernamentalidad foucaultiana (Foucault, 2008) y la performatividad económica de Callon (2007). 

4El autor inserta la autoayuda financiera en el concepto de tecnologías del yo, en tanto presenta un conjunto de técnicas con las cuales “los individuos se convierten a sí mismos en blanco de su propia autotransformación” (Fridman, 2019 : 21). Con el objetivo último de la libertad financiera, los seguidores de Kiyosaki aplican activamente una serie de valores éticos explícitos a su vida cotidiana. Ahora bien, el contexto neoliberal de surgimiento de estos grupos implica para el autor pensar las dinámicas de poder de forma no unidireccional, sino con la difusión de las ideas del autogobierno. La retraída del Estado característica del neoliberalismo no es ausencia, sino más bien descentralización del eje de poder. La gubernamentalidad, entonces, es central para el análisis en tanto direcciona la mirada a las formas que asume el poder en la vida cotidiana. 

5Fridman vincula esta transformación del individuo con el aprendizaje y la aplicación de una serie de técnicas concretas. La performatividad económica producida por el cálculo y las herramientas materiales para efectuarlos implica analizar la ciencia económica no como leyes generales, sino más bien desde su condición de construcción social. El autor es crítico a las corrientes de la sociología económica que solo se encargan de demostrar que el homo economicus como tal no existe en lo empírico. En ese sentido, propone “comprender los procesos a través de los cuales las personas adquieren las herramientas que las vuelven similares –aunque con distancias variales del modelo ideal- a lo que los economistas tratan como realidad” (Fridman, 2019 : 27). 

6En ese marco, la teoría del actor red vincula los sujetos y sus técnicas en un ensamblaje común. Es por esto que le dedica centralidad a pensar cómo es el juego de Cashflow y cuáles son los aprendizajes y las tareas concretas que llevan a cabo los seguidores de Kiyosaki. Las herramientas de cálculo aprendidas, entonces, son prótesis que los sujetos amoldan mediante su transformación ética para conseguir libertad financiera. 

7La metodología de la investigación de Fridman es etnográfica. El autor realizó 50 entrevistas cualitativas y participó realizando observación participante en múltiples actividades llevadas a cabo por los grupos seguidores de Kiyosaki, tanto en Argentina como en Estados Unidos. Además, realizó análisis de los contenidos de foros online, libros y materiales audiovisuales. Algunas de las transcripciones se encuentran incorporadas a lo largo del libro y son muy ricas por la diversidad de sujetos que integran las filas de seguidores de Kiyosaki. Las entrevistas, las descripciones de los espacios, el detalle de los eventos y la multiplicidad de trayectorias hacen que la lectura, además de tener potencia analítica, sea muy atractiva.

8En el primer capítulo, “La autoayuda financiera contemporánea”, el autor define que el concepto de autoayuda financiera es un híbrido fluido de recursos culturales, prácticas, técnicas y conocimientos. Para trazar de forma amplia los rasgos que se encuentran presentes en este tipo de literatura, Fridman identifica tres componentes: el económico técnico, relacionado a la inversión y la contabilidad; el emocional o motivacional, que busca influir en la manera de afrontar los riesgos y emociones vinculadas al dinero; y, por último, el componente sociológico, es decir, la explicación sobre cómo funciona el mundo y qué objetivos debe tener el individuo en ese contexto. De esta manera, el autor separa la autoayuda financiera de la autoayuda en general por el lugar central que tiene el aspecto técnico y sociológico. Esto es central, ya que en este caso la creencia no es un fin en sí mismo, sino que habilita prácticas contables concretas.

9Esta dimensión cotidiana de las finanzas personales es asociada al auge del neoliberalismo en los 70 y en el traslado del riesgo social al individuo. En contexto de precariedad laboral e incertidumbre, la autoayuda financiera afirma que el trabajo no constituye un vehículo al éxito. En ese sentido, el lema de Kiyosaki “haga que su dinero trabaje para usted, en vez de usted trabajar para su dinero” dialoga directamente con las experiencias de lo que Fridman categoriza como modelo del riesgo ante la caída de la protección del empleo. Por otro lado, los cambios tecnológicos habilitaron el acceso a herramientas computacionales para una mayor cantidad de población acercando el sistema financiero, cada vez más desregulado, a la cultura popular.

