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2025

Mario Graña Taborelli, Jurisdictional Battlefields. Political Culture, Theatricality and Spanish Expeditions in Charcas in the second Half of the Sixteenth Century

Javier Chimondeguy
Référence(s) :

Mario Graña Taborelli, Jurisdictional Battlefields. Political Culture, Theatricality and Spanish Expeditions in Charcas in the second Half of the Sixteenth Century, Liverpool University Press, Liverpool, 2024, 256 p.

Texte intégral

1La nueva investigación de Mario Graña, Jurisdictional Battlefields, publicada en el año 2024 por Liverpool University Press, viene a aportar el estudio de tres actores y sus expediciones en la región de Charcas en tiempos en los que el Imperio Español buscaba extender y hacer efectiva su jurisdicción en la frontera sur de su territorio en la segunda mitad del siglo XVI. En la introducción, el autor presenta su perspectiva, que se asocia con la larga tradición del paradigma jurisdiccional, encarnado en trabajos como los de Carlos Garriga, Antonio Hespanha, y que en los últimos años han dado lugar a estudios que se relacionan con el ejercicio del poder, el gobierno y la justicia en las sociedades del antiguo régimen, a partir del estudio de redes, vínculos e intereses de los distintos actores que conformaban las monarquías en la modernidad a escala local y a escala planetaria.

2En el primer capítulo el autor analiza la historia de las poblaciones y la geografía del sureste de Charcas. Desde la incorporación del territorio al Imperio Inca y su transición hacia la dominación española, que se llevó a cabo a partir de las encomiendas y la mita. Esta dominación se sirvió de instituciones incaicas y añadió elementos de la cultura jurisdiccional castellana.

3El autor analiza la forma en la que el Imperio Inca se expandía, a través de la fuerza militar y alianzas personales entre los líderes locales y el Inca, que debían ser reconfiguradas con la muerte de cada gobernante. Destaca los reinados de Topa Inca Yupanqui (1471-1493) y Huayna Capac (1493-1525), en los que se construyeron fortalezas a partir del uso de mitimaes y mitayos. Destaca cómo la dominación se llevaba a cabo con la colaboración de grupos vencidos que se integraban al servicio de los vencedores como “Guerreros del Inca”, obteniendo algunos privilegios. Por último, hace referencia a que algunos grupos, especialmente los chiriguanaes, no pudieron integrarse a pesar de las alianzas propuestas, y para ellos fue fundamental el sistema de fortalezas defensivas de Huayna Capac.

4Las fronteras incas, sin embargo, se mostraban frágiles y porosas, puesto que a partir de 1470, y con mayor fuerza a partir de 1520, aprovechando una situación de inestabilidad en el Imperio, los chiriguanaes se dedicaron a hacer incursiones para obtener algunos bienes suntuarios que les interesaban. En 1532, cuando estaban por solventarse los problemas de la guerra civil, los españoles conquistaron el Imperio Inca, y repartieron a los indígenas bajo su dominio en encomiendas. Para las poblaciones de Charcas, el paso de un sistema como el incaico al español basado en las encomiendas fue traumático y caótico. Muchas veces debían marchar en expediciones hacia fronteras más lejanas, los pueblos quedaban separados entre distintas encomiendas y además, llegaron enfermedades que diezmaron a la población.

5A partir de la conquista, los españoles asignaron encomiendas en deposito, hasta que pudieran hacerse efectivas para extender su jurisdicción sobre Charcas. Las primeras guerras entre españoles retrasaron su control en la región, lo que hizo que los chiriguanaes se expandieran, a causa de que para los españoles era muy difícil defender las fortificaciones creadas por Huayna Capac. Sin embargo, para tomar posesión de las encomiendas, los españoles llevaban a cabo entradas, como la de Diego de Almagro, compañero y después rival de Pizarro durante la conquista de los Incas. Después de terminadas las guerras peruvianas, y derrotado Almagro, Hernando y Gonzalo Pizarro, hermanos del conquistador, recibieron Charcas en encomienda, pero no lograron hacer efectivo su dominio, y tras la pacificación del Licenciado La Gasca y su caída en desgracia, las encomiendas fueron reasignadas a nuevos poseedores. Los chiriguanaes ocuparon territorios antes controlados por el Imperio Inca sobre los que la Audiencia no podía imponer su control, y se convirtieron en los ocupantes de las fronteras del Imperio Español en Charcas.

