- 1 Patrick Cottrell, The League of Nations: Enduring Legacies of the First Experiment at World Organiz (...)
1La Sociedad de Naciones (SdN), fundada en 1919 a través del Tratado de Versalles, fue la primera organización internacional multilateral. Establecida en Ginebra, su propósito principal era sentar las bases de un nuevo orden mundial, cuyo pilar fundamental era el mantenimiento de la paz global mediante la cooperación, un esfuerzo que se extendió desde 1919 hasta el estallido de la Segunda Guerra mundial. La SdN no debe ser vista como un superestado con poderes coercitivos, sino más bien como una fuerza emergente fruto de la consolidación de alianzas, redes e instituciones tanto gubernamentales como no gubernamentales. Esta convergencia creó una tribuna invaluable para las pequeñas potencias, proporcionándoles un espacio significativo para defender sus intereses1.
- 2 Annette Baker Fox, The Power of Small States: Diplomacy in World War II, Chicago, University of Chi (...)
2Para los fines de este artículo, se entenderá por pequeñas potencias aquellos Estados cuya diplomacia está condicionada por relaciones estructuralmente desiguales con naciones más poderosas. Si bien estos países ocupan una posición subordinada dentro del concierto de naciones, se definen sobre todo por su limitada capacidad para influir en las dinámicas globales en función de sus propios intereses y prioridades. No obstante, es importante matizar que no todas las pequeñas potencias disponen del mismo margen de maniobra. Así, países como Argentina o Brasil, que durante el periodo logran consolidarse como potencias regionales, cuentan con mayores capacidades de acción que Estados como Colombia o Uruguay, que, si bien buscan afirmar su influencia en los planos regional e internacional, enfrentan relaciones desiguales tanto con las grandes potencias como con los líderes regionales. A su vez, existen casos como los de El Salvador o Guatemala, cuyas estructuras de dependencia frente a los Estados Unidos los vuelven particularmente vulnerables. A pesar de estas limitaciones, su posición subordinada no implica pasividad ni falta de iniciativa. Por el contrario, muchos de ellos recurren estratégicamente a los organismos multilaterales como espacios de proyección y negociación, con el objetivo de mejorar su inserción y visibilidad en el sistema internacional2.
- 3 La prosopografía, una metodología auxiliar en historia, tiene como objetivo caracterizar las partic (...)
- 4 Cf. Martin Grandjean, « Les réseaux de la coopération intellectuelle. La Société des Nations comme (...)
3Este estudio se centra en analizar los actores movilizados por Colombia en el contexto de Ginebra, así como su interrelación con representantes de otras pequeñas potencias. Para ello, se han considerado las delegaciones con las cuales los diplomáticos colombianos establecieron vínculos significativos. Con el fin de identificar y comprender estas interacciones, se optó por un enfoque cuantitativo basado en una base de datos prosopográfica3. Esta metodología permite renovar la historiografía mediante un estudio de caso centrado en la diplomacia colombiana en la SdN, al tiempo que contribuye a caracterizar la naturaleza de su acción diplomática. La participación de múltiples pequeñas potencias revela una búsqueda compartida de mecanismos que les permitieran acceder a una representación más equitativa en los espacios de decisión. En este sentido, el enfoque adoptado permite evidenciar los lazos de cooperación entre los actores colombianos y sus homólogos de otros pequeños paises, quienes articularon esfuerzos comunes con miras a formular estrategias colectivas capaces de contrarrestar la influencia predominante de las grandes potencias4.
- 5 Hemos considerado las delegaciones de las pequeñas potencias, con las cuales los delegados colombia (...)
- 6 Georges Ottlik, Annuaire de la Société des Nations, Genève, Ediciones de Ginebra, luego Ediciones d (...)
- 7 Concretamente los atributos de nuestra base de datos incluyen los siguientes elementos: nombres y a (...)
4Para dar alcance a los objetivos planteados, hemos construido una base de datos que reúne información sobre la trayectoria profesional de 1 517 individuos pertenecientes a 30 nacionalidades distintas5, a partir del anuario elaborado por el diplomático húngaro Georges Ottlik (1889-1966)6. Esta base de datos comprende 21 atributos que permiten el cruce de diferentes datos como la nacionalidad, el año de nacimiento, la experiencia profesional, así como los perfiles político, técnico y diplomático vinculados con la SdN7. Con el fin de adaptarlos a nuestro modelo de análisis y visualización, los datos fueron previamente organizados. El anuario de Ottlik recopila las actividades de la organización correspondientes al periodo 1920-1927, así como 1928, 1929, 1930, 1937 y 1938.
- 8 Para este estudio, consultamos los siguientes fondos de archivos : Archivos Diplomáticos de La Cour (...)
- 9 Cottrell, op. cit., p. 65-99.
5Lejos de interpretar la experiencia ginebrina como un simple fracaso, este estudio propone una reevaluación de su papel desempeñado en la configuración de redes colaborativas entre países débiles. El objetivo aquí es poner en evidencia el desarrollo de una diplomacia embrionaria propia de las pequeñas potencias, que aspiraron a reformar el orden internacional surgido tras 1919. En este contexto, las delegaciones allí representadas buscaron establecer vínculos de cooperación y apoyo mutuo con otros Estados de trayectoria similar, utilizando la SdN como un espacio propicio para facilitar y consolidar dichas dinámicas8. En los últimos años, la historiografía ha manifestado una atención creciente hacia el estudio de la génesis del multilateralismo, reconociendo el periodo de entreguerras y la ciudad de Ginebra como escenarios pioneros en la articulación de nuevas formas de gobernanza internacional9.
- 10 Christine Manigand, Les Français au service de la Société des Nations, Berne, Peter Lang, 2003, p. (...)
- 11 Yves Viltard, « Que faire de la rhétorique de l’amitié en Relations Internationales ? » : Raisons p (...)