10Para construir el universo de la autoayuda financiera, Kiyosaki teoriza de forma simplificada sobre el cambio de época del capitalismo. Obtener la “libertad” como meta principal implica abandonar la mentalidad de empleado, propia de la era industrial, e ingresar en la era de la información regida por el sistema financiero. Fridman organiza en tres niveles los valores e ideas que Kiyosaki promueve para sus seguidores: la actualización de los conceptos y objetivos de vida en relación con generaciones previas; las herramientas de cálculo y recursos cognitivos y el nivel del yo, que debe abandonar la confianza en las instituciones propia de las épocas anteriores para abrazar el autocuidado y el riesgo como factor inherente a la vida humana. La seguridad laboral, propia del capitalismo tardío y burocrático, es criticada por Kiyosaki en tanto la considera una vieja ilusión.

11Ese rechazo es un paraguas que incluye una amplia variedad de instituciones (entre ellas, la escuela y el sistema de títulos) y saberes certificados (por ejemplo, la contratación de inversores profesionales). Kiyosaki plantea una explicación de la estructura social que divide por clases y el criterio de división es la fuente de ingresos: solo mediante el control de las finanzas y las emociones pueden los individuos moverse de un “cuadrante” a otro, es decir, de ascender a ser experto en finanzas. Sin embargo, esto ocurre solo con el sacrificio que conlleva exorcizar valores y ambiciones de la “era industrial” para adoptar un lenguaje, un entorno y un set de conocimientos específicos que lleven el individuo al éxito.

12En el segundo capítulo, “No se trata del dinero: se trata de la libertad”, Fridman examina con detalle qué implica la idea de libertad financiera dentro del universo Kiyosaki. Además, esquematiza cuatro ideas fuerzas principales: rechazo a la educación familiar, rechazo al sistema escolar, rechazo a la conducta frugal como medio de movilidad social ascendente y el discurso de la autoayuda financiera en relación con el género (Fridman, 2019 : 39).

13El autor delinea la tipología de individuo que plantea la autoayuda financiera y lo vincula con una historización sobre los ideales de libertad y autonomía, principalmente en Estados Unidos. La gubernamentalidad neoliberal dialoga directamente con la centralidad de la libertad en la autoayuda financiera. En ese sentido, el gobierno interno del yo y la dependencia externa al gobierno o amparo de las instituciones, debilitan para Kiyosaki la fortaleza del individuo y la búsqueda por su libertad. Dentro de ese marco de pensamiento, el sueldo esclaviza en tanto limita la independencia individual.

14Fridman identifica que las raíces intelectuales de este andamiaje se encuentran en la ideología libertaria. El autor presenta los principales supuestos de libertarianismo y del movimiento de la recuperación. Mientras que el primero hace énfasis en la potencia del individuo y el rechazo a las restricciones externas, el segundo es un conjunto de discursos menos políticos que se inspiran en los programas de Alcohólicos Anónimos (AA). La emoción principal que se trabaja es la voluntad, comprendida como el rasgo determinante para conseguir la libertad. En ese sentido, Fridman concluye que la autoayuda financiera es una tecnología moderna del yo, que combina ideología libertaria con terapias neoliberales.

15Un subtítulo de particular relevancia es el llamado “Mujeres, dependencia y libertad financiera”, donde analiza los discursos de Kim, esposa y socia de Robert Kiyosaki. Una diferencia central en la propuesta de Kim es la capa adicional de dependencia que tienen las mujeres por su condición de género. No solo deben cultivar la voluntad individual para ser libres del trabajo y el Estado, sino también de sus maridos. Esto no implica que haya una denuncia política a la desigualdad de género, sino que se insta a las mujeres a superar el mayor obstáculo que existe entre una realidad de pobreza y la libertad financiera: ellas mismas. En concordancia con el esquema general, sólo la superación interna hará llegar al deseado éxito, ya que, para Kim Kiyosaki, el mercado no discrimina.

16En este punto, es relevante resaltar que estas ideas centrales son adaptadas de formas diversas en los testimonios de las entrevistas a lo largo del libro. La lectura de las entrevistas es interesante, justamente, para identificar esos acercamientos y distancias. Un ejemplo es la dificultad que se presenta de forma reiterada en aunar la intimidad y las emociones con los cálculos financieros. El sentido común del dinero como algo “frío” sigue resultando un punto de contradicción en mucho de sus seguidores. En definitiva, no todas las personas seguidoras de Kiyosaki abrazan al mismo nivel o de la misma manera el discurso de la autoayuda financiera.