6Es por eso que el autor dedica un capítulo a analizar la figura de los indígenas no conquistados e inconquistables. Presenta los debates sobre la guerra justa, los discursos que legitimaban cómo y bajo qué condiciones era posible hacer la guerra contra las poblaciones indígenas. Analiza los estereotipos en torno a los indígenas como pecadores, salvajes y caníbales. Explica cómo esta mirada que comienza desde los inicios de la conquista, se relaciona con los contextos de avance de la frontera, y cómo la expansión de la jurisdicción hispana a través de las ciudades se legitima a partir de la idea de que las ciudades eran necesarias para controlar la infidelidad. Recorre esta noción en tratados como el de Juan de Matienzo y en cartas como las del Licenciado La Gasca. Todos ellos comparten la idea de que los indígenas eran inferiores y por lo tanto necesitaban de la tutela dos españoles.

7En el segundo capítulo el autor analiza en profundidad un caso, el de Martín de Almendras, y a partir de su experiencia se detiene en la expansión jurisdiccional de la Audiencia de Charcas. Analiza las tensiones entre la Audiencia de Lima y la de Charcas por el nuevo territorio asignado a esta última, y la natural inclinación de los encomenderos de Charcas por expandir su jurisdicción al territorio del Tucumán, que se encontraba bajo jurisdicción de Chile. Analiza el grupo de los encomenderos y los soldados, y cómo llevaron adelante su expansión hacia las tierras tucumanas.

8La Audiencia había sido creada en 1561, tres años antes de la expedición de Almendras. Para el autor, en este momento, un grupo poderoso pero minoritario entre los españoles, el de los encomenderos, junto con soldados que aspiraban a obtener encomiendas y riquezas, se relacionó con la joven Audiencia y de alguna manera condujeron sus destinos. El autor analiza en el cierre del capítulo los vínculos de Martín de Almendras, así como sus sobrinos, y cómo estos trabajaron para expandir la jurisdicción y el poder de la Real Audiencia de Charcas. A partir de las dos expediciones, a la región de los Chichas y al Tucumán, Almendras logró consolidar la autoridad de la Audiencia.

9La expedición de Martín de Almendras al Tucumán, tenía el objetivo de conseguir que estas tierras pasaran a estar bajo jurisdicción de Charcas. Para justificar estas expediciones, la Audiencia mencionó la posibilidad de un levantamiento indígena. Los encomenderos eran, de acuerdo al autor, una elite minoritaria con enorme riqueza, pero que debían participar y hacerse cargo ellos mismos de la defensa de sus encomiendas.

10El autor analiza los vínculos y redes familiares de los encomenderos que formaban parte de la elite. Antes de detenerse en la expedición de Martín de Almendras, se explica el contexto de fragilidad jurisdiccional de la Audiencia de Charcas y las tensiones con otras instituciones virreinales como la Audiencia de Lima y Chile. En este capítulo advertimos como un aporte fundamental del autor, el análisis de la expedición de Martín de Almendras como parte de los conflictos jurisdiccionales entre Lima, Charcas y Chile, más allá de su lugar en el conflicto entre españoles e indígenas. La conclusión de este proceso llevaría a la instalación de un gobernador en Tucumán.

11La expedición de Almendras a los Chichas se caracteriza por darse en un contexto de fragilidad jurisdiccional. Los indígenas que se encontraban bajo encomienda de Hernando Pizarro no pagaban sus tributos. En su lugar les pagaban a los indios chiriguanaes. Para recuperar la jurisdicción, la Audiencia de Charcas le ordenó al mayordomo de Pizarro que colectara el tributo de sus indígenas, como una forma de recuperar la jurisdicción. Sin embargo la región estaba en llamas. Sin un ejército real, la defensa era llevada a cabo por vecinos con su propia capacidad de movilizar tropas, a través de Entradas.

12Después de una primera expedición a los Chichas, en la que Almendras consolida la jurisdicción de la Audiencia, organiza una segunda expedición al Tucumán, debido a que había noticias de que el gobernador de Tucumán estaba desaparecido, y se presumía que estaba muerto. Almendras recibe la autorización para ser nombrado gobernador, en caso de que este rumor fuera confirmado. La confianza de Almendras, que demuestra la seguridad del sector encomendero, lo lleva a tomar un préstamo de las rentas pagadas por los Chichas para financiar la expedición, a cambio de devolver los fondos en un lapso de tres años.

13En el tercer capítulo, La Flor del Perú. El viaje del Virrey Toledo a las fronteras, se detiene en la expedición del virrey contra los chiriguanaes en 1574. La misma se enmarca dentro de una Visita General que emprendió en 1570.

14El autor analiza la negociación que el virrey llevó adelante con las ciudades, encomenderos, religiosos e indígenas. Todos de alguna manera tomaron un partido dentro de la expedición, y forman parte de las decisiones y de los movimientos. Los jueces y los religiosos emitían sus opiniones, deliberaban y debatían.