6A partir de 1920, esta organización se consolidó progresivamente como el principal bastión de la nueva diplomacia, promoviendo ideales de paz y transparencia mediante el fortalecimiento de espacios de encuentro entre Estados. De este modo, funcionó como un lugar de interacción privilegiado para un cuerpo diplomático en proceso de consolidación: una sociedad de élite transnacional, plural y reunida en un espacio considerado neutral10. Las delegaciones, además de participar activamente en los trabajos de la Asamblea y en los órganos técnicos del Secretariado, aprovechaban también las múltiples oportunidades informales para socializar con otros actores. Estas interacciones tenían lugar en los pasillos del Palacio de Naciones, en despachos privados o en eventos sociales como banquetes o representaciones teatrales. Tales ocasiones revestían una importancia particular para los internacionalistas, quienes aspiraban a captar la atención de figuras influyentes y a tejer relaciones personales estratégicas que fortalecieran su capacidad de acción y de defensa de los intereses nacionales. Este proceso supuso tanto la apropiación de los mecanismos diplomáticos convencionales heredados del Congreso de Viena, como la incorporación de nuevos actores a las relaciones internacionales, en línea con las dinámicas inauguradas por las conferencias de La Haya de 1899 y 190711.
- 12 Cf. Susan Pedersen, The Guardians: The League of Nations and the Crisis of Empire, Oxford, Oxford U (...)
- 13 Thomas Fischer, Die Souveränität der Schwachen : Lateinamerika und der Völkerbund, 1920–1936, Stutt (...)
7El renovado enfoque historiográfico sobre la SdN se ha nutrido de los trabajos pioneros de la historiadora canadiense Susan Pedersen, quien ha puesto de relieve los vínculos establecidos entre actores como un objeto de estudio en sí mismo, aportando así nuevas claves para comprender las relaciones internacionales del periodo de entreguerras12. En esta línea, investigadores como Thomas Fischer, Laura Caruso, Norberto Ferreras, Juliette Dumont, Juan Pablo Scarfi y Mark J. Petersen han contribuido activamente a visibilizar el papel específico de los países latinoamericanos en el multilateralismo ginebrino, particularmente en ámbitos como la cooperación cultural, la legislación laboral o el derecho internacional13. Esta historiografía se inscribe en un movimiento más amplio de renovación del análisis sobre la influencia de las delegaciones extraeuropeas en el funcionamiento de los mecanismos e instituciones de la SdN. En efecto, estos autores coinciden en señalar que esta primera tentativa de institucionalizar el multilateralismo ofreció oportunidades inéditas a los diplomáticos de los países débiles para incidir en la formulación y aplicación de las normas internacionales que estaban en pleno proceso de consolidación. Asimismo, es importante destacar que Ginebra favoreció la creación de vínculos entre los actores implicados, promoviendo relaciones de cooperación que hasta entonces no se habían desarrollado de manera sistemática en el escenario internacional.
- 14 Wehrli, Yannick, « Un Uruguayen à Genève : Julián Nogueira et l’internationalisme latino-américain (...)
- 15 Badie, Bertrand, L’hégémonie contestée: les nouvelles formes de domination internationale, Paris, O (...)
- 16 Baker Fox, op. cit., p. 9-15.
8Si bien la historiografía ha comenzado a reconocer el papel de los actores latinoamericanos como agentes de cambio en las prácticas de las relaciones internacionales, y en la construcción del multilateralismo contemporáneo, aún no se ha emprendido un estudio que aborde la acción de los pequeños Estados desde una perspectiva de unión y solidaridad. Tal enfoque permitiría repensar la configuración temprana del Sur global, en un momento anterior a la Guerra Fría14. Esta ausencia resulta particularmente significativa si se tiene en cuenta el aporte de la ciencia política, en especial los trabajos de Bertrand Badie y de Annette Baker Fox, quienes han cuestionado la noción tradicional de hegemonía ejercida por las grandes potencias15. Ambos autores sostienen que la hegemonía internacional no es un fenómeno homogéneo ni absoluto, y que ello no implica una inercia estructural de los actores menos poderosos. Annette Baker Fox, en particular, ha explorado los diversos medios por los cuales tanto los Estados grandes como pequeños pueden alcanzar niveles significativos de influencia o resistencia frente a la coerción, recurriendo a herramientas como la economía, la ideología, la estrategia militar o la diplomacia16. En su análisis, esta última se perfila, ya desde el siglo XX, como una herramienta fundamental para los Estados menos influyentes, permitiéndoles proyectarse en la escena internacional e incluso, en ciertas circunstancias, superar a actores más poderosos.
- 17 Cottrell, op. cit., p. 49.
9Pese a que la hegemonía de las grandes potencias constituye una realidad incontestable, esta tiende a eclipsar las iniciativas emprendidas por los otros actores y las estrategias que estos desarrollan para enfrentar un entorno estructuralmente desfavorable a la defensa de sus intereses. En este sentido, consideramos a la SdN como un verdadero laboratorio de oportunidades para los actores que nos proponemos analizar en las siguientes líneas17. Para un país como Colombia, Ginebra no solo representa una plataforma para diversificar su acción diplomática, sino también un catalizador capaz de transformar las relaciones internacionales marcadas por la jerarquía. Asimismo, constituye una vía mediante la cual el país puede aspirar a obtener una posición más acorde a la realización de sus aspiraciones.
- 18 Cf. Cyrus Schayegh, The Middle East and the Making of the Modern World, Cambridge, Harvard Universi (...)
