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Editorial

Marco Rampazzo Bazzan, Pamela Soto García, Braulio Rojas Castro, Geraldina Colotti, Emiliano Zanelli, Marco Morra et Fabrizio Carlino
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  • 1 Con la expresión “falsas alternativas” nos referimos a las experiencias que surgieron en los último (...)

1Con la publicación de este decimonoveno Cahier, dedicado a los “espectros del poder popular”, ofrecemos a los lectores los primeros resultados de un proyecto de investigación en curso, que se llevó a cabo durante un año y medio, en forma de un seminario virtual, reuniéndose periódicamente. Este proyecto colectivo surgió de los debates que acompañaron y siguieron a la conferencia Teoría y práctica entre universidades y movimientos, organizada por Anna Pia Ruoppo, Fabrizio Carlino y Marco Morra en el Departamento de Estudios Humanísticos de la Universidad Federico II de Nápoles en diciembre de 2019. Poco antes del estallido de la pandemia del Covid 19, identificamos las movilizaciones que tenían lugar entre Santiago de Chile y Hong Kong, entre Beirut y Bagdad como el signo de un nuevo ciclo de luchas. Bajo el marco más de un cambio de época que de una transición, a nuestros ojos las protestas de 2019 han sido la expresión de una insubordinación latente al sistema de dominación vigente, que sin embargo aún no logra articularse en un proyecto alternativo y radical al “realismo capitalista”. Desde la crisis de 2009, la imposibilidad estructural de que las políticas neoliberales preserven el consentimiento de la población en la competencia global se ha convertido en el telón de fondo en el que se inscribe el apoyo popular a las falsas alternativas soberanistas y populistas, tanto en la derecha como en la izquierda1.

2Estas movilizaciones que han recorrido las calles de los suburbios de Occidente, no perdonan a las metrópolis mundiales, donde las revueltas de los afrodescendientes en EE.UU. y las protestas sociales en Francia en los últimos años han expresado el rechazo a una modalidad de gobierno que no puede -o ya no puede más- responder a las demandas de equidad social y participación ciudadana a través del mercado global, convirtiéndose en un modelo autoritario caracterizado por la centralización del poder en el ejecutivo, y el control de una población que se la quisiera despolitizada, como en los típicos regímenes autoritarios. Leemos estas convulsiones como un signo de la última fase alcanzada por la decadencia irreversible del sistema internacional surgido del final de la Guerra Fría, fundado en el dominio ilimitado del libre mercado y la hegemonía de Estados Unidos como pilares de la llamada civilización occidental. Las protestas de 2019 denunciaron las condiciones de vida que se han vuelto intolerables y la imposibilidad, para las clases trabajadoras, de seguir enterrando en la resignación cualquier esperanza o sueño de una alternativa al actual estado de cosas. Por eso nos reunimos, como investigadores, periodistas y activistas que trabajan en la intersección de la filosofía política con la historia, la literatura y la educación. Formamos un grupo de trabajo para reflexionar juntos sobre nuestra situación, a partir de las voces populares que se alzan en las calles, tanto en nuestros países como en otros. En estas voces reconocemos tanto el grito contra una vida que se ha vuelto literalmente insoportable, como el signo de una transición de época en la que los antiguos y los nuevos excluidos construyen espacios de participación y se reconocen como actores políticos.

3La pandemia, su gobernanza y sus efectos socioeconómicos no han hecho más que reforzar nuestro diagnóstico inicial, a saber, que nuestra situación requiere urgentemente que imaginemos y construyamos una alternativa a la gobernanza de la crisis o a las vías de las transiciones digitales o ecológicas, cuyo precio se presenta a las clases populares como una ley natural, en forma de deudas (públicas y privadas), desigualdades sociales y precarización de las existencias. Nunca hemos tenido la ambición de encontrar una respuesta definitiva a estos problemas. Simplemente expresamos la conciencia de que el presente nos impone como reto, como cuestión urgente y central, la búsqueda de una proyectualidad política que supere tanto el presentismo de la contestación inmediata de lo existente como la reapropiación melancólica de los paradigmas del pasado. Nuestro trabajo pretende ampliar y desarrollar los caminos trazados por el GRM desde 2009 y se inscribe en las actividades que condujeron a la creación del Laboratorio Interdisciplinario de Estudios e Investigaciones Materialistas (LPM) en 20212, asumiendo con decisión el punto de vista del Sur de las Américas y del Sur de Europa, es decir, de las periferias de Occidente, donde vivimos y trabajamos, escuchando lo que se manifiesta en nuestros espacios vitales. En otras palabras, nos convertimos y reconocemos como periféricos, y vemos esta tendencia como nuestro horizonte de acción y nuestro laboratorio de experimentación.