15El plan inicial del virrey, de llevar a cabo expediciones más localizadas para castigar a los chiriguanaes y ordenar la situación, se vio trastocado por los intereses de los encomenderos y la Audiencia, y el virrey finalmente organizó una expedición más relevante de contacto y negociación con los jefes de los grupos chiriguanaes. Es especialmente relevante la participación de Don Diego de Mendoza para resistir a los planes del virrey y usar las destrucciones causadas por los chiriguanaes en su favor. El autor analiza la teatralidad de la Visita General del virrey, que se extendió por cinco años. En ella el agente de la monarquía buscaba hacer una demostración de su poder y el de la Corona, para vincularse con sus súbditos en aquella frontera del Imperio.

16Finalmente expone el fracaso de la misión, y las críticas que recibió Toledo en Perú, y que demuestran los límites del poder del virrey. Frente a una historiografía tradicional que mostraba a los virreyes y especialmente a Toledo como un figura de singular poder, en este estudio el autor muestra cómo debe negociar constantemente con actores locales y cómo su expedición y Visita General resultan un fracaso desde la perspectiva de la corona y en nada se acercan a los planes originales de Toledo.

17El autor argumenta en la primera parte del libro que se intenta dar una imagen de Toledo alejada de la historiografía tradicional que lo mostraba como un estratega habilidoso y en su lugar, y explica que el virrey tuvo que adaptar sus planes y buscar consensos con múltiples actores: los encomenderos, la Audiencia de Charcas que miraba desde un costado el fracaso, los grupos chiriguanaes y el capitán que guiaba la expedición. Es decir, el virrey se convertía en un actor más de una realidad compleja y policéntrica, con una multiplicidad de intereses y poderes, locales y virreinales que se encontraban en constante tensión. Al mismo tiempo, se propone que el fracaso no fue sólo personal sino que desde entonces ningún virrey se arriesgó a llevar él mismo la autoridad a las fronteras del imperio.

18El cuarto capítulo, “Política de reducción de escala. Un funcionario real viaja a las fronteras”, nos acerca un tercer caso, este en 1584, con la Audiencia mucho más consolidada, y tomando atribuciones propias del virrey, para controlar y pacificar la región del Tucumán. Analiza el periodo posterior a la derrota de Toledo, y describe cómo la Audiencia, antes consultiva y subordinada al virrey, decide en este período hacerse cargo de la situación y envía tres expediciones para controlar a las poblaciones chiriguanas. Compara la situación en 1580 con la caída de las encomiendas, y demuestra cómo la Audiencia y quienes lideraban las expediciones contaban con recursos mucho más limitados que en tiempos del virrey Toledo.

19El autor se detiene en una de esas entradas liderada por Juan Lozano Machuca, un antiguo criado del virrey Toledo, sin experiencia en la frontera. El autor demuestra cómo el líder de la expedición obtiene esta tarea debido a sus conexiones que hacían que la expedición no resultara costosa para la Corona, y por sus habilidades administrativas, pero era acompañado por españoles que conocían la región. Finalmente, Lozano Machuca muere en el viaje y sus subordinados obtienen el mando de la expedición y convierten su fracaso en una victoria, logrando agregar un nuevo pueblo a la jurisdicción de la Audiencia. La conclusión de este capítulo es que Lozano Machuca fracasa al igual que el virrey Toledo. De todas maneras, su fracaso es aprovechado por otros hombres más prácticos que lo acompañaban, que conocían el territorio, y tenían vínculos con actores locales.

20Por último, el autor presenta la conclusión de la obra, en la que recapitula las tres expediciones y remarca la capacidad de resiliencia de la monarquía, además de su policentrismo y adaptabilidad a los distintos contextos. Como demuestra a lo largo del libro, se evidencia la capacidad que tenía la monarquía de evitar bajar ella misma al territorio, y ser reemplazada por actores particulares, y por lo tanto, logra salir ilesa de los fracasos de sus agentes. El libro se acompaña de un glosario, que bien podría estar al inicio, que define conceptos clave para aquellos que no son expertos en el período o que no conocen el antiguo régimen en las colonias americanas y la periferia del imperio español. Finalmente, la publicación se cierra con bibliografía y fuentes muy vastas y adecuadas.

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Pour citer cet article

Référence électronique

Javier Chimondeguy, « Mario Graña Taborelli, Jurisdictional Battlefields. Political Culture, Theatricality and Spanish Expeditions in Charcas in the second Half of the Sixteenth Century »Nuevo Mundo Mundos Nuevos [En ligne], Comptes rendus et essais historiographiques, mis en ligne le 15 octobre 2025, consulté le 12 novembre 2025. URL : http://journals.openedition.org/nuevomundo/103096 ; DOI : https://doi.org/10.4000/1511s

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Auteur

Javier Chimondeguy

UNMDP-UNICEN

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