10Nuestro estudio también busca rastrear los centros geográficos desde los cuales emergió esta nueva diplomacia que la SdN contribuyó a acompañar y a estructurar. Para ello, nos apoyamos en el concepto de transespacialización desarrollado por Cyrus Schayegh y Fiona McConnell, el cual permite describir los procesos interconectados que intervienen en la configuración simultánea de ciudades, regiones, Estados y circuitos globales18. El trabajo de Schayegh, en particular, subraya cómo estas diferentes entidades espaciales se han influenciado mutuamente y se han redefinido a través de su interacción, participando así en la conformación de la economía mundial moderna y en el ascenso de nuevos Estados poderosos en la región del Bilad-al-Sham. Esta perspectiva ha sido una fuente de inspiración fundamental para nuestra investigación, ya que nos permite examinar la transformación socioespacial de la diplomacia de las pequeñas potencias durante las primeras décadas del siglo XX, transformación que fue facilitada, en gran parte, por el marco institucional y relacional proporcionado por Ginebra. Esta transformación debe entenderse como parte de un proceso más amplio, el surgimiento de una economía mundial profundamente reconfigurada tras la Gran Guerra, centrada principalmente en Europa, pero caracterizada por una interconexión acelerada de ciudades, regiones, Estados y redes globales a una escala sin precedentes. En este nuevo contexto, asistimos al fortalecimiento de nuevos centros de poder en países periféricos, que comienzan a desempeñar un papel cada vez más activo en la redefinición del orden internacional.
11Para ello, nuestro análisis se articula en torno a tres ejes principales. En primer lugar, ofreceremos una visión general de la agenda política y técnica desarrollada por la delegación colombiana en el seno de los órganos institucionales y técnicos. En segundo lugar, nos centraremos en el perfil del personal colombiano, analizando su composición política, diplomática y técnica entre 1920 y 1938. Finalmente, examinaremos las trayectorias geográficas de la diplomacia colombiana, poniendo especial atención en su interacción con las dinámicas de otros países, tal como se desprende de nuestro análisis cuantitativo. Esta triple aproximación nos permitirá identificar las características específicas del personal colombiano, así como los intereses estratégicos vinculados a su implicación en los mecanismos de cooperación internacional.
- 19 Cottrell, op. cit., p. 50.
12La SdN contaba con una estructura tripartita compuesta por una Asamblea, un Consejo y un Secretariado permanente. La Asamblea, de carácter anual, reunía a las delegaciones de todos los Estados miembros, aunque su función era principalmente deliberativa y no contaba con capacidad decisoria. El Consejo, por su parte, estaba integrado inicialmente por miembros permanentes, los Estados vencedores de la Gran Guerra, y se fue ampliando progresivamente mediante la inclusión de miembros no permanentes, elegidos para mandatos escalonados de uno, dos y tres años. Para las pequeñas potencias, acceder a uno de estos escaños no permanentes representaba una oportunidad estratégica clave para incrementar su visibilidad y su capacidad de influencia en el plano internacional. El Consejo se reunía de forma puntual, cada vez que era necesario abordar cuestiones urgentes relativas al mantenimiento de la paz. Finalmente, el Secretariado, único órgano en funcionamiento continuo a lo largo del año, estaba compuesto por diversas secciones técnicas y subcomités especializados. Su personal, altamente cualificado, tenía como función principal asistir tanto al Consejo como a la Asamblea en sus tareas administrativas, técnicas y organizativas19.
13La participación en la Asamblea varió significativamente a lo largo del tiempo. Entre 1920 y 1922, fue limitada, incrementándose de manera gradual entre 1923 y 1925, hasta alcanzar su punto más alto entre 1926 y 1929. Sin embargo, la crisis financiera de 1929 tuvo un impacto negativo en dicha participación, especialmente entre las pequeñas potencias, cuya presencia en la Asamblea disminuyó notablemente entre 1930 y 1934. No obstante, en el contexto de crisis durante los años 1930, con la invasión italiana de Etiopía, la agresión japonesa en Manchuria o la guerra civil española, así como los conflictos regionales del Chaco y Leticia, se registra un renovado interés por parte de estos países. A partir de 1934, se observa un repunte en su participación, reflejo del intento de muchos de ellos por hacer valer sus posiciones en un sistema internacional cada vez más inestable.
Grafico 1 – Asistencia de las pequeñas potencias a la Asamblea de la SdN
- 20 Este gráfico y el siguiente siguen un código de colores para facilitar la lectura de los datos. El (...)
14El gráfico 1 ofrece una visión general de la participación de las treinta delegaciones incluidas en nuestra base de datos en las Asambleas de 1920 a 193720. Durante el periodo 1920-1924, la asistencia promedio se mantuvo en torno a 25 delegados. No obstante, en 1926 se produjo un aumento significativo, con un total de 133 delegados, seguido de cifras igualmente elevadas en los años posteriores: 109 en 1927, 123 en 1928 y 147 en 1929. Para el año suguiente, se observa una caída abrupta de la participación, con solo 50 delegados registrados, lo que refleja claramente el impacto de la crisis financiera. Entre 1931 y 1933, el promedio de participación se estabilizó en torno a 35 delegados. A partir de 1934, se evidencia una recuperación progresiva: 69 delegados en 1934, 106 en 1935, 157 en 1936 y 167 en 1937. Estos datos permiten identificar dos momentos clave en la participación de los países débiles en el seno de la organización : el primero entre 1926 y 1929, y el segundo entre 1934 y 1937, lo que sugiere una correlación entre el contexto político internacional y el compromiso de estas delegaciones con los trabajos de la Asamblea.
Grafico 2 – Participación a las sesiones del Consejo de la SdN
- 21 Ottlik, op.cit., 1928, p. 242–245.
15Uno de los aspectos más llamativos en materia de representación fue la presidencia de Colombia en la 49ª sesión del Consejo en 1928. Aunque este país había presentado su candidatura como miembro no permanente desde 1921, su apoyo había sido hasta entonces bastante limitado, obteniendo entre uno y tres votos en cada elección 21. No obstante, en las eleciones de 1926 para un mandato de dos años, Colombia logró de manera inesperada obtener 46 votos. Este salto notable, de tres a 46 votos entre 1925 y 1926, captó especialmente nuestra atención, más aún considerando que no se encontraron explicaciones evidentes en los archivos de Ginebra. Para comprender mejor este cambio, decidimos analizar la participación de las delegaciones estudiadas en las sesiones del Consejo, a partir de los datos presentados en el gráfico 2. Entre 1920 y 1925, la presencia de los países estudiados fue relativamente modesta, con apenas 3 y 6 delegados. Aún así, a partir de las sesiones 39 a 50 (1926-1928), se observa un aumento significativo, con cifras que oscilan entre 9 y 12 delegados. Estos datos sugieren que, con miras a las elecciones de 1926, se produjo una forma de coordinación entre los países periféricos, destinada a reforzar su representación dentro de los órganos decisorios, especialmente el Consejo. La elección de Colombia podría así interpretarse como el resultado concreto de esta estrategia colectiva de afirmación diplomática por parte de los actores.
