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2013
Indépendance du Brésil ou des Brésils ? Unité et diversité dans la construction d'un Empire en Amérique au début du XIXe siècle

São Paulo en el movimiento de Independencia de Brasil (1820-1822)

Ana Paula Medicci
Traduction de Marisa Montrucchio

Résumés

El presente artículo discute el proceso de Independencia de la Provincia de São Paulo a partir del análisis del panorama político y económico de la región, durante las primeras décadas del siglo XIX. Para ello, analiza las tesis más corrientes sobre el tema, según las cuales la fuerza política de los grupos paulistas involucrados en el movimiento que desembocó en la separación de Brasil y Portugal, no se equiparaba a la insignificante fuerza económica de la región. Considerándose los estudios más recientes, también se problematiza una imagen que ya fue cristalizada por la bibliografía relativa a la Independencia en São Paulo, es decir, la de una unidad paulista alrededor del proyecto de Imperio de Brasil, centralizado en Río de Janeiro y representado por el entonces príncipe regente Pedro.

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Texte intégral

La historiografía de la Independencia y las imágenes sobre São Paulo a inicios del siglo XIX

1A lo largo de los siglos XIX y XX, la mayor parte de los estudios que se dedicaron a la historia de la Provincia de São Paulo hasta la época de la Independencia, destacaron una intrigante contradicción entre, por un lado, la existencia de una economía que estaba terminando de salir de una situación « decadente », marcada por un escaso desarrollo de las actividades dedicadas a la exportación y, por el otro, la fuerza de los grupos políticos paulistas vinculados al gobierno de Río de Janeiro, cuya actuación resultó decisiva para los rumbos trazados durante el proceso de Independencia y la conformación del Estado Nacional brasileño durante el siglo XIX.

  • 1 El mameluco, fruto de la unión del conquistador portugués con las indias, teóricamente se encontrab (...)
  • 2 Para un análisis detallado de las principales tesis sobre el pasado paulista, defendidas por los au (...)

2Tal perspectiva se basó tanto en relatos contemporáneos, que resaltaban la pobreza material de la capitanía, más adelante convertida en provincia de São Paulo, como en los estudios iniciados por miembros del Instituto Histórico y Geográfico de São Paulo (IHGSP) entre fines del siglo XIX y la década de 1930. En su esfuerzo por describir un glorioso pasado paulista, los miembros del IHGSP construyeron la imagen de una « raza de gigantes », representada inicialmente por el mameluco y, posteriormente, por el bandeirante.1 Este tipo humano, específico de los parajes paulistas, aficionado a la exploración de los sertões de donde extraía su propio sustento a través de la captura de indios para ser empleados como trabajadores diarios en la capitanía, habría sido el responsable del descubrimiento de oro y diamantes de las Minas Gerais y de la región de Cuiabá, en el actual Estado de Mato Grosso, además de haber ampliado los límites del territorio portugués en América. Desde esa perspectiva, construida para justificar la preeminencia política y económica de los paulistas entre fines del siglo XIX y principios del XX, la fuerza moral de los paulistas compensaba la falta de recursos materiales que caracterizó a esta región de frontera, distante y a veces refractaria al centro de poder representado por la Corona portuguesa.2

3Inclusive en dos obras posteriores, consideradas como referentes ineludibles para el tema que estamos analizando y desvinculadas de las visiones promulgadas en los escritos difundidos por el IHGSP, la contradicción entre la falta de vigor de la economía paulista y la fuerza lograda por sus políticos a principios del siglo XIX, fue reiterada. Nos referimos en particular al artículo « São Paulo », de Sérgio Buarque de Holanda, publicado en los años 1960, y al artículo « O processo de Independência em São Paulo », de Augustin Wernet, fechado en 1972.

  • 3 Sérgio Buarque de Holanda, « São Paulo », Sérgio Buarque de Holanda y Pedro Moacyr Campos (dir.) Hi (...)
  • 4 Augustin Wernet, “O processo de Independência em São Paulo”, en Carlos Guilherme Mota, 1822. Dimens (...)

4Sérgio Buarque de Holanda le atribuyó el importante papel desempeñado por São Paulo en la vida política durante todo el Primer Reinado y la Regencia (es decir, 1822-1840) a la « fisonomía política apreciablemente unitaria », de tendencia liberal, que reinaba en la Provincia, dado que tal poder de influencia en los rumbos políticos de la incipiente nación, representado por hombres tales como los hermanos Andrada, Diogo Feijó, Paula Sousa y el futuro senador Vergueiro, aún no podía apoyarse en la fuerza económica o poblacional de la región.3 Por su parte, Wernet siguió el mismo camino que Holanda al destacar que en 1822, las exportaciones recién estaban empezando y que, por tal motivo, los principales líderes políticos paulistas habían sido reclutados entre los profesionales liberales y la minoría ilustrada la cual, reunida en torno al príncipe Pedro habían promovido el « pasaje del antiguo orden de cosas […] menos bruscamente en São Paulo que en cualquier otra provincia ».4

5Además del escaso vínculo existente entre la economía paulista al comercio de exportación con el reino de Portugal hasta fines del siglo XVIII, otro factor favorable a las tesis que defienden que São Paulo se caracterizaba por la pobreza y por estar desvinculado de los intereses imperiales globales, se basa en las pérdidas territoriales sufridas por la capitanía a lo largo del siglo XVIII y por la supresión de la autonomía administrativa de la región, ocurrida entre los años 1748 y 1765. Curiosamente, estos argumentos, tanto para la supresión como para la restauración de la autonomía administrativa paulista, eran muy parecidos, todos basándose en la necesidad de reorganizar las tropas paulistas enviadas para contener conflictos en la frontera con los dominios españoles. En 1765, la Corona volvió a nombrar un gobernador y capitán general para São Paulo, cuyo territorio antiguamente correspondía, grosso modo, a los actuales Estados de São Paulo, Minas Gerais, Goiás, Mato Grosso, Paraná, Rio Grande do Sul y Santa Catarina. Pero su nueva jurisdicción se redujo a las comarcas de São Paulo y Paranaguá, actuales Estados de São Paulo y Paraná.

  • 5 Cf. Caio Prado Jr., Formação do Brasil Contemporâneo, São Paulo, Brasiliense-Publifolha, 2000; Alic (...)

6Partiendo de diferentes principios teórico-metodológicos, varios autores que escribieron sobre el pasado paulista, tales como Alice Canabrava, Thereza Petrone y Caio Prado Jr.,5 fechan en 1765 el inicio del movimiento que, entre fines del siglo XVIII y principios del XIX, iba a integrar a São Paulo al Imperio Portugués a través del aumento de la producción azucarera en función de la exportación hacia el Reino de Portugal, por entonces incentivado por los gobiernos locales y central.

  • 6 Francisco Vidal Luna y Herbert Klein, Evolução da sociedade e economia escravista de São Paulo, de (...)
  • 7 Sobre la importancia de los pequeños y medianos productores, así como sobre el incremento de las ví (...)
  • 8 Véase Riva Gorenstein y Lenira Menezes, Negociantes e caixeiros na sociedade da Independência, Rio (...)

7Sin embargo, la bibliografía más reciente sobre la América Portuguesa, está mostrando un significativo auge económico e importancia política entre los productores del centro-sur, comprometidos tanto en la producción de géneros de subsistencia destinados al mercado colonial como así también en la producción de géneros volcados hacia el comercio atlántico. Estos productores, que en São Paulo eran mayoritariamente de porte pequeño y mediano6, habrían actuado dentro de un circuito de acumulación de capitales fortalecido, principalmente, a partir de 1750, como uno de los resultados de la política de modernización, fomento e integración de las diversas partes del Imperio Lusitano.7 Dentro de tal contexto, fue destacado también el importante papel ejercido por los negociantes de los principales centros comerciales americanos, así como la complejidad de las relaciones establecidas entre los grupos locales de poder y los productores y negociantes de menor envergadura.8

  • 9 Ilana Blaj, op. cit.
  • 10 Cf. Maria Aparecida Borrego, A teia mercantil, negócios e poderes em São Paulo colonial (1711-1765)(...)