4Algunos de nosotros ya nos habíamos reunido en París, Padua, Valparaíso, Roma, Toulouse y Nápoles. Durante mucho tiempo, la mayoría de nosotros hemos estado comprometidos dentro y fuera de la universidad. Hace tiempo que nos cuestionamos la pérdida de la “conexión sentimental” entre los sectores populares y los herederos institucionales de la izquierda. En 2020, la reclusión forzosa provocada por la pandemia nos ofreció la oportunidad de desarrollar colectivamente un trabajo sobre el apoyo de los sectores más desfavorecidos de la sociedad a los populismos autoritarios o soberanistas, partiendo del presente y moviéndose hacia el pasado. Debido a nuestras historias personales y antecedentes culturales, el punto de partida sólo podía ser Chile. Nuestro trabajo comenzó en septiembre de 2020, en el 50º aniversario de la victoria de Salvador Allende Gossens como candidato de la Unidad Popular en las elecciones presidenciales chilenas del 4 de septiembre de 1970. Vimos en el Estallido Social de octubre de 2019 no sólo el punto en el que confluyeron, en la actualidad, la mayoría de nuestras cuestiones pasadas y presentes, sino también una inversión simbólica : el paso de una derrota histórica, cuya imagen paradigmática fue el bombardeo de la Moneda el 11 de septiembre de 1973, a la emergencia de una nueva esperanza, con los levantamientos populares y el inicio del proceso constituyente chileno. Así, cincuenta años después del derrocamiento del gobierno de la Unidad Popular, en el país que fue el laboratorio del neoliberalismo asistimos a una novedad que, una vez más, no podía quedar confinada entre los Andes y el Océano Pacífico. Fue aquí donde vimos la manifestación más vívida, simbólicamente hablando, de un espectro que vuelve a rondar las periferias de Occidente, el espectro del poder popular.

5El viejo eslogan “crear poder popular” nos pareció que adquiría un nuevo significado a finales de 2019, como respuesta a las instancias sociales que alimentan los populismos contemporáneos, aunque sin encontrar una solución real a las mismas. Entre Santiago de Chile y Hong Kong, percibimos una intensidad revolucionaria que busca la articulación, sin encontrarla dentro de las opciones políticas disponibles en el sistema electoral. De nosotros depende ayudar a dar forma al imaginario que puede abrir un nuevo horizonte de posibilidades. Estamos convencidos de que la frase There is no alternative de Margareth Thatcher ha empezado a cambiar de significado : no hay alternativa a la transformación del actual estado de cosas. Es en este punto donde resurge el espectro del poder popular, como respuesta a la pregunta que había apuntalado la promesa del comunismo como movimiento que suprime el sistema de dominación y explotación del “capital” sobre el “trabajo” y del “centro” sobre la “periferia”. Decidimos trabajar sobre nuestro tiempo, leído como una transición importante, a lo largo de tres ejes : semántico, imaginarios y prácticas. Por transición mayor entendemos un "nuevo tiempo mundial", comparable al Sattelzeit teorizado por Koselleck, dentro del cual los contenidos de los tres ejes oscilan, enriqueciéndose con nuevos significados, reelaborando los pasados y determinando nuevas formas de apropiación de las secuencias revolucionarias que sólo aparentemente se agotan. Al intentar conectar semánticas, imaginarios y prácticas del presente y del pasado -de un presente y de un pasado determinado- no pudimos evitar detenernos en el punto terminal de la secuencia que estábamos examinando, en el negro umbral del golpe de Estado, que en sí mismo condensa, prepara y contamina los decenios siguientes, un espectro maligno que quizás estemos empezando a conjurar.