17El tercer capítulo, “De ratas a ricos”, se orienta a analizar el juego de Cashflow en sí mismo y su vinculación con la técnica, el cálculo y la educación financiera. Fridman analiza el juego como una metáfora que realizan los seguidores de Kiyosaki sobre la vida real: extraen de allí conclusiones prácticas para aplicarlas no solo en su relación con el dinero, sino también con sus vínculos. El juego de mesa, similar al Monopoly, es la actividad común de socialización de quienes siguen a Kiyosaki y también la fuente de donde se extraen las simbologías del ideario de la autoayuda financiera. Un ejemplo es la “rata” como aquellos que tienen el estado mental de las personas pobres, y por lo tanto trabajan para subsistir. Mediante el juego, esto explica su concepto de clase: más que una posición social, para Kiyosaki es una elección sostenida por la ideología de la pobreza.

18Retomando aportes de Callon (2007), Fridman analiza Cashflow desde el concepto de realidad material del cálculo. En ese sentido, detalla las escenas de juego pensándolas como un ensamble de seres humanos, técnicas y dispositivos. La planilla de estado financiero que deben actualizar durante el juego quienes participan funciona como prótesis incorporada. En Cashflow, la relación con esa planilla abona a la autodisciplina y la contabilidad. Además, esas técnicas dialogan con un imaginario que se encuentra en contraste con la vida real de cada jugador. Es por esto que encontrarse para jugar es una metáfora que obliga a ejercitar el estado mental de la libertad financiera.

19En el cuarto capítulo, “Crear un mundo de abundancia”, Fridman desmiente la idea de exclusivo interés personal en la autoayuda financiera recurriendo a los aportes teóricos de Viviana Zelizer (2008) y Pierre Bourdieu (1997). El autor identifica una combinación de tipos de interés que se alimentan de la idea de “mundo de abundancia”. En el esquema de pensamiento de Kiyosaki, todos pueden hacerse ricos en tanto se corren del principio de escasez. Es por esto que las interacciones entre participantes, líderes, organizadores y autores se rige por una lógica de interés y desinterés. En la autoayuda financiera, el mundo emocional y económico no son mundos hostiles, sino más bien se alienta a desmoralizar el dinero e incorporar rasgos personales que ayuden a tener una “mentalidad de rico” para poder producir riqueza y, en última instancia, libertad. Es por esto que Fridman cuestiona el modelo de “esferas separadas” de Zelizer (2008) para analizar el caso de los seguidores de Kiyosaki. Sin embargo, tampoco se identifica un interés explícito como sugiere Bourdieu (1997) cuando define al campo económico, en tanto el ideario de la autoayuda financiera no tiene como objetivo último llegar al éxito económico de forma exclusiva, sino que se combina con lemas místicos tales como “debes dar si quieres recibir”, e incluso ayudar a que mayor cantidad de personas puedan obtener la libertad que se predica. De hecho, el propio negocio en sí mismo que se motoriza, por ejemplo, de la venta de libros de este tipo de literatura, es considerada un acto de interés (obtener riqueza) que se potencia con un acto de desinterés (compartir el conocimiento sobre cómo se obtiene riqueza).

20Por último, el capítulo 5, “El sueño americano en Argentina”, se orienta a un análisis comparativo entre Argentina y EEUU, para identificar las dinámicas de readaptación en Latinoamérica de este paradigma de autoayuda. Fridman señala que los usuarios argentinos no expresan ingenuidad sobre las condiciones de producción de Padre rico, padre pobre, ya que entienden que es un producto importado creado en otro contexto económico. En ese sentido, el autor es crítico a pensar el consumo de autoayuda financiera en Argentina como una recepción pasiva o, en contraposición, desde una resistencia activa. Más bien, ingresa por una tercera alternativa que llama “adopción activa”, es decir, una instancia de “americanización” producida activamente por los usuarios. De esta manera, se establece un puente entre su carácter extranjero con los contextos locales. En las entrevistas, esto se traduce en testimonios reflexivos sobre un contexto económico mucho más arduo en el cual se deben llevar adelante las inversiones, pero con interés en las lógicas planteadas más allá de las posibilidades concretas de préstamos, sistema financiero estable u otras facilidades para emprender que tiene Estados Unidos. Además, se recupera la experiencia de las crisis como un valor cultural de anteponerse ante los vaivenes de la economía y saber salir adelante. Esto se alinea con la prédica de la autoayuda financiera para superar los obstáculos que, en su línea argumentativa, no existen por el contexto, sino por los temores y obstáculos individuales autoimpuestos en el camino hac ía obtener libertad y riqueza.

