Transacciones necropolíticas en la España contemporánea
Texte intégral
1En 2011 participé en la Comisión de Expertos para el Futuro del Valle de los Caídos nombrada por el gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero y, más concretamente, por el entonces Ministro de la Presidencia, Ramón Jáuregui, destinada a proponer medidas para resignificar y democratizar este complejo monumento. Después de seis meses de reuniones, elaboramos un extenso informe en el que la recomendación estrella era la exhumación de Francisco Franco del monumento y el traslado de José Antonio Primo de Rivera a una cripta lateral. Sobre la conveniencia de la salida de Franco del monumento, se emitieron tres votos particulares en contra.
2La lógica de esta decisión no unánime era que, para transformar el statu quo del monumento, era preciso desmantelar la jerarquía funeraria franquista que lo presidía. Franco y José Antonio han flanqueado durante décadas el altar mayor de la basílica, donde se han celebrado misas diarias desde la inauguración oficial del Valle el 1 de abril 1959 —en el vigésimo aniversario de la victoria militar de Franco. Esta situación ha supuesto durante décadas un anacronismo inexplicable —y ofensivo para los colectivos de víctimas del franquismo— en una democracia consolidada.
- 1 Ferrándiz, Francisco (2011), «Guerras sin fin. Guía para descifrar el Valle de los Caídos en la Es (...)
3Francisco Franco murió en 1975, ¿cómo es posible que la España del año 2011, o del 2018 (cuando está redactado este escrito), aún se debatiera, muchas veces de forma crispada, sobre el destino funerario de un dictador y la gestión de un monumento totalitario como el Valle de los Caídos, erigido a mayor gloria de los vencedores en la guerra? Para entender bien por qué este enorme mausoleo se llegó a convertir en el siglo xxi en un nodo de controversias memoriales sin fácil solución —respecto a sus enterramientos prioritarios, el estatus y gestión de su insólito cementerio, o su posible resignificación— hay que rebobinar unos cuantos años1.
- 2 Véase la página Web del proyecto: <http://www.politicasdelamemoria.org/>.
- 3 Ferrándiz, Francisco (2013), «Exhuming the defeated. Civil War mass graves in 21st-century Spain», (...)
4Desde 2002, primero desde la Universidad de Deusto y luego desde el CSIC, he puesto en marcha un proyecto de investigación sobre las exhumaciones de civiles republicanos ejecutados durante la Guerra Civil, un tema que ha causado una importante repercusión mediática y no poca controversia social y política2. Desde entonces, he llevado a cabo una investigación etnográfica multisituada de larga duración en la que he participado en exhumaciones, ceremonias de homenaje, comisiones institucionales, recogida de muestras genéticas, análisis en laboratorios forenses, ceremonias de reinhumación y otros muchos de los actos conmemorativos de diversa índole que se han ido desarrollando dentro del movimiento memorialista contemporáneo3.
- 4 A finales de 2018, se calcula que el número de fosas comunes exhumadas supera las 700, y el de cue (...)
5En un primer momento, fue la generación de los nietos de los derrotados en la guerra la que se implicó de manera más intensa tras la famosa exhumación de Priaranza del Bierzo (León) del año 2000, promovida por el periodista Emilio Silva. Con las noticias de las primeras exhumaciones, las solicitudes de rescate de cuerpos fusilados de las fosas aumentaron exponencialmente4. En pocos años, respondiendo a la presión de este movimiento social heterogéneo, el gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero diseñó y consiguió aprobar en el parlamento una ley de memoria histórica (Ley 52/2007), no por controvertida e insuficiente menos reseñable.
6Efectivamente, muchas asociaciones y colectivos de víctimas del franquismo quedaron muy insatisfechos con el resultado final. Incluso antes de que fuera aprobada la ley, comenzaron a interponer demandas por desaparición forzada en la Audiencia Nacional. En octubre de 2008, el juez Baltasar Garzón dictó un auto declarándose competente para enjuiciar los crímenes del franquismo apelando al derecho internacional y al reciente establecimiento de las desapariciones forzadas como crimen de lesa humanidad. Poco después se vio obligado a inhibirse. Fue juzgado en 2012 en el Tribunal Supremo por estos hechos, aunque finalmente fue declarado inocente.
