1La lectura de este libro permite constatar que la historiografía colonial mexicana se ha enriquecido de manera notable en las últimas décadas. Guadalupe Salazar González, doctora en arquitectura, nos ofrece una obra de significativa trascendencia sobre la historia de los elementos naturales y humanos que existían durante el siglo XVII en el “septentrión” del territorio del virreinato de Nueva España. De hecho, es una historia dedicada a la arquitectura de las haciendas pero no sólo por el valor artístico que poseen, sino más bien, los vestigios materiales, sin sus tradicionales ropajes estéticos, son la fuente fundamental para investigar, desde una renovada óptica, las relaciones sociales en San Luis Potosí.

2El origen de esta importante ciudad está relacionado con el descubrimiento de ricos yacimientos de metales preciosos; hallazgos que provocaban extraordinarios auges económicos, la concurrencia de enormes contingentes humanos y una producción cultura insólita en lugares muy agrestes. En un primer momento, las operaciones mineras se desarrollaron de manera espectacular; pero debido a su natural inconstancia, a través del tiempo, fueron complementadas y hasta llegaron a sustituirse por otras actividades como la agricultura y la ganadería. Por medio de un enfoque original, la autora, a partir de la arquitectura de las haciendas de beneficio, examina de manera exhaustiva los rastros materiales y testimonios documentales que aún se conservan, sobre una amplia gama de problemas relacionados con la edificación de las unidades productivas, la construcción de pueblos indios y españoles, la evolución de la estructura urbana de ciudades y pueblos aledaños. Pero sobre todo, es admirable que la autora logre la reconstrucción de los espacios de convivencia y sociabilidad donde se amalgamó esta sociedad multiétnica.

3Guadalupe Salazar González nos ofrece una guía para llevar a cabo un recorrido por las haciendas de San Luis Potosí. Este viaje revela que la diversidad de construcciones que aún se localizan, puede ser útil para reflexionar en torno a los significados y probables interpretaciones de nuestro patrimonio cultural. La arquitectura civil es una manera de representación social de un pueblo en torno a las costumbres, convivencia, desiguladades, imaginación, rituales y aspiraciones. Sin duda, constituye una parte fundamental de la historia de México.