8La provincia de São Paulo formó parte de dicho movimiento, resultando posible localizar un proceso de creciente mercantilización en la región, entre los siglos XVII y XIX. La documentación existente muestra que la producción paulista superaba el nivel de autoconsumo y que los negociantes y miembros de la gobernación paulista, mantenían comercio con Santos y con el centro comercial de Río de Janeiro. Con el descubrimiento de las minas, las redes comerciales se extendieron tanto hacia Minas Gerais como hacia Cuiabá, ampliando inclusive el comercio de ganado en la región sur.9 De tal modo, São Paulo empezó a ser considerada una región económicamente atractiva para los negociantes del reino portugués, quienes se establecieron en la capital y en las villas de Santos, Itu y Parnaíba, acumulando fortunas y participando en organismos e instituciones que les otorgaban poder y distinciones sociales, tales como las cámaras municipales, las hermandades y la Santa Casa de Misericordia.10

  • 11 Sobre la relación existente entre los agentes administrativos y los grupos de negociantes que actua (...)
  • 12 Durante el período colonial, toda la población masculina adulta que no formaba parte del Ejército, (...)
  • 13 Fluminense: natural de Río de Janeiro. Baiano: natural de Bahia. (N. de la T.)

9Estos hombres actuaron en diversos ramos de actividades y en diferentes lugares y, siempre que les resultó posible, trataron de asociar sus intereses particulares a los de la administración local, financiando obras públicas, uniformizando las tropas, ofreciéndole donaciones a la Corona y rematando contratos relativos a tributos y rentas reales.11 En compensación, solicitaban altas patentes en las tropas de segunda línea12, hábitos de las órdenes militares así como también cargos en los tribunales de justicia y hacienda, los cuales les permitían ganar influencias en el gobierno de sus localidades. De este modo, los grupos de poder radicados en la Provincia de São Paulo a principios del siglo XIX actuaron de acuerdo a parámetros semejantes a los de sus congéneres fluminenses, baianos o lisboetas, por más que las fortunas verdaderamente cuantiosas, tales como las de los Sousa Queirós en la década de 1820, todavía fuesen algo raro entre los paulistas.13

La Corte portuguesa en América: reconfiguración administrativa y nuevas oportunidades de inserción económica (1808-1820)

  • 14 Maria de Fátima Silva Gouvêa, « As bases institucionais da construção da unidade dos poderes do Rio (...)

10En 1808, la proximidad del nuevo centro administrativo imperial, les presentaba nuevas oportunidades a los hombres vinculados a los negocios y al gobierno paulista pues, como bien lo ha recordado Maria de Fátima Gouvêa, se encontraba en juego la supervivencia del propio Imperio Portugués, por ello la necesidad de que fueran implementadas medidas de defensa para la economía y de fomento a nuevas esferas de gobernabilidad a partir de la administración central instaurada en Río de Janeiro14.

  • 15 Alcir Lenharo, As tropas da moderação, introducción y capítulo 1.
  • 16 Licencia del 2 de diciembre de 1811, Coleção das Leis do Brasil. 1811, Río de Janeiro, Imprensa Nac (...)
  • 17 Juiz de fora (Literalmente, juez de afuera): era un magistrado nombrado por el Rey de Portugal para (...)

11Entre otras medidas, resultó necesario crear todo un sistema para ampliar las vías de acceso y de abastecimiento de la nueva Corte que, con el tiempo, fortaleció líneas de comercio interno y grupos productores y negociantes de São Paulo, del sur de Minas Gerais y de Río de Janeiro.15 El gobierno de la capitanía empezó a dedicarse más a las obras de mejoría de carreteras y caminos que unían São Paulo y Santos con Río de Janeiro y las regiones productoras de azúcar, además del camino entre el alto de la Sierra del Mar y el puerto de São Sebastião, en la costa norte, considerado muy importante debido a la capacidad de abastecer a la Corte fluminense. En la misma época, la fundación de la nueva comarca de Itu16 y el nombramiento de juizes de fora para varias localidades paulistas17 apuntan no solamente hacia el crecimiento demográfico sino que también destacan la preocupación de la Corona por controlar mejor la justicia y la administración locales, ampliando los canales de comunicación entre los « pueblos » de las villas y el gobierno central, principalmente en localidades consideradas estratégicas, tales como la ciudad de São Paulo, las villas de Itu, Paranaguá, Taubaté y São Sebastião, núcleos de producción y/o regiones ubicadas en las rutas de comercio sudamericanas y atlánticas.

  • 18 Los denominados « hombres buenos » eran los que más se destacaban en sus villas y ciudades. De « sa (...)
  • 19 Alcir Lenharo, obra citada, capítulo 3 « Subsistência e integração ». Sobre el ascenso económico y (...)

12A su vez, « hombres buenos »18 de las villas, productores y negociantes, casi todos oficiales de las tropas milicianas de la capitanía, continuaron el movimiento iniciado décadas atrás, ayudando a cubrir las necesidades del Estado Portugués siempre que se les solicitaba. Al mismo tiempo, aprovecharon las nuevas oportunidades económicas favorecidas por la instalación de la Corte en América para ascender políticamente en sus villas y provincias de origen, por más que hayan sido bloqueados en el acceso a los principales cargos administrativos y militares actuantes en la Corte hasta por lo menos 1831, posiciones que fueron ocupadas por grandes propietarios vinculados al alto comercio y a la nobleza establecidos en Río.19

  • 20 Archivo Nacional – RJ. Junta da Fazenda, códice 469, v. 4, 1807-1809, fol. 57.
  • 21 Archivo Nacional – RJ. Junta da Fazenda, códice 469, v.4, 1807-1809, fol. 52v-54. Carta del capitán (...)
  • 22 Manuel Eufrásio de Azevedo Marques, Apontamentos históricos, geográficos, biográficos, estatísticos (...)

13A modo de ejemplo, cabe señalar que aún en 1808 los coroneles Francisco Xavier dos Santos, Francisco Pinto Ferraz, Luís Antônio de Sousa y el capitán mayor Bento Tomás Viana, negociantes, involucrados en la subasta de las rentas reales y en el comercio de géneros de exportación y de subsistencia, donaron respectivamente 500$000, 640$000, 400$000 y 100$000 réis para ayudar al príncipe João, recién llegado a Río de Janeiro.20 El mismo año, José Vaz de Carvalho, negociante y contratista radicado en São Paulo desde la década de 1770, fue instado a providenciar la compra de caballos y mulas para la Corte y, además, le donó 100 mulares al regente.21 Anteriormente, José Vaz ya había servido a la Corona en calidad de encargado de la suscripción del « Donativo Voluntario » de las villas del sur de la capitanía; solicitado en 1804, se había encargado de costear los uniformes de una compañía de milicianos y, además, había destinado considerables valores en donaciones, para obras públicas en São Paulo.22

  • 23 Documentos manuscritos avulsos da Capitania de São Paulo (1618-1823) – Mendes Gouveia. Bauru, SP: E (...)
  • 24 Biblioteca Nacional – RJ. Documentos biográficos, C-0947,007. Petición encaminada al ministerio del (...)