16El Secretariado se apoyaba, para el cumplimiento eficaz de sus funciones, en una red de corresponsales con los que mantenía una comunicación regular. Dentro de este cuerpo de colaboradores, merece especial atención la movilización de un conjunto de expertos técnicos vinculados al poder político en Colombia. Entre ellos destacan figuras como Jorge Bejarano (1888-1966) (ver ilustración 1) y Esteban Jaramillo (1874-1947) (ver ilustración 2), quienes ocuparon cargos públicos entre 1920 y 1940 y actuaron como corresponsales de los comités de Higiene y de Asuntos Fiscales de la SdN. Según los datos representados en el gráfico 4, las delegaciones participaron principalmente en servicios técnicos especializados en ámbitos como las cuestiones sociales, la higiene, la educación, la fiscalidad y el comercio. En este entramado de cooperación, la prensa también desempeñó un papel relevante. Personalidades como Eduardo Santos (1888-1974), propietario del periódico El Tiempo y corresponsal ante el Comité de Prensa, ilustran la implicación de actores mediáticos en los vínculos entre Colombia y la SdN. Cabe señalar que, a pesar de residir en Europa, muchos de estos corresponsales participaron activamente en los debates públicos sobre la política internacional colombiana, ejerciendo así una forma de influencia desde el exterior, que reforzaba la visibilidad internacional del país y su articulación con los debates globales.
Ilustración 1 – Jorge Bejarano.
Imagen extraída de El Tiempo, 4-VI-1920, año X, n° 3125, p. 1
Ilustración 2 – Esteban Jaramillo. Imagen extraída de El Tiempo, 9-XII-1931, año XX1, n° 7253, p. 1
17Según los datos presentados en el gráfico 3, Colombia supo valorizar su experiencia en Ginebra mediante la movilización de ocho corresponsales especializados que participaron en cinco comités distintos: el Comité Fiscal (Cté fiscal), el Comité de Prensa (Presse), el Comité de Higiene (CH/Ens.Hyg), el Comité Económico (CE) y el Comité de Cooperación Intelectual (CICI/CI). En comparación, las demás delegaciones concentraron la participación de su personal técnico en cuatro comités principalmente: el Comité Fiscal, con 25 miembros; el Comité de estudio sobre la malaria (CH/Malaria), con 10 miembros; el Comité Económico, con 16 miembros; y el Comité de la Sección de Información (SI), con 18 miembros.
Gráfico 3 – Corresponsales del Secretariado
18El gráfico 4 muestra que, de los 147 comités técnicos que asistían al Secretariado, Colombia movilizó un total de 23 expertos distribuidos en 19 comités distintos. Esta movilización se inscribe dentro de una tendencia general observada entre los países analizados en nuestro estudio prosopográfico, que tendieron a concentrar su participación técnica en ciertos órganos estratégicos. En efecto, los comités más concurridos fueron el Comité de Arbitraje y Seguridad (CAS), la Comisión Preparatoria para la Conferencia de Desarme (CPD), la Comisión Consultiva y Técnica de Comunicaciones y Tránsito (CST) y el Comité Económico (CE), como lo indican los datos representados en el gráfico 5. Estos órganos técnicos atrajeron un gran número de expertos, evidenciando un cierto interés por incidir en áreas estratégicas de la gobernanza internacional.
Gráfico 4 – Colombia en los comités técnicos de la SdN
Gráfico 5 – Los comités técnicos que más movilizaron personal por parte de las pequeñas potencias en la SdN
- 22 Comiunicado nº 46 de Eugène Langlais, Encargado de Negocios de la República Francesa en Bogotá, dir (...)
19Todos estos resultados ponen de relieve la especificidad de la agenda técnica que Colombia desarrolló en el marco de la SdN, centrada en cuestiones estratégicas que pueden agruparse en dos grandes ejes. El primero abarca temas vinculados al desarrollo interno del país, como las infraestructuras de tránsito y comunicación, tanto terrestres como fluviales, así como asuntos económicos, fiscales y de higiene. El segundo eje incluye cuestiones relacionadas con la paz y el arbitraje, que adquirían una dimensión tanto nacional como regional. En este sentido, Colombia manifestó un interés particular por los mecanismos de arbitraje y por las discusiones sobre el desarme, motivado por el notable incremento en la circulación de armas en la región latino-américana y por la persistencia de litigios fronterizos, con sus países vecinos. La proliferación de armamentos se concentraba especialmente en las zonas limítrofes con Perú y Venezuela, lo que suscitó una fuerte preocupación por parte del gobierno de Bogotá, decidido a preservar la frágil estabilidad que se intentaba consolidar desde la pérdida de Panamá en 190322. Esta situación estaba estrechamente relacionada con las dinámicas conflictivas de delimitación territorial en América del Sur, y Ginebra se convirtió en un lugar decisivo para canalizar estos conflictos por vías diplomáticas y pacíficas. Las tensiones generadas en torno a la definición de fronteras contribuyeron a alimentar un clima de desconfianza en las relaciones regionales. En consecuencia, Colombia utilizó los recursos ofrecidos por Ginebra no solo para abordar problemas inmediatos que afectaban su desarrollo económico local y regional, sino también para proyectar una diplomacia orientada a la resolución pacífica de los conflictos entre Estados. Para ello, el país movilizó un perfil diplomático específico, adaptado a las exigencias técnicas y políticas del nuevo orden multilateral.
- 23 Antony Dabila ; Thibault Fouillet y Cédric Tellenne, « Géopolitique des petites puissances »: Polit (...)
