1Este libro está dedicado a François-Xavier Guerra, fallecido historiador francés fundador de la corriente de historiadores que reflexionan el pasado político de las sociedades hispanoamericanas en torno a las claves opinión pública y espacio público. Dieciocho autores exponen sus estudios, entre los cuáles, además de los coordinadores y de Annick Lampérière, investigadora muy cercana a Guerra, encontramos por ejemplo a Iñaki Iriarte, Pilar González-Bernaldo, Lucien Jaume, Lawrence Kaufmann, Joaquín Alvarez Barrientos, Elías Palti. Los trabajos están agrupados en tres partes: la primera, “Luces y revolución, los comienzos de la opinión pública”, ofrece cinco estudios que abordan prácticas y teoría sobre la opinión pública del siglo XVIII en España y Francia. La segunda, cuyo intitulado podemos traducir como “Antiguo y nuevo mundo, en el advenimiento de la modernidad”, contiene seis trabajos sobre la primera mitad del siglo XIX, principalmente en España y México, destacando, por ejemplo, la influencia de la prensa y la teoría política de la época en la opinión pública sobre asuntos políticos. La última parte, “Publicidad y sociabilidad en el siglo XIX, Europa y América”, reúne estudios sobre sociedades tan lejanas geográficamente como Perú, México, Argentina y España, y finaliza con un trabajo catapultado ya en el siglo XX, que recoge “nuevas” influencias del pensamiento –lo científico- para esta noción.

2El espejo entre sociedades de ambos lados del Atlántico es un ejercicio heredado, para estos asuntos en particular, de Guerra y su equipo. Las comparaciones, contrastes y contrapuntos posibles son múltiples, y el deseo de hermanar en un mismo volumen experiencias tan diversas refleja la voluntad de continuar con una visión otra que la continental y/o nacional. Vastos grupos humanos se toman como cuerpo más o menos homogéneo que sigue devenires relativamente semejantes, realizando así un destino sociocultural que viene dado por un pasado común de monarquía imperial católica y que mira a un futuro similar de repúblicas inspiradas fuertemente en ideales políticos surgidos, principalmente, de la intelectualidad, práctica y experiencia francesas. Se une así el peso de instituciones “latinas” para suponer trayectorias que sustentan usos y anhelos políticos en código compartido.

3Sin embargo, esta publicación no pretende seguir a pie juntillas la manera “a la François-Xavier Guerra” de historiar sociedades hispanoamericanas. Esta propuesta, como explica Fernández Sebastián en su erudita y clara introducción, busca ir más allá: su objetivo es revisar la pertinencia y utilidad de herramientas de trabajo intelectual que, muchas veces y por diversas razones, pecan de anacronismo o de artificialidad. El cuestionamiento, revisión y re-interpretación de categorías contemporáneas y en especial, de su aplicabilidad pertinente en sociedades del pasado, complejiza la lectura de situaciones, fenómenos y procesos. Sobre todo cuando se decide, por una parte, hurgar más atrás en el tiempo que las fechas establecidas como hitos fundadores –siguiendo antecedentes locales- y, por otra, pensar, conjunta o separadamente, posibles desplazamientos en el origen y en la conformación de los fenómenos que se desea mantener como claves articuladoras del análisis. De ese modo se re-visitan otros momentos y otros lugares sociales -a veces incluso otros grupos sociales- distinguiendo matices en las prácticas, circuitos, saberes y apropiaciones de espacios y usos, todos los cuales ayudan a comprender la existencia de una convivencia no lineal de grupos y sociedades que articulan lo político, unas veces más, otras veces menos, junto a la opinión pública.

4En definitiva, mantener el marco pero afinar y renovar la mirada para matizar sugerencias gruesas. Eso es lo que quisiera Fernández Sebastián que sucediera en la segunda etapa de esta corriente intelectual historiográfica, que comienza, podemos esperar, con este libro.