14Manoel Rodrigues Jordão fue capitán de milicias e hijo de un negociante del reino, de igual nombre, y de una paulista descendiente de una de las familias más antiguas de la provincia. En 1807 ganó la subasta del contrato de los Diezmos Reales de São Paulo, en asociación con el negociante portugués Manuel de Sousa Freire; el mismo año solicitó el hábito de la Orden de Cristo, titulándose « negociante del centro comercial de Santos », vinculado, por lo tanto, al comercio de exportación.23 Su solicitud fue atendida y sus negocios continuaron prosperando pues, en 1817, en su pedido para obtener la Encomienda de la Orden de Cristo, de la cual ya era devoto, constaba ser « hombre de negocios matriculado », coronel del 1º Regimiento de Infantería Miliciana de la ciudad de São Paulo y haber invertido veinte mil réis en acciones para la instalación del Banco de Brasil. Su pedido fue aceptado por el gobierno de João VI, en febrero de 1819.24 También obtuvo gran éxito en su carrera política, ya que fue miembro del gobierno provisional establecido en 1821 y llegó al puesto de brigadier.

  • 25 Antônio Rodrigues Veloso de Oliveira, Memória sobre o melhoramento da Província de São Paulo, São P (...)

15Las trayectorias que hemos narrado, citadas a modo de ejemplo, confirman una vez más que la instauración de la Corte en Río de Janeiro amplió las oportunidades de enriquecimiento y de participación en la política local, de los negociantes y productores radicados en la América Portuguesa. Lo cual no significa que los grupos de interés paulistas fuesen homogéneos y actuasen de forma coordinada, no obstante, esos hombres eran conscientes de su pertenencia a la nación portuguesa y de la nueva posición de centro asumida por el « Estado de Brasil ». Eso explica las palabras de un paulista, hijo de negociantes, graduado en leyes en la Universidad de Coímbra, jurista actuante en diferentes tribunales portugueses quien en su Memória sobre o melhoramento da província de São Paulo, de 1810, escribió: « Brasil no es más una colonia; ahora sirve de asiento al majestuoso trono de Nuestro Gran Monarca ».25 Desde su perspectiva, la provincia de São Paulo no era más una « colonia », ni tampoco una simple área de frontera, económicamente decadente y dedicada a mantener el territorio; su tierra natal había ascendido a la condición de ser parte integrante de un gran Imperio.

  • 26 Denis Antonio de Mendonça Bernardes, O patriotismo constitucional: Pernambuco, 1820-1822, São Paulo (...)

16Años después, la Revolución Liberal de 1820, en Portugal, generó nuevas alteraciones políticas en las provincias americanas con la instalación de las Juntas Provisionales de Gobierno, bases de la nueva estructura administrativa que pretendía retirar casi completamente el poder ejecutivo de las manos del monarca, vinculando las provincias brasileñas directamente con las Cortes Constituyentes Portuguesas, en el intento de reatar antiguos lazos políticos que habían sido cancelados en 1808.26 Por otro lado, hay indicios de que la transferencia de la Corte hacia América no significó la ruptura definitiva de vínculos económicos existentes entre el reino de Portugal y el futuro reino unido de Brasil: las redes comerciales imperiales, inclusive las que pasaban por Lisboa y Oporto, fueron reorganizadas durante el período inmediatamente posterior a la expulsión de los franceses del antiguo Reino, a pesar de que el comercio de la primera perdió un gran espacio en ese movimiento.

  • 27 Coleção das leis do Brasil, 1821. Primera parte. « Leis das Cortes Gerais Extraordinárias e constit (...)
  • 28 Idem, p. 35-38. Decreto del 1 de octubre de 1821.

17El 24 de abril de 1821, las Cortes declararon legítimos los gobiernos establecidos, o por establecerse, en los « Estados portugueses de ultramar » y que habían adherido al movimiento constitucionalista, y ordenaron la elección de los diputados de las provincias sudamericanas para la Asamblea Constituyente Portuguesa.27 El 1 de octubre siguiente, las Cortes promulgaron el decreto que determinó « provisoriamente la forma de la administración Política y Militar de las Provincias de Brasil ». En dicho documento, quedaba abolido el cargo de gobernador y capitán general de las provincias y se determinaba la formación de Juntas integradas por siete miembros, entre ellos, un presidente y un secretario. Le competía a las juntas establecidas « toda la autoridad y jurisdicción en la parte civil, económica, administrativa y de policía, en conformidad a las leyes existentes… ». Los magistrados y autoridades civiles quedaban subordinados a éstas, pero el gobierno militar recaía en un « gobernador de las armas », nombrado y subordinado a las autoridades del Reino de Portugal. Del mismo modo, las Juntas de Hacienda responsables por la recaudación de tributos, empezaron a rendirle cuentas directamente a las Cortes Portuguesas.28

18Por lo tanto, si esa ley fuera aplicada, tanto el mando militar como la administración de rentas y tributos debidos, dejaban de estar sometidos al gobierno de la provincia y empezaban a responderle directamente al gobierno establecido en Portugal; el cual también podía desfavorecer intereses de grupos de productores y negociantes establecidos en América, involucrados en el sistema de subastas y en los cargos vinculados a la Hacienda y la Justicia locales, tales como escribanos, procuradores de la Corona y jueces de diversas instancias.

19En São Paulo, ningún gobernador de armas nombrado por las Cortes asumió el cargo y, en un primer momento, fue suspendido el envío de las rentas reales tanto hacia Río de Janeiro como hacia Portugal. Entre 1821 y 1822, las provincias de la América Portuguesa substituyeron a los antiguos capitanes generales por Juntas Provisionales de Gobierno, algunas de ellas, aparentemente, más vinculadas al gobierno de las Cortes, tal como las primeras juntas establecidas en Pará, Bahia y Pernambuco, otras al gobierno de Río de Janeiro, representado por el príncipe Pedro, tales como la paulista y la minera, después de la visita que el mismo realizó a estas provincias, a mediados de 1822. Con el establecimiento de las juntas de gobierno, las Cortes Portuguesas trataron de vaciar la esfera de poder del príncipe; por otro lado, también fueron el medio usado por los grupos locales de poder para liberarse del control de ambos.

Las Juntas Provisionales de Gobierno paulistas y el proceso de separación entre Portugal y Brasil

  • 29 Primera sesión de la Junta Provisional de Gobierno, 23/06/1821. Documentos interessantes para a his (...)

20Durante los años 1820, la designación de « capitanía », que algunas veces todavía se usaba, fue definitivamente abandonada y el término « provincia » empezó a denominar la región de São Paulo, tanto en los documentos que eran producidos como en la correspondencia proveniente de Río de Janeiro y Lisboa. La primera Junta Provisional de Gobierno de São Paulo fue nombrada el 23 de junio de 1821, « por unánime aclamación del pueblo y de las tropas », reunidos en el Largo do Paço Municipal de la capital. Ese mismo día fueron juradas las bases de la Constitución, decretadas por las Cortes Constituyentes de Portugal. La Junta paulista estaba presidida por el último gobernador y capitán general, João Carlos Augusto de Oeynhausen; además de él, fue designado un vicepresidente, José Bonifácio de Andrada e Silva; un secretario de gobierno del interior y hacienda, Martim Francisco Ribeiro de Andrada; un secretario para los asuntos de guerra, el coronel Lázaro José Gonçalves; un secretario de marina, el jefe de escuadra Miguel José de Oliveira Pinto. Los diputados y vocales de la junta fueron: el reverendo Felisberto Gomes Jardim y el reverendísimo tesorero mayor João Ferreira de Oliveira Bueno, por el eclesiástico; el coronel Antonio Leite Pereira da Gama Lobo y el coronel Daniel Pedro Müller, por el sector de armas; el coronel Francisco Inácio de Sousa Queirós y el brigadier Manoel Rodrigues Jordão por comercio; el padre maestro Francisco de Paula e Oliveira y el profesor André da Silva Gomes, por la ciencia y educación pública; además del Dr. Nicolau Pereira de Campos Vergueiro y del teniente coronel Antonio Maria Quartim, por agricultura.29

21La Junta de Gobierno paulista fue organizada de modo tal que pudiese atender funciones administrativas bastante específicas, tratando de abarcar los principales sectores de actividad de la provincia: recaudación, agricultura, comercio, instrucción pública y, en contra de lo que decidieron las Cortes, también el sector militar. En la segunda sesión de la Junta Provisional de Gobierno, que ocurrió el 25 de junio de 1821, sus miembros dieron muestras de que pretendían actuar con autonomía, pues votaron la elaboración de una participación que le fue enviada al príncipe regente Pedro, en la cual decían:

  • 30 Segunda sesión de la Junta Provisional de Gobierno, 25/06/1821. Documentos interessantes para a his (...)