- 24 Luis Humberto Salamanca, Manual para el servicio exterior de Colombia, Bogotá, Ministerio de Relaci (...)
- 25 En el marco panamericano, señalamos la importancia del siguiente estudio : Cf. Scarfi, David Sheini (...)
- 26 El Decreto 510 conlleva al fortalecimiento del programa de estudios en las facultades de derecho, q (...)
- 27 Sandra Borda y Arlene Tickner (éd.), « Las relaciones internacionales de Colombia. Creación, consol (...)
20La Gran Guerra desencadenó una profunda transformación en los servicios diplomáticos a nivel mundial, marcada por un proceso de profesionalización23. Tanto las administraciones gubernamentales como la opinión pública, especialmente en los entornos urbanos, comenzaron a concebir la diplomacia como una herramienta fundamental al servicio de los intereses nacionales24. Este proceso no puede entenderse sin considerar la influencia ejercida por las conferencias de La Haya, las conferencias panamericanas y el auge del asociacionismo humanitario en las primeras décadas del siglo XX25. Del mismo modo, la expansión de la cooperación internacional desempeñó un papel clave en la configuración de una diplomacia de carácter técnico y especializado. En el caso colombiano, este impulso hacia la profesionalización se manifestó de manera temprana. En 1911, durante el gobierno de Carlos Eugenio Restrepo (1910-1914), el entonces Ministro de Relaciones Exteriores, Enrique Olaya Herrera (1880-1937), tomó la iniciativa de convocar un concurso público para la selección del personal diplomático destinado al servicio exterior. El Decreto 51026, que formalizó esta medida, refleja la voluntad del Estado de elevar la diplomacia al rango de una disciplina profesional, vinculada al ámbito de los estudios de ciencia política y concebida como una función estratégica en la proyección internacional del país27.
- 28 Cf. Jane Rausch, Santiago Pérez Triana (1858–1916): Colombian Man of Letters and Crusader for Hemis (...)
21Tras la Primera Guerra Mundial, las administraciones colombianas coincidieron en que la eficacia de la acción diplomática dependía cada vez menos de privilegios materiales o simbólicos, y cada vez más de la profesionalización de sus actores. En este nuevo contexto, se valoraba particularmente la competencia técnica del personal encargado de apoyar a las figuras decisorias en las tareas diplomáticas. Dos figuras cuya importancia destaca como miembros de la delegación permanente de Colombia : Francisco José Urrutia Olano (1870–1950) (ver ilustración 3) y Antonio José Restrepo (1855–1933) (ver ilustración 4), ambos respaldados por un equipo especializado y técnicamente cualificado. Esta transformación de la diplomacia colombiana tiene raíces anteriores, que tienen su origen en el periodo de la Regeneración, con diplomáticos como José María Torres Caicedo (1830–1889) y Santiago Pérez Triana (1858–1916) 28, quienes se insertaron en las redes diplomáticas internacionales propias del mundo victoriano. En este sentido, los miembros de la delegación permanente desempeñaron un papel esencial en la formulación de una estrategia diplomática sostenida en el marco de esta nueva tribuna multilateral. En particular, Urrutia y Restrepo jugaron un rol decisivo en el reclutamiento y promoción de secretarios y asesores con perfiles técnicos especializados. A continuación, examinaremos más de cerca la trayectoria diplomática del delegado Restrepo.
Ilustración 3 – Francisco José Urrutia.
Imagen extraída de Cromos, 13-VII, 1918, n° 122, p. 153
Ilustración 4 – Antonio José Restrepo.
Imagen extraída de El Tiempo, 22-VIII-1925, año XV, n° 5000, p. 5
Ilustración 5
Imagen extraída de la revista Santafé y Bogotá, VII-1924, año II, t. IV, n° 19, p. 2
22Antonio José Restrepo construyó una sólida trayectoria política desde los primeros años de la Regeneración, desempeñando funciones públicas durante los mandatos de Rafael Núñez (1880–1882) y José Eusebio Otálora Martínez (1882–1884). En 1880 fue nombrado Procurador de la República, y entre 1880 y 1883 ejerció como diputado del departamento de Antioquia. Su carrera en la administración pública lo consolidó como una figura destacada del Partido Liberal, al que permaneció fiel durante toda su vida, convirtiéndose en uno de sus referentes más emblemáticos. La relación entre Antonio José Restrepo y Rafael Núñez estuvo marcada por fuertes tensiones políticas, lo que habría motivado su temprana incorporación a la carrera diplomática como cónsul en El Havre en 1884, posiblemente con el objetivo de alejarlo de la arena política nacional. A lo largo de su trayectoria, el Partido Conservador mantuvo hacia él una actitud de desconfianza, instrumentalizando su experiencia diplomática para mantenerlo al margen de los asuntos internos. En este contexto, los gobiernos de José Vicente Concha (1914–1918) y Marco Fidel Suárez (1918–1921) le asignaron diversos cargos diplomáticos en Europa y Estados Unidos, lo que contribuyó a su exclusión del escenario político local, aunque fortaleció notablemente su perfil internacional. Paralelamente a sus funciones diplomáticas, Restrepo continuó desempeñando un papel activo en la vida política nacional. En 1922 fue elegido senador, y en julio de 1924 presidió la convención del Partido Liberal celebrada en Medellín. Posteriormente, en julio de 1930, asumió el cargo de diputado en la Cámara Baja por el departamento de Antioquia. A lo largo de su carrera, Restrepo mantuvo un firme compromiso con el directorio del Partido Liberal, en donde ocupó una posición de liderazgo, combinando su experiencia internacional con una cierta presencia en la política partidista.