- 5 Montoto, Marina (inédita), ‘Un Viaje de ida y vuelta’. La construcción social de la víctima en la (...)
7Pero independientemente de este laberinto judicial, la conexión con la justicia universal ya estaba consolidada. Como resultado tangible de ello, en 2010 algunas víctimas y colectivos empezaron a denunciar las desapariciones y otras violaciones de los derechos humanos en la llamada querella argentina, que empezaría a operar desde Buenos Aires de la mano de la jueza María Servini de Cubría5. Más adelante, la ONU envió a España dos misiones en 2013 y 2014: la del Grupo de Trabajo sobre Desapariciones Forzadas, y la del Relator Especial sobre la promoción de la verdad, la justicia, la reparación y las garantías de no repetición —el colombiano Pablo de Greiff. Ambas emitieron informes contundentes denunciando el desamparo de las víctimas del franquismo y fortaleciendo argumentalmente las demandas del movimiento memorialista.
- 6 Aguilar, Paloma (2008), Políticas de la memoria y memorias de la política. El caso español en pers (...)
- 7 Sánchez León, Pablo, Izquierdo Martín, Jesús (2017), La guerra que nos han contado y la que no, Ma (...)
8La irrupción de estos cuerpos fusilados en el espacio público más de 25 años después de la muerte de Franco y con una democracia consolidada con alternancia política entre derechas e izquierdas, fue para muchos sorprendente, inesperada. La Transición española ha sido repetidamente puesta como ejemplo de un tránsito exitoso entre un régimen dictatorial y uno democrático6. Fueron de nuevo los nietos de la guerra, de manera más protagónica los nietos de la derrota, los que comenzaron a poner objeciones a este relato hegemónico, cuestionando su lógica argumental y política7. ¿Cuál era el precio que se había pagado por las políticas de reconciliación de ese periodo? ¿Por qué no se había prestado la debida atención a las víctimas del franquismo? ¿Cómo era posible que el país aún tuviera un número tan importante de fosas comunes abandonadas a su destino? ¿Por qué se había permitido la total impunidad del franquismo?
- 8 Ferrándiz, Francisco (2019), «Unburials, Generals and Phantom Militaris. Engaging with the Spanish (...)
9Paulatinamente, el debate social y político sobre la memoria de la Guerra Civil y el franquismo se expandió más allá de su matriz originaria en las fosas y comenzó a enfocarse también en la pervivencia de otras expresiones del franquismo en el espacio público: los símbolos, la estatuaria, los nombres de las calles y plazas, etcétera8. Aunque estos temas ya se habían enfrentado durante la Transición —cabe recordar que el Paseo de la Castellana de Madrid se llamó hasta 1980 Avenida del Generalísimo, y la Gran Vía fue Avenida de José Antonio hasta 1981—, cobraron un nuevo impulso.
- 9 Ferrandiz, 2011, op. cit.
10Por su parte, el Valle de los Caídos, que había transitado varias décadas en un cierto un limbo de normalidad patrimonial, comenzó a ser cuestionado con mayor intensidad. Para desconcierto de muchos, se descubrió que algunas de las fosas comunes de republicanos que se estaban buscando ya habían sido exhumadas con anterioridad y trasladadas al Valle a partir de 1959, junto con más de 30 000 cuerpos de casi todos los puntos del país9.
11La intersección entre el proceso de exhumación de fosas comunes y las criptas del Valle hizo que el monumento entrara de lleno en la controversia memorial. La Ley de 2007 prohibió que se llevaran a cabo allí «actos de naturaleza política» o «exaltadores de la Guerra Civil, de sus protagonistas, o del franquismo». Los familiares de republicanos trasladados al Valle han luchado en los tribunales durante años por el rescate de sus cuerpos.