...[esperar] este Gobierno, la Bondad y Magnanimidad de Su Alteza Real, que dejase libre a esta Junta Provisional la disposición, y economía del Gobierno Interior de la Provincia, en conformidad a lo que ya en parte se había concedido a los Gobernadores y Capitanes Generales de las Capitanías; y del mismo modo, el derecho de representar los inconvenientes, que pueda tener cualquier Ley, o Decreto de su Alteza, vistas las localidades y circunstancias de la Provincia.30

  • 31 Denis Antônio de Mendonça Bernardes, op. cit., p. 341.

22Según Denis Bernardes, basándose en lo postulado por Holanda y Wernet, la Junta de Gobierno de São Paulo fue la única que no se mantuvo hostil o distante del gobierno del príncipe Pedro durante ese primer momento de formación de los gobiernos provisionales31. Además, el fragmento que hemos citado muestra que los miembros del nuevo gobierno paulista exigían no solamente mantener las antiguas libertades relativas al poder de mando de los gobiernos provinciales, sino también el derecho de representar y discutir actos del príncipe, a quien aparentemente aún no reconocían con todas las prerrogativas de un regente, lo que permite cuestionar la supuesta unión entre la Junta paulista y el gobierno establecido en Río de Janeiro durante ese período inicial de su actuación.

23En un artículo publicado recientemente, Cecilia Helena de Salles Oliveira destacó que la asociación directa entre el apoyo paulista al gobierno de Río de Janeiro y los acontecimientos que resultaron en la Independencia de Brasil se basó, en gran parte, en dos documentos firmados por el propio príncipe Pedro. Se trata de la Proclamação aos paulistas, del 8 de setiembre de 1822, y el discurso de apertura de la Asamblea Constituyente brasileña, del 3 de mayo de 1823, en los cuales se les atribuye a los paulistas el principio de ruptura con las Cortes Constituyentes Portuguesas:

  • 32 « Proclamação aos paulistas », in Cecilia Helena de Salles Oliveira, « A Província de São Paulo à é (...)

[...] ¡Honrados paulistas! El amor que le consagro a Brasil, en general, y a vuestra provincia, en particular, por ser ella la que frente a mí y al mundo entero nos hizo conocer antes que a todos, el sistema maquiavélico, desorganizador y faccioso de las Cortes de Lisboa, me obligó a venir hasta vosotros [...]32

24Mientras tanto, vale recordar que tales palabras fueron escritas en un momento en el cual el príncipe regresaba de un viaje a São Paulo, cuyo objetivo había sido, precisamente, controlar los conflictos locales y garantizar la adhesión de políticos de la región al proyecto de Imperio con sede en Río de Janeiro, apoyado por miembros de su gobierno, entre ellos, José Bonifácio de Andrada e Silva, antiguo miembro de la Junta paulista que se había convertido en ministro del reino y negocios extranjeros de la regencia, en enero de 1822.

  • 33 Vera Lúcia Nagib Bittencourt, De Alteza Real a Imperador: o governo do Príncipe D. Pedro, de abril (...)

25La bibliografía más reciente referida al proceso de separación de Portugal y Brasil ha destacado el complejo proceso de acuerdos y alianzas establecidos entre la regencia del príncipe Pedro y los grupos de poder fluminenses, mineros y paulistas durante los meses que precedieron a la Independencia. El reconocimiento de Río de Janeiro como centro político y administrativo no fue consensual en esas regiones y el apoyo a Pedro fue conquistado gradualmente a través de garantías que le fueron ofrecidas a las redes familiares y de negocios de la región centro-sur, para que pudieran proseguir con sus operaciones mercantiles, con seguridad y lucros.33

26En São Paulo, la constante alusión de la Junta de Gobierno al príncipe Pedro y no al rey João o a las Cortes Constituyentes de la Nación Portuguesa, puede significar tanto la vinculación por parte de sus grupos de apoyo a los negocios con Río de Janeiro, como la necesidad de mantener una esfera de gobierno interna autónoma en la provincia, garantizando espacios de actuación y de decisión local propiciadores de negocios que pudiesen verse amenazados al invertirse la estructura administrativa proveniente del movimiento revolucionario de los años veinte.

  • 34 Negociante, coronel incorporado a los Regimientos de Milicias de Santos, contribuyó con donaciones (...)

27La primera Junta Provisional de Gobierno de São Paulo contaba con nombres destacados entre los grupos de productores y negociantes, la mayoría involucrada en la vida política imperial pos independentista. Es de destacar por ejemplo el caso de los hermanos Andrada, quienes estaban vinculados a los negociantes de Santos a través de relaciones familiares representadas, principalmente, en la persona de su cuñado, Francisco Xavier da Costa Aguiar.34 Manuel Rodrigues Jordão era un negociante que hacía mucho tiempo estaba instalado en São Paulo, también vinculado al comercio de exportación a través de sus socios en Lisboa. Lo mismo puede decirse sobre Nicolau Pereira de Campos Vergueiro, quien a esa altura aún mantenía la sociedad que había establecido con el brigadier Luís Antônio de Sousa a través de sus herederos, uno de los cuales era Francisco Inácio de Sousa Queirós. Este miembro de la Junta era hijo del hombre de negocios Francisco Antônio de Sousa, además de sobrino y yerno del rico y poderoso brigadier Luís Antônio, quien había fallecido pocos años atrás, heredándole parte de sus negocios que unían a São Paulo con las rutas comerciales americanas y atlánticas.

  • 35 Daniel Tarifa Damaceno, Os ‘facciosos’ de São Paulo: considerações acerca da Bernarda de Francisco (...)
  • 36 Cf. el artículo: « Do ponto à trama: rede de negócios e espaços políticos em São Paulo, 1765-1842 » (...)

28Muchas veces estos hombres terminaron enganchándose en sociedades con el objetivo de desarrollar negocios específicos, tal como lo fue el caso de la tejeduría fundada en São Paulo en 1811, de la que fueron socios, en diferentes momentos, Antônio Maria Quartim, Manuel Rodrigues Jordão, Francisco Inácio de Sousa Queirós y el mariscal José Arouche de Toledo Rendon;35 como así también los negocios con azúcar y ganado, que asociaban Vergueiro a Luís Antônio de Sousa y sus herederos.36 No obstante, esto no significa que hayan actuado siempre dentro del mismo campo político o que mantuvieran similares intereses económicos durante sus trayectorias como productores y negociantes. De todos modos, la composición de la primera Junta Provisional de Gobierno de São Paulo nos lleva a pensar que la década de 1820 señaló la consolidación en el poder de grupos que venían enriqueciéndose desde las décadas finales del siglo XVIII, al menos a nivel provincial.