6Así, el número está atravesado por dos movimientos : los artículos de Pamela Soto García y Braulio Rojas Castro constituyen dos incursiones en los años del gobierno de la Unidad Popular, dedicados respectivamente al proyecto de reorganización del sistema educativo chileno denominado Escuela Nacional Unificada -que nunca fue implementada debido al golpe-, y a la articulación que la idea de “poder popular” encontró en la política cultural impulsada por el gobierno de Allende. A ello se contraponen las dos entrevistas que cierran el Cuaderno, en las que se reconstruye la trayectoria biográfica de dos militantes políticos y culturales de larga duración : Osvaldo Fernández Díaz, director del departamento de filosofía de la Universidad de Chile en Valparaíso de 1970 a 1972, exiliado en París después de 1973 y miembro de la revista Araucaria, fundador del Centro de Estudios del Pensamiento Iberoamericano (CEPIB-UV) y de la Asociación Gramsci Chile en Valparaíso ; y Silvana Sáez Valladares, una militante que participó desde muy jóven en la resistencia a la dictadura, y una activa luchadora en la transición democrática, y que fue Directora del área de Educación de la Corporación Municipal de Valparaíso (2016-2020).

7En comparación con la unidad de tiempo y lugar, aunque parcial, de este primer movimiento, el segundo siguió direcciones diferentes, mantenidas por la fuerza de gravedad que emana del golpe : Geraldina Colotti analizó la trayectoria de la Venezuela bolivariana a la luz de la violenta conclusión de la experiencia chilena ; Emiliano Zanelli investigó el hilo conductor que une el 11 de septiembre de 1973 con el 1 de octubre de 1965, fecha del golpe de Estado en Indonesia que llevó a la destrucción del tercer partido comunista del mundo en un corto espacio de tiempo ; Marco Morra y Fabrizio Carlino reconstruyeron la acogida, y sobre todo el impacto, que el golpe determinó, en el periodo inmediatamente posterior, en Italia y Francia, respectivamente en las Brigadas Rojas -en particular en su columna romana- y en la Izquierda Proletaria- en vísperas de su disolución.

8Finalmente, la contribución de Marco Rampazzo Bazzan interroga el testamento político de Salvador Allende Gossens, reconstruyendo su legibilidad en la coyuntura actual, tras los levantamientos chilenos de 2019. Sin embargo, al mismo tiempo, el artículo también determina el horizonte en el que se inscriben los dos movimientos realizados por las otras contribuciones, y su legibilidad. Por eso, las palabras con las que se cierra pueden también concluir esta editorial, y al mismo tiempo abrir todo el número, y el trabajo que pretendemos continuar : « si interrogamos [a Allende], no es entonces para resucitar a un ’mesías’, sino para dialogar con un revolucionario creíble, dentro de los límites de su experiencia. Esto responde a nuestra exigencia de retornar críticamente a la cuestión del poder popular y sus empoderamientos singulares como orientación para pensar (en) nuestra coyuntura ».

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Notes

1 Con la expresión “falsas alternativas” nos referimos a las experiencias que surgieron en los últimos diez años en respuesta a la crisis del paradigma gubernamental clásico del neoliberalismo, tanto en América Latina como en los Estados Unidos y en Europa. Por un lado, el modelo neoconservador caracterizado por una derecha autoritaria, populista, liberal en lo económico, que llega a ganar el consenso de una parte importante del electorado, y que busca constituir un nuevo bloque histórico de la burguesía para reproducir el mismo sistema económico y social. Por otro lado, las experiencias populistas y nacional-populares de las izquierdas, que en la última década intentaron canalizar el disenso, experimentando vías de transición post-neoliberal, que nos parecen fracasadas en sus estrategias discursivas y políticas, entre la búsqueda de un consenso electoral sin fuerza social, y la articulación sistemática de una práctica consociativa.

2 https://lipm.hypotheses.org/

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Pour citer cet article

Référence électronique

Marco Rampazzo Bazzan, Pamela Soto García, Braulio Rojas Castro, Geraldina Colotti, Emiliano Zanelli, Marco Morra et Fabrizio Carlino, « Editorial »Cahiers du GRM [En ligne], 19 | 2022, mis en ligne le 22 novembre 2022, consulté le 14 novembre 2025. URL : http://journals.openedition.org/grm/3709 ; DOI : https://doi.org/10.4000/grm.3709

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