21En la conclusión, el autor vincula el mundo de la autoayuda con políticas de Estado, ONG y organismos internacionales, retomando cuestiones teóricas y políticas analizadas a lo largo del libro. A partir de la caracterización de sujetos neoliberales en construcción, Fridman señala que los espacios en donde se puede identificar de forma explícita o implícita los valores éticos de la autoayuda financiera son múltiples. Envestidos en carácter de técnica (por ejemplo, la “educación financiera”), supuestos fundamentales del pensamiento de Kiyosaki como, por ejemplo, interpretar la pobreza como un “tipo de mentalidad” estereotipada y estigmatizadora de los pobres, se cuelan en instituciones y organismos diversos. De esta manera, el autor señala que una contribución central del libro es examinar dentro de la cultura masiva aquellas tecnologías del yo que configuran sujetos en el plano de la vida cotidiana, por fuera de la esfera política o pública, pero no aislada.

22Por último, en el apéndice metodológico explica su propia posición durante el trabajo de campo, a modo de “confesión reflexiva” sobre su práctica etnográfica. En definitiva, Fridman afirma que, aunque no era tarea sencilla, no pretendía contrastar las ideas de la autoayuda financiera con las propias, sino más bien entender su coherencia interna. Citando a Eva Illouz (2008), el autor afirma que su máxima fue comprender cómo se formaron las prácticas culturales y qué producen. Además, explicita el ejercicio de equilibrio entre ir al campo con criterios previos para acomodar las notas y delimitar la mirada, a la vez de no regirse tajantemente por una sola teoría. En ese sentido, señala que la teoría sí funcionó como guía, pero no como limitante.

23Daniel Fridman plantea en su investigación interrogantes que, al correr del siglo XXI, han cobrado cada vez mayor relevancia pública. El abordaje del neoliberalismo desde la cultura del emprendedorismo y la formación de valores morales se maridan con la flexibilidad y la caída del modelo del Estado de Bienestar. Hoy, en Argentina en particular, pero también en el mundo en general, es un punto clave para pensar no sólo las ideas y prácticas culturales, sino también las dinámicas políticas. Las tensiones entre capital-trabajo, hacen de El sueño de vivir sin trabajar un imaginario activo con nuevas propuestas y reformulaciones.

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Bibliographie

Bourdieu, P. (1997). Outline of a Theory of Practice. Cambridge University Press.

Callon, M. (2007). What does it mean to say that economics is performative? En D. Mackenzie et al. (eds.), Do economists make markets? On the performativity of economics (pp. 311–357). Princeton University Press.

Foucault, M. (2008). Tecnologías del yo y otros textos afines. Paidós.

Fridman, D. (2019). El sueño de vivir sin trabajar: una sociología del emprendedorismo, la autoayuda financiera y el nuevo individuo del siglo XXI. Siglo XXI.

Illouz, E. (2008). Saving the modern soul. Therapy, emotions and the culture of self-help (pp. 356–372). University of California Press.

Weber, M. (2002). The protestant ethic and the spirit of capitalism and other writings. Penguin Classics.

Zelizer, V. (2008). Pasados y futuros de la sociología económica. Apuntes de Investigación del CECYP, 14, 95–112.

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Pour citer cet article

Référence électronique

Juana Garabano, « El sueño de vivir sin trabajar: una sociología del emprendedorismo, la autoayuda financiera y el nuevo individuo del siglo XXI de Daniel Fridman  »Études caribéennes [En ligne], 59 | Décembre 2024, mis en ligne le 17 décembre 2024, consulté le 11 février 2025. URL : http://journals.openedition.org/etudescaribeennes/31859 ; DOI : https://doi.org/10.4000/13300

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Auteur

Juana Garabano

Universidad Nacional de Córdoba (Argentina)
juana.garabano@mi.unc.edu.ar

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CC-BY-NC-4.0

Le texte seul est utilisable sous licence CC BY-NC 4.0. Les autres éléments (illustrations, fichiers annexes importés) sont « Tous droits réservés », sauf mention contraire.

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