  • 37 Cecilia Helena de Salles Oliveira, « A Província de São Paulo à época da Independência ». Vera Lúci (...)
  • 38 El término “Bernarda” fue usado a principios del siglo XIX para denominar a los movimientos polític (...)

29En el caso específico de São Paulo, obras recientes37 han destacado que hasta por lo menos la visita del príncipe, hacia mediados de 1822, no existía una unidad entre los variados grupos de poder de diferentes regiones de la provincia con respecto al vínculo paulista con el gobierno de Río de Janeiro. En São Paulo, la Junta de Gobierno se instaló tardíamente, el 23 de junio de 1821. Según el análisis de Delatorre, esto ocurrió en virtud de los conflictos existentes con antecedencia a la instalación de la Junta, perceptibles a través de la dificultad manifestada por el antiguo capitán general, nombrado presidente, para hacer cumplir sus órdenes. En principio, la Junta paulista habría congregado fuerzas políticas basadas en grupos mercantiles enraizados en la capital de la provincia y en Santos, articulados a través de redes de parentesco que se granjearon, temporalmente, el apoyo de grupos de Itu y aledaños. Por otro lado, la misma nunca se mantuvo soberana en la Provincia y, por tal motivo, ocurrieron los desarrollos del movimiento de mayo de 1822, conocido como « Bernarda de Francisco Inácio »38, sobre el cual nos detendremos más adelante.

  • 39 Sobre la insubordinación de la tropa de Santos, véanse los documentos del fondo del Archivo del Est (...)

30Por otro lado, los constantes enfrentamientos entre las autoridades establecidas en la ciudad de São Paulo y en las villas de Santos e Itu e, inclusive, la insubordinación de las tropas instaladas en la villa santista, en 1821 y el intento de los camaristas de Itu para formar una junta de gobierno paralela, en 1822,39 son claras señales de las dificultades encontradas para mantener la unión entre los grupos de interés de dichas localidades dificultando, de este modo, el funcionamiento del gobierno de la Junta Provisional.

31Desde 1821, la Junta de Gobierno venía tratando de afirmarse, por lo menos, en la esfera legal. En ese sentido, en una Circular del 13 de agosto de 1821, el Gobierno Provisional se volvió contra los « abusos de poder » de algunas autoridades constituidas y contra la « negligencia » de otras, que estaban obstruyendo el buen funcionamiento de los negocios públicos por dedicarse a las « recíprocas intrigas de las clases poderosas » y a los « revoltosos de las clases indigentes », quienes estaban enfrentándose a través de medios ilegales, ignorando la existencia de la justicia y de dicho gobierno. Para enfrentar tales desobediencias, el gobierno paulista ordenaba que los « juzgadores » respondieran rápidamente los despachos y leyes de los procesos, declarando que

  • 40 Circular del 13 de agosto de 1821 sobre abuso de poder de las autoridades de la capitanía. Archivo (...)

[…] la Época de los despotismos, de las disyunciones, de las rivalidades, terminó […], la Constitución no es anarquía sino la exacta y religiosa obediencia a las bases que fueron juradas, y a las Leyes existentes que las mismas no derogaron…40

32Si resultaba necesario declarar tan vehementemente la autoridad del Gobierno Provisional, es bien probable que las diferencias, « maquinaciones » y conflictos entre los distintos grupos de interés fueran tan evidentes que estuvieran impidiendo la actuación administrativa del mismo. Además, los estudios de Damaceno sobre el movimiento bernardista, así como los de Bittencourt sobre la regencia del príncipe Pedro, señalaron que en la disolución de la Junta de Gobierno –la cual fue efectuada por el príncipe regente en agosto de 1822, pocos días después de haber sido emitida la circular citada anteriormente–, lo que estaba en juego eran tanto los proyectos políticos relativos a la reorganización del Imperio Portugués o a la formación de un Imperio Brasileño autónomo, como los intereses vinculados al comercio de exportación establecido entre São Paulo, la Corte de Río de Janeiro y el Reino de Portugal.

33A partir de la década de 1790, aproximadamente, Santos contaba con corresponsales comerciales en los centros de Lisboa y, posteriormente, de Oporto. El envío de navíos desde dichas localidades, como así también desde puertos africanos, fue constante durante las décadas siguientes. Aunque el comercio de importación y exportación del puerto de Santos se haya visto temporalmente fragilizado entre 1807 y 1808, la expansión mercantil en las provincias del centro-sur americano durante los siguientes años, fortaleció las redes comerciales que pasaban por la provincia de São Paulo.

  • 41 Daniel Tarifa Damaceno, op. cit., especialmente la parte 4 del capítulo II.

34Para Damaceno, las rivalidades que surgieron en función de las actividades comerciales enfrentaron al grupo liderado por Martim Francisco de Andrada e Silva –quien era favorable a otros negociantes, tales como Antonio da Silva Prado y su tío Manoel Rodrigues Jordão–, contra el grupo capitaneado por Francisco Inácio de Sousa Queirós y el promotor de justicia, Costa Carvalho. En la época, Jordão acumulaba un cargo en el gobierno provisional y otro en la tesorería de la Junta de Hacienda. Él y Prado eran negociantes competidores de los Sousa Queirós. Estos conflictos habrían promovido el levantamiento de una parte de la tropa, el cual culminó con la expulsión de Andrada y de Jordão de la Junta de Gobierno, hecho ocurrido el 23 de mayo de 1822.41

  • 42 Véase la tesis ya mencionada de Vera Bittencourt, especialmente el capítulo 4.
  • 43 Cf. la obra de Daniel Tarifa Damaceno anteriormente citada, p.104-105.
  • 44 Haciendas secas: Era el nombre dado a los productos de comercio no comestibles (telas, hilos, vajil (...)
  • 45 Daniel Tarifa Damaceno, p.116-131.
  • 46 Idem, « A participação da elite: os comerciantes », p.198-208.

35Esta « Bernarda » del Gobierno Provisional fue considerada, por parte del príncipe Pedro y de su ministro José Bonifácio de Andrada e Silva, como una afronta; sin embargo, el principal temor que sintió el grupo representado por Francisco Inácio no era que se estableciera un gobierno central en Río de Janeiro, bajo la Corona del entonces príncipe regente, sino el peligro que los daños que una ruptura definitiva con el Reino de Portugal podría aparejarle a las relaciones comerciales establecidas entre los paulistas y los portugueses europeos. Además de causarle pérdidas, con el consecuente riesgo de ruptura con los corresponsales establecidos en Lisboa y Oporto, la separación de Portugal dejaría a los negociantes en una delicada situación para disputar el mercado de la Corte de Río do Janeiro, por señal, bastante competitivo.42 Además, Martim Francisco y Jordão se oponían a diversos intereses establecidos en la provincia de São Paulo al presionar a los rematadores de contratos para que saldasen sus deudas con la Hacienda, al mismo tiempo que favorecían a Antonio da Silva Prado en la subasta de los contratos más lucrativos. Uno de los contratantes más golpeado por Andrada fue el coronel Francisco Álvares Ferreira do Amaral, acusado de deberle ochenta mil réis a la Junta de la Hacienda.43 Amaral era socio de Francisco Inácio de Sousa Queirós en varios ramos, también era negociante de « haciendas secas » y coronel del Segundo Regimiento de Infantería Miliciana de la ciudad de São Paulo.44 También fue uno de los principales agentes bernardistas, llevando a sus subordinados a reunir las tropas que exigieron la destitución de Martim Francisco y de Jordão, manteniendo a Oeynhausen en su cargo de la Junta de Gobierno.45 Según Damaceno, durante esta « Bernarda » estaban en juego grandes intereses comerciales y fueron precisamente los comerciantes de haciendas secas y los contratantes quienes le otorgaron mayor fuerza al movimiento. Además, Francisco Inácio de Sousa Queirós y Antonio da Silva Prado, competían directamente por causa de sus negocios, establecidos en diferentes localidades de la América Portuguesa y en el Reino de Portugal.46