Gráfico 6 – Cargos políticos
23Resulta particularmente revelador observar que el personal movilizado por las pequeñas potencias presenta una marcada orientación hacia el ámbito político más que hacia el estrictamente diplomático. La delegación colombiana se distingue por un perfil predominantemente político. El gráfico 6 se centra en las trayectorias políticas internas de los delegados, analizando su grado de proximidad con el poder político. Para ello, se han considerado los cargos de representación parlamentaria, diputados y senadores, agrupados bajo la categoría «parlamento», así como funciones ejecutivas como ministros, gobernadores, secretarios de Estado y líderes sindicales. El análisis de estos perfiles evidencia que los cargos parlamentarios son los más representados dentro del conjunto de delegaciones estudiadas, superando a otros tipos de funciones políticas. Esta tendencia se manifiesta de forma particularmente notable en los países de Europa Central y Oriental, así como en Chile, Colombia, Cuba, Perú y Uruguay.
- 29 League of Nations Archive (LNA), S498 - Relations of the B.A.L. with Colombia. Correspondence. Fran (...)
24En una carta dirigida al Secretario General de la SdN, Francisco José Urrutia expone detalladamente las cualidades profesionales y personales de su colega y amigo Ángel María Céspedes (1893–1956) (ver ilustración 5), recomendándolo para ocupar un cargo relevante dentro del Secretariado29. En dicha misiva, Urrutia destaca su sólida formación académica. Céspedes estudió en el Colegio de la Villa de Fribourg en Suiza y se graduó en Derecho en la Universidad de París. Además, acumulaba una amplia experiencia profesional en Estados Unidos y en Inglaterra, lo que reforzaba su perfil internacional. Su principal competencia técnica radicaba en el dominio fluido del francés y del inglés, aspecto clave para la inserción en los organismos multilaterales de la época. Céspedes había trabajado estrechamente con Urrutia en el Ministerio de Relaciones Exteriores y posteriormente ejerció funciones como secretario de la delegación colombiana en España, así como de la representación de Colombia ante la SdN.
25Este ejemplo revela varios elementos significativos. En primer lugar, Ginebra integró a un personal estrechamente vinculado con las élites políticas de sus respectivos países, con el objetivo de mantener canales de comunicación directos con los gobiernos y de ejercer influencia sobre las élites políticas y económicas, especialmente en los países extraeuropeos. Sin embargo, el Secretariado enfrentó importantes dificultades para incorporar este personal. En consecuencia, fueron los amigos y allegados de los delegados permanentes quienes, a través de vínculos familiares o de amistad, lograron integrarse a la organización. Estas redes informales jugaron un papel decisivo, tanto para los países que aspiraban a una mayor representación dentro de los órganos de la SdN como para los propios delegados permanentes, que veían en esta dinámica una forma de extender su influencia individual. Este fenómeno explica, por ejemplo, la fuerte presencia de vínculos familiares dentro de la delegación colombiana.
26Si nos detenemos en el análisis de los vínculos familiares, observamos que delegaciones como las de Polonia y Bulgaria presentan una tendencia marcada, con seis y cinco casos respectivamente. En el contexto latinoamericano, únicamente la delegación de Colombia posee una presencia significativa de vínculos familiares, con cinco casos registrados. En contraste, otras delegaciones del continente, como las de Brasil, Perú, Argentina y Chile, presentan entre uno y dos casos, lo que sugiere una incidencia mucho más limitada de este tipo de relaciones. De este modo, puede afirmarse que, en comparación con las delegaciones de Europa del Este, las delegaciones latinoamericanas se caracterizan por una presencia menos acentuada de vínculos familiares en su personal diplomático. Esta diferencia pone en evidencia la necesidad del Secretariado en considerar más atentamente la inclusión de actores extraeuropeos por medio de recomendaciones de actores ya activos en sus redes, quienes conferían a la organización su verdadera dimensión internacional. Este fenómeno contribuye, además, a la configuración de una nueva geografía de la diplomacia, caracterizada por una expansión de los espacios de influencia y la afirmación de nuevos centros de gravitación internacional en los territorios extraeuropeos. Con el fin de profundizar en esta hipótesis, nos enfocaremos en el estudio de la movilidad geográfica de los actores, lo cual nos permitirá analizar cómo se fueron tejiendo vínculos entre las pequeñas potencias representadas en la organización, y cómo estos circuitos de movilidad contribuyeron a la construcción de una diplomacia multipolar.
- 30 Los diagramas de movilidad utilizados en esta sección son multigrafos donde cada destino está repre (...)
- 31 Viltard, « Diplomatie des villes : collectivités territoriales et relations internationales » : Pol (...)
27Los análisis sobre la movilidad geográfica que hemos realizado fueron realizados a partir de la base de datos principal construida para este estudio30. A partir de ella, se seleccionó la información pertinente relativa a los desplazamientos profesionales y diplomáticos de los delegados. Esta información incluye los destinos visitados en el marco de misiones oficiales, congresos técnicos internacionales o actividades directamente asociadas a la institución. Se ha prestado especial atención al papel de las ciudades diplomáticas, que, aunque no siempre sean capitales nacionales, suelen concentrar funciones administrativas, económicas y culturales, actuando como núcleos históricos de poder y de representación31. En consecuencia, este análisis se ha centrado exclusivamente en las ciudades como unidades de referencia, lo que explica que los mapas elaborados reflejen las fronteras actuales y no las correspondientes al periodo estudiado. Estas decisiones metodológicas nos han permitido cartografiar las trayectorias de los distintos actores para cada ciudad en la que se ha registrado su movilidad, proporcionando así una visión detallada de los circuitos diplomáticos en el marco de la SdN.
- 32 Michael Goebel, Anti-Imperial Metropolis: Interwar Paris and the Seeds of Third World Nationalism, (...)
