1En las últimas dos décadas abundan los trabajos sobre las derechas populistas, radicales y extremas en el mundo. Este interés responde a la radicalización, así como a la declinación de los partidos moderados que han adoptado expresiones nacionalistas y xenófobas. Mientras en Europa el sentimiento antiglobalización se transformó en un antieuropeísmo y nativismo; en Estados Unidos, el conservadurismo se extremó con el arribo del Tea Party y Alt Right, y en el Partido Republicano, con la presidencia de Donald Trump.
2En Latinoamérica, las derechas han sido asociadas a las elites y también a las clases menos favorecidas de valores conservadores sobre la familia, la tradición, y la patria. Históricamente, han incorporado un sentimiento militar nacionalista y un férreo anticomunismo. Por ejemplo, las derechas moderadas han sido los gobiernos de S. Piñera en Chile, E. Peña Nieto en México y de M. Macri en Argentina. Mientras que las radicales aparecen en el gobierno de Jair Bolsonaro en Brasil, y en los liderazgos de J. Milei de Argentina, G. Manini Ríos de Uruguay, y José Antonio Kast de Chile. A ellos les une al menos cuatro elementos: la defensa del orden natural, su asociación al neo-pentecostalismo, el anticomunismo, y en el caso de Bolsonaro, Manini y Kast, la reivindicación de las dictaduras militares.
3Este ensayo explora los discursos programáticos del Partido Republicano Chileno, en adelante PR, buscando caracterizar elementos de continuidad y estrategias de posicionamiento en el sistema chileno de partidos políticos.
- 1 Sin embargo, la radicalización de partidos de derecha tiene antecedentes en facciones y grupos naci (...)
4Un partido de derecha radical es un fenómeno reciente dentro del sistema partidario local1. Tras el retorno a la democracia en 1989, el sistema de partidos se dividió en dos coaliciones de izquierda y derecha. En el caso de la derecha, se conformó por la Unión Demócrata Independiente (UDI) partido asociado al régimen militar de A. Pinochet (1973-1989) de base popular que rompió el monopolio del Partido Comunista en las clases bajas. Su fundador, Jaime Guzmán, fue un importante asesor de la dictadura, que amalgamó la doctrina política y social del régimen: una mezcla de economía neoliberal, sociedad desmovilizada políticamente y conservadurismo social. Por su parte, el segundo partido, Renovación Nacional (RN), posee un perfil conservador liberal y liberal económico, siendo su origen el histórico Partido Nacional.
5En Chile, la aparición de nuevos partidos obedece a un desgaste del sistema. La falta de renovación interna impulsó a una generación que creó su propio camino. Paralelamente, la introducción de nuevas leyes electorales fomentó la aparición de nuevos actores como una forma de reducir una alta y creciente desafección que ha ido adquiriendo una dinámica antipartidista y una fragmentación cada vez más acentuada.
6Lo anterior explica porque los nuevos partidos conservadores chilenos – Evolución Política (Evópoli) fundado en 2015, y el Partido Republicano en 2019 – no se diferencian ideológica ni programáticamente de los partidos que les dieron origen. Por ejemplo, la base electoral de PR se constituyó de exmilitantes UDI descontentos por el rumbo tomado el partido durante la década de 2010. Este fue un giro ocurrido durante primer gobierno de S. Piñera (2010-2014), donde un supuesto ajuste programático se utilizó como estrategia electoral: una huida hacia el centro político en que los partidos de derecha tradicionales incorporaron elementos propios de partidos progresistas. Este reposicionamiento fue dejado de lado tras las protestas ocurridas en Chile durante octubre de 2019.
7A partir de ese momento, las derechas chilenas radicalizan su discurso, lo que entregó ventajas a este partido. Así el fundador del PR José Antonio Kast compitió en las elecciones presidenciales de 2017 y 2021. En esta última obtuvo 1.961.779 votos (27,91% en la primera vuelta) superando al candidato oficial de la coalición. En el balotaje logró 3.650.662 votos (44,13% de los sufragios nacionales) porcentaje muy superior a su primera incursión presidencial (2017) donde alcanzó el 7,93% de los votos.
- 2 Es una distribución territorial muy similar a su partido de origen, la UDI, que paradojalmente es e (...)