36En el medio de estos conflictos, las cámaras de la región de Itu y de Santos reunieron sus tropas con la intención de ocupar la capital de la provincia. La guerra civil no se produjo, pero los habitantes de Itu constituyeron una Junta de Gobierno paralela que, si bien apoyaba al príncipe Pedro, fue rápidamente anulada por él mismo. Por otra parte, era fundamental para este último garantizar la adhesión de los grupos paulistas a su proyecto político, pues el apoyo de productores y negociantes de la región era esencial para la conservación de las redes de abastecimiento de la capital fluminense y del comercio que acontecía en el centro sur, llegando hasta los puertos de Montevideo y Buenos Aires, en los cuales las mercaderías y los esclavos enviados por los fluminenses, eran cambiados por plata.

37La primera Junta Provisional de Gobierno de São Paulo actuó, de hecho, hasta agosto de 1822, fecha en la que fue disuelta personalmente por el príncipe regente. Ya había sido oficialmente destituida por decreto del príncipe, fechado el 25 de junio y no contaba con muchos miembros. Además de José Bonifácio, dejaron la Junta: Martim Francisco y Jordão, quienes habían sido separados de la Junta cuando ocurrió la « Bernarda », Vergueiro, elegido diputado frente a las Cortes de Lisboa, así como João de Oliveira Bueno, Francisco de Paula Oliveira y André da Silva Gomes, quienes desistieron después de la salida de Andrada Martim. Pocos días antes, el presidente Oeynhausen, vinculado al grupo de Francisco Inácio, ya había sido destituido por el príncipe regente, quien exigió que se presentara ante él, en Río de Janeiro.

38Hasta la creación de la segunda Junta Provisional de Gobierno paulista, el gobierno local fue asumido por un triunvirato formado por el obispo Mateus de Abreu Pereira, el procurador general de la provincia José Corrêa Pacheco e Silva, y el mariscal de campo Cândido Xavier de Almeida e Sousa, siguiendo el formato de los gobiernos provisionales de las antiguas capitanías los cuales, ante la ausencia del capitán general, eran dirigidos por las máximas autoridades eclesiástica, civil y militar. En ese ínterin, viajando de vuelta a Río de Janeiro, Pedro pronunció la famosa proclamación del 7 de septiembre, en las márgenes del riacho Ipiranga, posteriormente recuperada como marco de la « Independencia de Brasil ».

La política económico-administrativa paulista durante los primeros años del período pos-independentista

39El triunvirato gobernó hasta el 8 de enero de 1823, momento en que fue instaurado el nuevo, y elegido, gobierno provisional. La elección comprobó que el grupo liderado por Francisco Inácio y Costa Carvalho mantenía su base de apoyo en la capital y alrededores; sin embargo, al ser escasamente votados en el interior y en la costa, ningún miembro del primer gobierno provisional logró ser elegido para la nueva junta.

  • 47 Ley del 20 de octubre de 1823, « Dá nova forma aos Governos das Províncias, criado para cada uma De (...)

40El Decreto de la Asamblea General Constituyente y Legislativa de Brasil, sancionado por la Carta de Ley del ya Emperador Pedro, del 20 de octubre de 1823, abolió las juntas provisionales de gobierno y creó, provisoriamente y para cada provincia, un Presidente y un Consejo. Según esta ley, el nuevo Presidente iba a ser nombrado por el Emperador; en cambio, el Consejo, integrado por seis miembros, iba a ser elegido y se reuniría durante dos meses al año, no sería permanente y su función era auxiliar administrativamente al Presidente. La Junta de Hacienda, las Ordenanzas y la Marina continuaban subordinadas a la máxima autoridad provincial; el gobierno de las Fuerzas Armadas quedaba subordinado al Comandante Militar, pero éste no podía hacer uso de las mismas contra « enemigos internos » sin autorización. Además, la administración de la justicia se independizó del Presidente y del Consejo.47

  • 48 Constituição política do Império, 1824, Rio de Janeiro, Casa Mme. Roche, 1824, 135p. Título 7º: « D (...)

41Algunos meses después, la Carta Constitucional del Imperio, otorgada por el Emperador Pedro el 25 de marzo de 1824, confirmó la creación del cargo de Presidente de Provincia, el cual había sido instituido provisoriamente por la Ley del 23 de octubre. Tales presidentes eran nombrados por el Emperador para servir durante el tiempo que éste juzgaba conveniente y según atribuciones que serían determinadas a posteriori.48 A través de la Carta, los presidentes provinciales iban a gobernar con el auxilio de los Consejos Generales de Provincia, que debían actuar como principal instrumento de intervención de los ciudadanos en los negocios locales. Tenían como principal objetivo:

  • 49 Ibid., Título 4º: « Do poder legislativo ». Capítulo V: « Dos Conselhos Gerais de Província, e suas (...)

[…] proponer, discutir y deliberar sobre los negocios más interesantes de sus Provincias; formando proyectos peculiares, y adaptados a sus localidades, y urgencias.49

42El primer presidente de provincia de São Paulo que asumió fue Lucas Antonio Monteiro, quien se desempeñó en el cargo entre el 1 de abril de 1824 y el 4 de abril de 1827.

43La instalación de un poder Judicial independiente y la figura del Presidente de Provincia nombrado por el Emperador, simbolizaron una mayor posibilidad de que el Gobierno Central interfiriese en las esferas provinciales. Además, el establecimiento del Imperio de Brasil bajo directrices constitucionales y representativas, por sí mismo, constituye un gran cambio en lo ateniente a las áreas decisivas y legislativas. Este movimiento no se restringió apenas a las Cámaras de Diputados y al Senado: a lo largo de las siguientes décadas las provincias también conquistaron espacios de representatividad y de ejercicio del poder.

  • 50 Lenharo, Alcir, As tropas da moderação, capítulos 2, « Estradas e integração do centro-sul » y 4 «  (...)

44En paralelo al movimiento administrativo, nuevas prácticas políticas y económicas que venían delineándose al menos desde 1808, favorecieron el fortalecimiento de grupos de negociantes que abastecían el mercado carioca y actuaban también en el mercado interno, lo cual les permitió interferir en los rumbos del Imperio de Brasil, años después, principalmente cuando se produjeron los acontecimientos de 1831, que desembocaron en la abdicación de Pedro I.50 Además, durante las primeras décadas de formación del Estado Nacional, grupos paulistas vinculados a diferentes sectores económicos, supieron aprovecharse de la creación de nuevos cargos y de las posibilidades de participación manifestadas con la proclamación de las Asambleas Provinciales, del Parlamento y de las nuevas esferas judiciales.

45De tal modo, conviene considerar al São Paulo de finales del siglo XVIII e inicios del XIX, como una región económicamente dinámica e integrada a las redes mercantiles coloniales y a las políticas metropolitanas para con sus dominios. Esto contribuye a comprender la importancia política y económica alcanzada por políticos y grandes negociantes paulistas durante las primeras décadas del siglo XIX, así como su actuación tanto en la administración interna de la Provincia de São Paulo como en la política Imperial posterior a 1822.