28En 2017, las investigaciones de Michael Goebel destacaron el papel central de París como un nodo importante en las dinámicas diplomáticas y en los procesos de descolonización a principios de siglo32. Goebel subraya cómo la capital francesa funcionó como un espacio de sociabilidad política e intelectual para las élites procedentes de colonias y mandatos europeos en África y Asia, así como para América latina. Al tejer una red compleja de contactos e influencias, estas élites contribuyeron significativamente al surgimiento de los movimientos anticoloniales y a la formulación temprana del concepto de tercer mundo. En esta línea, el mapa 1 revela los destinos más frecuentados por los actores latinoamericanos. Más allá de Ginebra, es en París donde se concentra el mayor número de estos actores y redes diplomáticas vinculadas a las delegaciones. Esta observación se inscribe plenamente en las dinámicas de movilidad espacial de los actores estudiados y confirma el papel estratégico de París en la arquitectura internacional de la época. París no solo desempeñó un papel decisivo en la articulación de redes entre internacionalistas, sino que también sirvió de plataforma para convergencias políticas más amplias, como lo demuestran los movimientos aintiimperialistas que condenaron las injerencias estadounidenses en Nicaragua entre 1926 y 1927. Esta movilización internacional reunió a figuras como José Vasconcelos (1882–1959), Manuel Ugarte (1875–1951), Henri Barbusse (1873–1935) o Soong Ching-ling (1893–1981), la segunda esposa de Sun Yat-Sen, quienes desde distintos horizontes intelectuales y geográficos expresaron una firme oposición al imperialismo europeo y estadounidense. En este contexto, París aparece como un punto de encuentro privilegiado entre la diplomacia oficial y el activismo político transnacional.
Mapa 1 – Las principales destinaciones geográficas de las delegaciones latinoamericanas
29Sin embargo, al examinar más detenidamente las circulaciones representadas en el mapa 1, se observa que, si bien París desempeña un papel destacado en la configuración espacial de la diplomacia de los países estudiados, forma parte de una red más amplia de capitales europeas que orbitan en torno a Ginebra. Ciudades como Roma, La Haya, Madrid, Bruselas, Barcelona y Londres también constituyen nodos relevantes en esta geografía diplomática. En su afán por proyectar una imagen de alcance verdaderamente universal, la SdN privilegió el establecimiento de instituciones, la organización de conferencias y el fortalecimiento de vínculos con estas otras capitales europeas. Dicha estrategia refuerza la centralidad del continente europeo en las dinámicas multilaterales, incluso cuando la organización buscaba incorporar actores de diversas regiones del mundo.
30El análisis de la mobilidad de los actores de Colombia revela vínculos estrechos con las principales capitales europeas, entre las que destacan París, Madrid, Londres y Roma. Estas ciudades constituyen los principales centros de movilidad de los diplomáticos colombianos durante el periodo comprendido entre 1920 y 1938. En contraste, tal como lo muestra el mapa 2, los vínculos con ciudades del continente americano, como Los Ángeles, La Paz o São Paulo, resultan considerablemente menos intensos. Esta disparidad evidencia una orientación diplomática claramente eurocéntrica, privilegiando los espacios institucionales y congresuales del continente europeo por encima de los vínculos regionales con sus vecinos latinoamericanos, cuya movilidad diplomática aparece como mucho más limitada.
Mapa 2 – movilidad de los actores colombianos de la SdN
31Las veinte delegaciones que conforman el cuerpo representativo de América Latina en la SdN constituyen, en términos de número de países, el grupo más numeroso dentro de nuestro estudio. No obstante, desde el punto de vista del volumen de actores movilizados, no representan el contingente más importante. Entre 1920 y 1938, el número total de delegados latinoamericanos asciende a 541. Aunque esta cifra supera la registrada para Asia, donde destaca particularmente China, con 131 actores, junto con Filipinas y Corea, sigue siendo inferior a la de Europa Central y Oriental, que alcanzó un total de 809 delegados. No obstante, es importante subrayar la notable diversidad y el dinamismo que caracterizan la movilidad geográfica de los representantes latinoamericanos. Esta tendencia, observable desde finales del siglo XIX, se consolida plenamente durante el periodo de entreguerras, reflejando una inserción activa y estratégica de las delegaciones de América latina en el escenario diplomático internacional.
32El mapa 3 muestra que el epicentro de la diplomacia vinculada a la SdN se sitúa principalmente en Europa, donde los actores diplomáticos presentan una alta movilidad entre distintas ciudades del continente, en torno a Ginebra. Sin embargo, el análisis de la mobilidad de los actores también revela una conectividad significativa con diversas capitales del continente americano. Ciudades como Nueva York, Washington, Ciudad de México, San José, Panamá, Bogotá, Caracas, La Paz, Lima, São Paulo, Río de Janeiro, Montevideo, Buenos Aires y Santiago de Chile registran una circulación importante de actores vinculados a la SdN. Lo anterior nos condudce a pensar que los lazos diplomáticos dentro de la región latinoamericana se encontraban en una fase activa de reconfiguración y consolidación con los congresos panamericanos por ejemplo, acompañando los esfuerzos por afirmar una voz propia en el escenario multilateral.
- 33 Teresa Sońta-Jaroszewicz, Relaciones entre Polonia y Colombia: pasado y presente, Varsovia, Uniwers (...)
- 34 Carta del ministro de Relaciones Exteriores a Agustín Nieto caballero, Bogotá, 28-IX-1932. AGN,736, (...)
33Entre 1919 y 1938, América latina consolidó vínculos diplomáticos que hasta entonces no existían con la región escandinava y, al mismo tiempo, estableció relaciones con nuevos centros diplomáticos en Europa Central y Oriental surgidos tras la firma del Tratado de Versalles, particularmente en ciudades como Varsovia y Praga. Un ejemplo revelador de esta ampliación del horizonte diplomático colombiano es el caso de Rafael Obregón Arjona (1883–1972) (ver ilustración 8), miembro activo de la delegación colombiana en Ginebra. En 1934 fue nombrado ministro plenipotenciario en Berlín, y al año siguiente asumió también la dirección de la legación en Varsovia, desempeñando ambos cargos simultáneamente desde su sede en Berlín hasta 1936. Su nombramiento representa la primera misión diplomática directa de Colombia ante Polonia, y muestra de manera concreta el proceso de diversificación de la diplomacia latinoamericana33. En septiembre de 1932, durante la guerra de Leticia entre Colombia y Perú, Agustín Nieto Caballero (1889-1975) (ver ilustración 6) emprendió una misión diplomática en Praga con el objetivo de recabar el apoyo de Checoslovaquia. Para ello, se valió de su amistad personal con el presidente Tomáš Masaryk (1850-1937), buscando asegurar un respaldo leal a su causa34.