8Actualmente el PR es el 11mo partido nacional, posee un Senador y 13 representante en la Cámara Baja. Cuenta con 20.469 militantes de ellos, un 70,38%, son hombres y un 29,62% de mujeres, siendo uno de los partidos con menor participación femenina del país. Su distribución territorial2 sigue el patrón general de los partidos ubicándose en las regiones más pobladas: un 35,05% en la Región Metropolitana; un 10,22%, en Valparaíso, y un 8,03%, en Biobío. A su vez tiene una presencia significativa en las regiones donde las iglesias neo-pentecostales poseen una gran penetración en sectores pobres y rurales (Maule 5,91%; Araucanía; 5,79%, y Los Lagos, 4,96%). El promedio de edad de su militancia es de 47 años (datos extraídos del Servicio Electoral Chileno, 2022).
9Hay tres elementos del PR que lo instalan en la definición de radical: su nacionalismo cultural, la búsqueda del elector cristiano y el discurso sobre la seguridad pública. A pesar de ello, no se observa una diferencia fundamental en comparación con otros partidos conservadores: muchas de estas propuestas son herencias de su partido de origen UDI, por ejemplo, el énfasis en la familia "como núcleo fundamental de la sociedad", el concepto de libertad o el fomento a las asociaciones no partidarias, "los cuerpos intermedios". Incluso muestra principios programáticos que podrían leerse en declaraciones de diferente posición ideológica. Lo distintivo es el énfasis de su discurso, mientras la UDI se ha moderado, el PR se ha radicalizado.
10Tal vez el elemento más idiosincrático del PR sea el nacionalismo cultural. Esta es una de las corrientes ideológicas de más arraigo en Latinoamérica, pero de interrumpida tradición en Chile, un desarrollo discontinuo se explica por el uso que le han dado diversas tradiciones: desde el Movimiento Nacional Socialista (nazismo local) en 1930 hasta emerger a mitad del siglo XX en el"“corporativismo, anticomunismo, tercerismo" (Diaz Nieva J., 2018).
11En el caso de las expresiones que acompañan al PR estas son una versión cultural e identitaria: "defender y reivindicar el concepto de Patria", aquí podemos observar un indicio divergente frente al partido UDI. Este último no se refiere a la "Patria" en sus principios programáticos, si no al concepto de "Pueblo", lo que se entiende porque UDI ha buscado ser un partido de clase. Por el contrario, en el PR está la versión nativista, donde el concepto de Patria tiene que ver con una "comunidad de carácter simbólico" (Anderson B., 1993) que se recrea en la dictadura militar, una especie de edén perdido donde la idea de unicidad es fundamental "el fetiche de la unidad nacional – territorial, racial, cultural – fue una constante en la historia de esta ideología" (Jara I., 2011). En este aspecto, el discurso contrario a la migración – un elemento reciente en tradiciones latinoamericanas conservadoras, pero que conecta con las nuevas derechas radicales europeas, estadounidenses, y australianas – ha sido incorporado, no a sus principios programáticos, pero sí a vocerías. Un ejemplo son los discursos sobre una migración restringida, la creación de una unidad policial especializada y una barrera física en el límite norte del país.
- 3 Este nacionalismo se identificaba con la "necesidad de restaurar y reforzar el espíritu nacional, l (...)
12En relación con lo anterior, si bien sus propuestas económicas van en la línea de disminución del gasto fiscal y reducción de impuestos, llama la atención la incorporación del capitalismo popular: "entregaremos a los chilenos la propiedad de empresas estatales" (Ferrero A. u I. Gordillo, 2020: 5). Esta es una iniciativa que se enmarca en el nacionalismo de la primera parte del siglo XX3 muy alejado de la síntesis neoliberal chilena. Pero esta paradoja no es particular al PR chileno, el apoyo al libre mercado, pero con énfasis en el desarrollo interno y la defensa de un Estado de bienestar son los discursos del partido polaco Prawo i Sprawiedliwość (PiS) (en castellano: Ley y Justicia), y de otras derechas radicales proclives al proteccionismo, como La Lega (Italia), Rassemblement National (Francia) y Vox (España) (Ferrero A. u I. Gordillo, 2020).
- 4 La idea fue propuesta por el senador Manuel José Ossandón del partido Renovación Nacional, e incorp (...)