Consideraciones finales

46La bibliografía sobre el proceso de Independencia en São Paulo es escasa y, con raras excepciones, se concentra o bien en los sucesos relacionados al establecimiento y disolución de la Primera Junta de Gobierno, o en el papel desempeñado por los considerados « grandes nombres » paulistas del período, como por ejemplo, los hermanos José Bonifácio de Andrada e Silva y Martim Francisco Ribeiro de Andrada, Manuel Rodrigues Jordão y Nicolau Pereira de Campos Vergueiro. De tal modo, presenta la vinculación de los políticos paulistas al proyecto de imperio delineado a partir de Río de Janeiro, como un consenso poco amenazado por los desdoblamientos de la llamada « Bernarda de Francisco Inácio ».

47Además, estas breves consideraciones, basadas en la historiografía más reciente sobre el tema, señalaron hasta qué punto la sociedad paulista se encontraba matizada, política y económicamente, en la época de la Independencia. Los proyectos políticos que estaban a la orden del día no se ceñían a conflictos entre « brasileños » y « portugueses » o entre partidarios del rey Pedro y los « facciosos » adscriptos a las Cortes, sino que eran expresión de los conflictos que permearon la compleja relación existente entre política y negocios, relativas al espacio ocupado por diversos grupos de poder junto al gobierno de Río de Janeiro, pero también junto a las redes de intereses que recorrieron todo el Imperio Portugués, inclusive la antigua Metrópoli.

48Dentro de tal contexto, la separación total con el Reino de Portugal no fue el eje principal de los conflictos en la Provincia de São Paulo, siempre y cuando resultara posible un grado de autonomía compatible con el ejercicio de poder y los intereses locales. En primer lugar estaba en juego la posibilidad de mantener y ampliar la esfera de influencia política y económica de los grupos asentados en la capital, en Santos, en Itu o en el Valle paulista de Paraíba, dentro de la construcción de un nuevo Imperio, dentro de la obra constitucional que, por entonces, empezaba a delinearse.

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Notes

1 El mameluco, fruto de la unión del conquistador portugués con las indias, teóricamente se encontraba muy bien adaptado a la rusticidad de la tierra y preparado para el desmonte de los sertões, dado su espíritu aventurero, ambicioso y adepto a la libertad. El bandeirante, por su parte, figura noble y de coraje, heredó de sus antepasados mestizos el placer por las incursiones en el sertão. El aislamiento, la autosuficiencia, la libertad y la independencia fueron los rasgos más resaltantes de la villa paulista y de la « nueva raza », también denominada « raza de gigantes », representada por el bandeirante, considerado el responsable principal por la expansión del territorio nacional.

Sertão: Durante el período colonial, sertão era sinónimo de lugar aún no poblado, espacio desconocido a ser explorado, al mismo tiempo atractivo, pues estaba repleto de posibilidades de enriquecimiento pero también, amenazador, pues albergaba animales feroces, fiebres malignas e indios aún no civilizados.

2 Para un análisis detallado de las principales tesis sobre el pasado paulista, defendidas por los autores vinculados al IHGSP, véase el capítulo 1 de la obra de Ilana Blaj, A trama das tensões, O processo de mercantilização de São Paulo colonial (1681/1721), Tesis de doctorado, São Paulo, FFLCH/USP, 1995; así como la tesis de Danilo Ferretti, A construção da paulistanidade: identidade, historiografia e política em São Paulo, 1856/1930, Tesis de doctorado, São Paulo, FFLCH/USP, 2004.

3 Sérgio Buarque de Holanda, « São Paulo », Sérgio Buarque de Holanda y Pedro Moacyr Campos (dir.) História Geral da Civilização Brasileira, t. II, v.2., São Paulo, 4ª edição, Difel, 1978, p. 457-458.

4 Augustin Wernet, “O processo de Independência em São Paulo”, en Carlos Guilherme Mota, 1822. Dimensões, São Paulo, Perspectiva, 1972, p. 342-344.

5 Cf. Caio Prado Jr., Formação do Brasil Contemporâneo, São Paulo, Brasiliense-Publifolha, 2000; Alice Canabrava, “Uma economia de decadência: os níveis de riqueza na Capitania de São Paulo, 1765/67”, Revista Brasileira de Economia, n° 26(4), 1972, p.95-123 y Thereza Petrone, A lavoura canavieira em São Paulo: expansão e declínio (1765-1851), São Paulo, Difusão Europeia do Livro, 1968.

6 Francisco Vidal Luna y Herbert Klein, Evolução da sociedade e economia escravista de São Paulo, de 1750 a 1850, São Paulo, Edusp, 2005.

7 Sobre la importancia de los pequeños y medianos productores, así como sobre el incremento de las vías de comercio interno hacia América Portuguesa, véase la obra de João Fragoso, Homens de grossa aventura. Acumulação e hierarquia na praça mercantil do Rio de Janeiro (1790-1830), Rio de Janeiro, Arquivo Nacional, 1992. Para una perspectiva teórico-metodológica diferente a respecto del mismo tema, consúltense las obras de las autoras Cecilia Helena de Salles Oliveira, A astúcia liberal. Relações de mercado e projetos políticos no Rio de Janeiro (1820-1824), Bragança Paulista, EDUSF-Ícone, 1999 y Vera Lúcia Amaral Ferlini, Açúcar e colonização. Ensaios de Interpretação, Tese de livre-docência, São Paulo, FFLCH/USP, 2000.

8 Véase Riva Gorenstein y Lenira Menezes, Negociantes e caixeiros na sociedade da Independência, Rio de Janeiro, Prefeitura do Município/Secretaria da Cultura, Turismo e Esportes, 1993; Alcir Lenharo, As tropas da moderação, São Paulo, Símbolo, 1978; Maria Thereza Petrone, O Barão de Iguape. Um empresário da época da Independência, São Paulo, Ed. Nacional; Brasília: Instituto Nacional do Livro, 1976.

9 Ilana Blaj, op. cit.

10 Cf. Maria Aparecida Borrego, A teia mercantil, negócios e poderes em São Paulo colonial (1711-1765), tesis doctoral, São Paulo, FFLCH/USP, 2006. Especialmente el capítulo 2.

11 Sobre la relación existente entre los agentes administrativos y los grupos de negociantes que actuaron en São Paulo en dicho período, véase Ana Paula Medicci, Administrando conflitos: o exercício do poder e os interesses mercantis na capitania/província de São Paulo (1765-1822), tesis doctoral, São Paulo, FFLCH/USP, 2010. Era una práctica común de la época que la Corona dispusiera la recaudación de impuestos y tributos en subasta pública. El contrato era adjudicado a quien ofrecía el mayor valor fijo a ser pago a la Real Hacienda. Lucros y pérdidas quedaban a cargo del contratista.

12 Durante el período colonial, toda la población masculina adulta que no formaba parte del Ejército, o de la tropa de primera línea, se alistaba en las compañías de Ordenanzas o en las Milicias, denominadas tropas de segunda línea. Estas últimas no recibían sueldo. Las Ordenanzas debían actuar a nivel local, atendiendo los desórdenes en fiestas y ferias públicas, auxiliando gratuitamente en la construcción de puentes y caminos. Las milicias, por su parte, denominadas auxiliares hasta 1796, estaban formadas por hombres poseedores de mayores recursos económicos, capaces de costear su propio uniforme, armar y mantener un animal y un esclavo, en caso de que fueran de caballería; su función era cuidar la seguridad de puertos y pasajes de la capitanía, pudiendo ser trasladados para socorrer conflictos en las regiones de frontera; también actuaban en la recaudación y envío de impuestos recogidos en las diferentes localidades. Alcanzar un puesto de oficial de las Ordenanzas o de las Milicias, representaba gran prestigio social, reconocimiento por parte de la Corona y medio de intervención en la política local.