Mapa 3 – Circulación geográfica de las delegaciones latinoamericanas
- 35 Christine Laurière, « La construction d’une discipline. Histoire des congrès internationaux des amé (...)
34Las conmemoraciones del centenario de las independencias, junto con la creciente participación de los países latinoamericanos en las exposiciones universales desde finales del siglo XIX, marcaron un paso decisivo en la proyección internacional de los estudios americanistas o relativos a las Américas35. Un ejemplo destacado de esta tendencia fueron los Congresos de Americanistas celebrados en México en 1910, que reunieron a un público cada vez más diverso y transnacional. Estos eventos contribuyeron al impulso de múltiples iniciativas orientadas al fortalecimiento de las sociedades de estudios americanos a nivel global. En este contexto, algunas figuras intelectuales como Franz Boas (1858–1942), Paul Rivet (1876–1958) y Dekien Toung (1887- c.a. 1944), desempeñaron un papel central en la consolidación de esta red internacional de saberes sobre las Américas. Más adelante, en agosto de 1922, en el marco de las celebraciones preliminares del centenario de la independencia de Brasil, se organizaron en Río de Janeiro diversas conferencias centradas en los estudios americanistas, con el objetivo explícito de reforzar el atractivo internacional de la región y promover su centralidad en los debates académicos y culturales de la época.
Ilustración 6 – Agustín Nieto Caballero durate su visita a Varsovia en 1932 [detalle].
Imagen extraída del archivo polaco Narodowe Archiwum Cyfrowe
Ilustración 7 – Emilio Cuervo Marquez.
Imagen extraída de su novela, La selva oscura, Editorial de Cromos, Bogotá, 1924, p. 2
Ilustración 8 – Rafael Obregón, 1935.
Imagen extraída del archivo polaco Narodowe Archiwum Cyfrowe
35Durante este evento, el diplomático chino Dekien Toung, miembro de la delegación de su país ante la SdN, presentó una ponencia sobre el primer poblamiento de las Américas. En el marco de este congreso, Toung tuvo la oportunidad de encontrarse con el embajador colombiano en Brasil, Carlos Cuervo Márquez (1858–1930), hermano de Emilio Cuervo Márquez (1874–1936) (ver ilustración 7), quien representaba a Colombia en Ginebra. Este episodio pone de relieve la existencia de vínculos tanto intelectuales como diplomáticos entre actores latinoamericanos y asiáticos. Su relevancia radica en el interés expresado por las élites políticas chinas por los estudios americanistas, lo cual revela una fusión entre las esferas científica y diplomática. Asimismo, este encuentro ilustra la concreción de intercambios intelectuales y formas de cooperación transcontinetal promovidas por los actores en el escenario ginebrino, con una participación destacada de países como Brasil, Colombia y China.
- 36 « Wellington Koo » : El Tiempo, año IX, n°3668, 06-XII-1921, p. 1.
36Uno de los casos más emblemáticos de conectividad entre estos actores se puede ver en la trayectoria misma del joven diplomático chino Wellington Koo (1888-1985), quien, gracias a su destacada actuación en diversos congresos internacionales por los derechos de los países débiles en la escena ginbrina, fue celebrado en Bogotá como « el campeón de la diplomacia moderna36 ». Tras completar sus estudios en derecho internacional en la Universidad de Columbia en Estados Unidos, Koo emprendió una notable trayectoria diplomática que lo llevó a ocupar cargos en Washington, México y La Habana. Esta experiencia le permitió no solo estrechar los vínculos con esos países, sino también consolidar relaciones más amplias con las delegaciones latinoamericanas en Ginebra. Esta trayectoria diplomática evidencia cómo los actores participaron activamente en una dinámica de diversificación de la diplomacia. En este proceso, los representantes de las pequeñas potencias comenzaron a construir redes de cooperación entre sí, con el objetivo de fortalecer su capacidad de acción colectiva y de incidir en los mecanismos de representación del primer experimento multilateral de la historia de las relaciones internacionales contemporáneas.
37El análisis de datos realizado en el marco de nuestro estudio prosopográfico ha revelado importantes similitudes en las trayectorias de los actores dentro de los espacios representativos y técnicos de la SdN. Este enfoque ha puesto en evidencia el papel central de Ginebra en los cambios que transformaron las relaciones internacionales de la época, particularmente a través del examen detallado de las trayectorias geográficas de los actores colombianos. En este contexto, Ginebra aparece como una auténtica «reserva de posibilidades», al ofrecer a los actores involucrados medios alternativos para mejorar su posicionamiento en el concierto de las naciones civilizadas. Esto implicaba, necesariamente, la construcción de alianzas y formas de cooperación entre pequeñas potencias, con miras a consolidarse como un cuerpo influyente. La puesta en relación de la experiencia colombiana con la de otras delegaciones ha permitido identificar dinámicas comunes y preocupaciones compartidas que contribuyeron a acercarlas. Así, se observa la importancia estratégica de movilizar un personal tanto carismático como técnicamente competente, cuya intervención resultó determinante en la defensa de los intereses nacionales de los países analizados.
38Estudiamos a lo largo de esta investigación las trayectorias de movilidad geográfica de los actores con el objetivo de rastrear tanto las particularidades regionales en la diversificación de sus relaciones internacionales, como ciertas tendencias comunes compartidas. Este enfoque nos permitió identificar la emergencia de una nueva diplomacia propia de los países periféricos, configurada en gran medida bajo la influencia del marco institucional de la SdN, así como los desafíos específicos que enfrentaron los actores. En este sentido, resultaba fundamental centrarse en las trayectorias individuales de los actores que desempeñaron un papel decisivo en la renovación de las prácticas diplomáticas a escala global, en un contexto caracterizado por la redefinición de los equilibrios internacionales y la apertura, aún limitada, de espacios de representación para las pequeñas potencias.