12En este contexto, la onda expansiva de la memoria histórica empezó a cuestionar los entierros de honor de los militares que habían participado en el golpe de estado de 1936. En 2016 se exhumaron los cuerpos de los generales Mola y Sanjurjo del Monumento a los Caídos de Pamplona. En Sevilla, muchos reclaman la retirada del cuerpo de Queipo del Llano de la Basílica de la Macarena. Otras voces han pedido con menos fuerza la exhumación y traslado a panteones privados del general Moscardó, enterrado en el antiguo Alcázar de Toledo (hoy Museo del Ejército). En agosto de 2018, siguiendo las recomendaciones de la Comisión de Expertos de 2011, el gobierno socialista publicó en el BOE un Real Decreto-ley que establecía las condiciones para la exhumación de Franco del Valle de los Caídos.
13Tras múltiples vicisitudes, pugnas con la familia de Franco con mucha proyección pública, y el aval definitivo del Tribunal Supremo, el 24 de octubre de 2019 Francisco Franco fue finalmente exhumado del Valle de los Caídos, y trasladado en helicóptero al cementerio de Mingorrubio en El Pardo. El desenterramiento tuvo un gran impacto social, político y mediático, y supuso un avance fundamental en el proceso de transformación del Valle de los Caídos y, en un sentido más amplio, de recolocación democrática de los cadáveres de la Guerra Civil y la Dictadura. Aunque la familia reclamó honores de Jefe del Estado para el dictador, el gobierno rechazó esta distinción y diseñó una escenografía muy calculada de la exhumación, en la que la familia sacaba el cadaver a hombros del valle en absoluta soledad, en contraste con el gran funeral de Estado que se produjo tras su muerte en 1975. Aunque el traslado de Franco ha sido un acontecimiento fundamental, de una gran magnitud política y simbólica, no cierra ni mucho menos las pugnas memoriales que aún tienen que desencadenarse en los próximos años, en los que España continuará forcejeando con sus fantasmas de la Guerra Civil y la dictadura.
Notes
1 Ferrándiz, Francisco (2011), «Guerras sin fin. Guía para descifrar el Valle de los Caídos en la España contemporánea», Política y Sociedad, 48 (3), pp. 481-500.
2 Véase la página Web del proyecto: <http://www.politicasdelamemoria.org/>.
3 Ferrándiz, Francisco (2013), «Exhuming the defeated. Civil War mass graves in 21st-century Spain», American Ethnologist 40 (1), pp. 38-54; Id. (2014), El pasado bajo tierra. Exhumaciones contemporáneas de la Guerra Civil, Barcelona, Anthropos/Siglo XXI.
4 A finales de 2018, se calcula que el número de fosas comunes exhumadas supera las 700, y el de cuerpos recuperados los 9 000. Gracias a Lourdes Herrasti y a la Sociedad de Ciencias Aranzadi por estos datos actualizados.
5 Montoto, Marina (inédita), ‘Un Viaje de ida y vuelta’. La construcción social de la víctima en la querella argentina contra las víctimas del franquismo, tesis doctoral leída en 2018, Universidad Complutense de Madrid.
6 Aguilar, Paloma (2008), Políticas de la memoria y memorias de la política. El caso español en perspectiva comparada, Madrid, Alianza.
7 Sánchez León, Pablo, Izquierdo Martín, Jesús (2017), La guerra que nos han contado y la que no, Madrid, Postmetrópolis.
8 Ferrándiz, Francisco (2019), «Unburials, Generals and Phantom Militaris. Engaging with the Spanish Civil War Legacy», Current Anthropology, 60 (Supp. 19), S62, DOI: 10.1086/701057.
9 Ferrandiz, 2011, op. cit.
Haut de pagePour citer cet article
Référence papier
Francisco Ferrándiz, « Transacciones necropolíticas en la España contemporánea », Mélanges de la Casa de Velázquez, 50-1 | 2020, 301-304.
Référence électronique
Francisco Ferrándiz, « Transacciones necropolíticas en la España contemporánea », Mélanges de la Casa de Velázquez [En ligne], 50-1 | 2020, mis en ligne le 15 mars 2020, consulté le 16 février 2025. URL : http://journals.openedition.org/mcv/12921 ; DOI : https://doi.org/10.4000/mcv.12921
Haut de pageDroits d’auteur
Le texte seul est utilisable sous licence CC BY-NC-ND 4.0. Les autres éléments (illustrations, fichiers annexes importés) sont « Tous droits réservés », sauf mention contraire.
Haut de page