13Existen alrededor de una decena de partidos conservadores vinculados a iglesias cristianas evangélicas y neo-pentecostales en América Latina, una alianza conectada por posiciones similares sobre la familia y la sexualidad; discursos identitarios sobre la nación, muchos de ellos anticomunistas, antiglobalistas y contradictoriamente neoliberales. No podríamos catalogar al PR como un partido confesional pese a que han señalado: "En el PR creemos en Dios", cuestión que se refleja en el realce que J.A. Kast realizó durante su primera campaña presidencial de 2017 inspirado en los partidos confesionales costarricenses, particularmente, en su propuesta de incorporación de iglesias cristianas al aparato estatal4. En este período, el PR propuso que "las iglesias cristianas […] que comparten la visión cristiano occidental de nuestro país" (Servicio Electoral de Chile, 2017: 13) se transformarán en entidades estatales que podrían apoyar a familias, niños en situación irregular, y en la rehabilitación de "delincuentes y adictos" a través de "Oficinas de Asuntos Religiosos en todas las Intendencias", "[fomentando] su creación en Municipios, elevando además el nivel jerárquico de la Oficina Nacional de Asuntos Religiosos dentro de la estructura del Estado" (Ibid., p. 14). Concordante con lo anterior en su segunda campaña parlamentaria (2021), esta dimensión programática se tradujo en el pacto electoral "Frente Social Cristiano" junto al Partido Conservador Cristiano. Sin embargo, a nivel discursivo esta dimensión fue menos visible, ya que la apelación religiosa solo apareció brevemente en la primera vuelta presidencial de 2021: "Nuestro mensaje es claro: creemos en la defensa y promoción de los derechos inalienables que Dios nos entregó, entre ellos la Vida, la Libertad y la búsqueda de la Felicidad" (Kast J.A., 2021a), para desaparecer durante el balotaje, ya que las menciones relativas a Dios y a la religión, no se encuentran en el programa de gobierno reactualizado para aquella votación.
14Un tercer elemento es la seguridad pública. Si bien se encuentra en los programas iniciales del partido, se le otorga una mayor relevancia para el balotaje de 2021. Este discurso no es privativo del PR, ni de los partidos de derecha chilenos, más bien el enmarque sobre la seguridad pública es común a los partidos conservadores latinoamericanos que a diferencia de los europeos "que tienden a apuntar a los inmigrantes en mayor medida", mientras que los latinoamericanos "se enfoca[n] en enemigos internos de piel oscura y de clase baja, como los bandidos en los barrios marginales" (Mayka L., y A. Smith, 2021).
15Este elemento para el PR es un moderador dentro de su discurso. Por ejemplo, en su primera campaña presidencial de 2017, la propuesta programática se alineó a la agenda conservadora cristiana en su crítica al aborto; pero en su segunda campaña, en 2021, el programa adquiere un tono distinto, enfocándose en los conceptos de "Orden y paz" y "Vida digna y buena" dejando de lado las guerras culturales conservadoras y destacando su interés por "crecimiento económico justo; trato equitativito y reconocimiento a la mujer; y protección del medio ambiente y desarrollo sostenible" (Kast J.A., 2021b). En este último documento, se observa la incorporación de la temática de la desigualdad social, que fue un eje de la discusión relevante en la campaña presidencial de 2021. En la propuesta, el PR manifiesta "[la necesidad] de un mínimo indispensable de bienestar para todos" y "una protección de todo lo que facilita la solidaridad intergeneracional y el despliegue integral de la persona, en alma y cuerpo" (Kast J.A., 2021b).
16A pesar de estar en contra de la instalación de una Asamblea Constituyente para redactar una nueva constitución chilena, el PR participó activamente en este proceso: se presentó en las elecciones de convencionales e instaló 13 de sus representantes en el órgano redactor. Durante ese período, se alió con la derecha moderada y el resto de la oposición. Tras el resultado negativo del referéndum, el PR hizo pública su negativa a participar en otro proceso similar.
17Indagaciones periodísticas vincularon la campaña en redes sociales contra la Asamblea a simpatizantes del PR. Más allá de la veracidad de lo anterior, lo cierto que los discursos que ha instalado el PR son más disruptivos que los de las derechas moderadas locales, en muchas de estas narraciones están presentes elementos como el miedo, traducido en violencia urbana, pérdida de la unidad nacional, y añoranza de la familia tradicional. Para ser efectivos estos discursos deben ser compartidos por una comunidad, por ello, es importante la apelación a una colectividad que se encuentra en peligro. Bajo ese planteamiento, la actual crisis económica y fragmentación política que vive nuestro país incentivan este tipo de discursos radicales.
Flux RSS
