1Dentro de la larga bibliografía alarconiana, el libro de Margarita Peña hace una verdadera contribución. Figura señera de la historia literaria del teatro del Siglo de Oro, Juan Ruiz de Alarcón ha sido uno de los dramaturgos más estudiados desde el siglo XVIII. A partir de la publicación de sus comedias en 1628 (Madrid, por Juan González) y 1634 (Barcelona, por Sebastián Comellas) hasta los primeros comentarios de Fabio Franchi (siglo XVII, en las Exequias poéticas a la muerte de Lope) y de Pedro Lanini (Ramilletes de sainetes escogidos de los mejores ingenios de España, Zaragoza, 1672), Alarcón logra su consagración en el parnaso español; es sin duda uno de los autores novohispanos que han logrado más difusión y exégesis en los últimos siglos. En este camino, la obra de Margarita Peña pretende esbozar la figura del dramaturgo a través de un triple acercamiento: la crítica publicada sobre Ruiz de Alarcón del siglo XVII al XX, el corpus alarconiano impreso en los siglos XVII y XVIII y los documentos de archivos que arrojan luz sobre su biografía..

2Esta obra traza un itinerario amplio y riguroso en los estudios alarconianos. En México, su país natal, el fenómeno de circulación de comedias en forma "suelta" no se da sino hasta el XVIII (anteriormente es posible que tampoco se escenificaran) y no existen acervos de colecciones misceláneas. No circuló sino hasta la primera década del siglo XIX, junto con el resto de los autores del Siglo de Oro. La revaloración interpretativa sucede entonces junto con una polémica sobre la mexicanidad de Juan Ruiz. El siglo XX es clave para su exégesis no sólo en México sino en España y América Latina. Junta a ésta, la crítica anglosajona es quizá más tardía pero abundante, sobre todo en tesis, catalógos y bibliografías. Cabe mencionar el estudio más completo sobre Alarcón y su tiempo, que es el Willard F. King, Juan Ruiz de Alarcón, letrado y dramaturgo. Su mundo mexicano y español, además de las importantes investigaciones de Dorothy Schons, el ensayo bibliográfico de Walter Poesse y la edición de obras completas realizada por Alba V. Ebersole.

3La corriente crítica francesa registrada por Peña es una mirada hacia el siglo XIX. A partir de la primera irrupción de Alarcón en letras francesas con la imitación de Pierre Corneille en Le Menteur de La verdad sospechosa en 1644, en ese entonces atribuída a Lope de Vega aunque rectificada por el mismo Corneille, el verdadero interés por el fenómeno teatral surge desde el XIX con críticos de importancia: de Philarète Charles a Alfred Morel-Fatio, del bibliófilo Rondel a Gaspard Delpy. La crítica italiana y alemana, menos desbordantes, se interesan sobre todo en la catalogación de las comedias, vía su revisión crítica, y la alemana se dedica además a la historia literaria y a las traducciones. Es importante señalar las aportaciones de A. Restori a fines del XIX y de Carmelo Samona en el siglo XX, y los trabajos de Ferdinand Wolf, de Adolf Friedrich von Schack y de Ludwig Pfandl, que se han configurados como autoridades.

4Otro de los puntos importantes del libro de Peña son las precisiones sobre las colecciones privadas y sus destinos en bibliotecas públicas, y las noticias sobre documentos desconocidos o poco conocidos del Archivo General de Indias, en Sevilla; el Archivo General de la Nación, México; la Biblioteca de la Universidad de Salamanca, el Archivo Municipal de Madrid y la Biblioteca del Museo Británico (Sala de Manuscritos).

5Finalmente, a través de este minucioso trabajo de reconstrucción logra conclusiones sobre la vida de Alarcón tomando como punto de partida el libro de Willard King sobre los antecedentes judáicos de la familia y relación con algunos judío conversos de la época. El libro de Margarita Peña es una verdadera guía para el investigador de los estudios alarconianos desde sus inicios hasta lo más relevante del siglo XX, marcando los puntos que aún quedan por estudiar.