13 Fluminense: natural de Río de Janeiro. Baiano: natural de Bahia. (N. de la T.)

14 Maria de Fátima Silva Gouvêa, « As bases institucionais da construção da unidade dos poderes do Rio de Janeiro Joanino: administração e governabilidade no Império Luso-brasileiro », István Jancsó (org.), Independência: história e historiografia, São Paulo, Hucitec/FAPESP, 2005, p. 707-752.

15 Alcir Lenharo, As tropas da moderação, introducción y capítulo 1.

16 Licencia del 2 de diciembre de 1811, Coleção das Leis do Brasil. 1811, Río de Janeiro, Imprensa Nacional, 1890.

17 Juiz de fora (Literalmente, juez de afuera): era un magistrado nombrado por el Rey de Portugal para actuar en consejos donde se hacía necesaria la intervención de un juez exento e imparcial, que normalmente sería de fuera de la localidad. Muchas veces estos jueces asumían también un papel político y eran indicados para presidir cámaras municipales, a modo de controlar el poder central de la vida municipal. (N. de la T.)

El primer juiz de fora de la ciudad de São Paulo fue nombrado en 1810. Se trataba de Estevão Ribeiro de Resende, quien se vinculó por casamiento a la familia del brigadier Luís Antônio de Sousa. El 19 de febrero de 1812 fue creado el cargo de juiz de fora de Paranaguá y la sede de dicha comarca se estableció en Curitiba; en 1817 se crearon los cargos de juiz de fora de Taubaté, Guaratinguetá y São Sebastián. Cf. Licencia del 13 de mayo, que creó el cargo de juiz de fora, civil, criminal y huérfanos de la Ciudad de São Paulo, Coleção das Leis do Brasil. 1810, Rio de Janeiro, Imprensa Nacional, 1891. Licencia del 19 de Febrero, que determina la transferencia de los defensores de Paranaguá hacia la villa de Curitiba, la cual se transforma en sede de la Comarca de Paranaguá y Curitiba, Coleção das Leis do Brasil. 1812. s/l, s/e, s/f. Licencia del 9 de octubre, que ordena sea creado el cargo de Juiz de Fora en cada una de las villas de Taubaté, Guaratinguetá y São Sebastião, de la Comarca de São Paulo, Coleção das Leis do Brasil. 1817, Río de Janeiro, Imprensa Nacional, 1890.

18 Los denominados « hombres buenos » eran los que más se destacaban en sus villas y ciudades. De « sangre pura » y dueños de riquezas que les permitían mantenerse sin necesidad de recurrir a trabajos manuales, estaban aptos para votar y ser elegidos para la cámara.

19 Alcir Lenharo, obra citada, capítulo 3 « Subsistência e integração ». Sobre el ascenso económico y político de los hombres de negocios fluminenses (naturales de Río de Janeiro), véanse también las obras ya citadas de Riva Gorenstein y de Cecilia Helena de Salles Oliveira.

20 Archivo Nacional – RJ. Junta da Fazenda, códice 469, v. 4, 1807-1809, fol. 57.

Réis: Moneda de la época (N. de la T.)

21 Archivo Nacional – RJ. Junta da Fazenda, códice 469, v.4, 1807-1809, fol. 52v-54. Carta del capitán general de São Paulo, del 10/03/1808.

22 Manuel Eufrásio de Azevedo Marques, Apontamentos históricos, geográficos, biográficos, estatísticos e noticiosos da Província de São Paulo, Belo Horizonte Itatiaia, 1980, 2 vols. V.2, p.65.

23 Documentos manuscritos avulsos da Capitania de São Paulo (1618-1823) – Mendes Gouveia. Bauru, SP: Edusp; São Paulo, SP: FAPESP; Imprensa Oficial do Estado, 2002, ISBN 8574600687, catálogo II, documento 4819. Petición de Manoel Rodrigues Jordão al Príncipe Regente João exponiéndole que le otorgue, en remuneración por sus servicios, el Hábito de la Orden de Cristo [...]. El despacho favorable a Jordão fue fechado el 09 de noviembre de 1807.

24 Biblioteca Nacional – RJ. Documentos biográficos, C-0947,007. Petición encaminada al ministerio del Imperio solicitando la merced de la Encomienda de la Orden de Cristo, 1817-1818.

25 Antônio Rodrigues Veloso de Oliveira, Memória sobre o melhoramento da Província de São Paulo, São Paulo, Gobierno del Estado, 1978, p. 77. La obra, inicialmente presentada a D. João, le fue representada a D. Pedro en 1822.

26 Denis Antonio de Mendonça Bernardes, O patriotismo constitucional: Pernambuco, 1820-1822, São Paulo: Hucitec/FAPESP, PE: UFPE, 2006, p.321, ISBN 8560438009.

27 Coleção das leis do Brasil, 1821. Primera parte. « Leis das Cortes Gerais Extraordinárias e constituintes da Nação Portugueza », Río de Janeiro, Imprensa Nacional, 1889, p. 9.

28 Idem, p. 35-38. Decreto del 1 de octubre de 1821.

29 Primera sesión de la Junta Provisional de Gobierno, 23/06/1821. Documentos interessantes para a história e costumes de São Paulo, v. 2, “Atlas do Governo Provisório de 1821 a 1822”, 3ª. ed, São Paulo, TYP. Cardozo Filho, 1913, p.3-4.

30 Segunda sesión de la Junta Provisional de Gobierno, 25/06/1821. Documentos interessantes para a história e costumes de São Paulo, v. 2, “Atlas do Governo Provisório de 1821 a 1822”, 3ª. ed, São Paulo, TYP. Cardozo Filho, 1913, p.7.

31 Denis Antônio de Mendonça Bernardes, op. cit., p. 341.

32 « Proclamação aos paulistas », in Cecilia Helena de Salles Oliveira, « A Província de São Paulo à época da Independência », en Nilo Odalia y João Ricardo de Castro Caldeira (org.), História do Estado de São Paulo/A formação da unidade paulista, v.1, p. 336.

33 Vera Lúcia Nagib Bittencourt, De Alteza Real a Imperador: o governo do Príncipe D. Pedro, de abril de 1821 a outubro de 1822, tesis doctoral, São Paulo, FFLCH/USP, 2006.

34 Negociante, coronel incorporado a los Regimientos de Milicias de Santos, contribuyó con donaciones para la construcción del camino que conectaría Santos con Cubatão, y donó 2:200$000 réis para socorrer las urgencias del Estado, en 1804. En 1807 solicitó la gracia del Hábito de la Orden de Cristo. Cf.: Archivo del Estado de São Paulo, lata C00243, doc. 16-2-16; Archivo Nacional – RJ, Junta da Fazenda, Códice 474, v.2, 1803-1806, fls.104-107 y Willian Puntschart, Negócios e negociantes paulistas (1808-1822). Tesis de doctorado, São Paulo, FFLCH/USP, 1998, p. 46-48 y p.100-101.

35 Daniel Tarifa Damaceno, Os ‘facciosos’ de São Paulo: considerações acerca da Bernarda de Francisco Inácio (23.5.1822-25.8.1822), tesina de maestría, São Paulo, FFLCH/USP, 1993, 296p.

36 Cf. el artículo: « Do ponto à trama: rede de negócios e espaços políticos em São Paulo, 1765-1842 », en Vera Lúcia Nagib Bittencourt, Wilma Peres Costa e Cecília Helena de Salles Oliveira (orgs). Soberania e conflito. Configurações do Estado Nacional no Brasil do século XIX, São Paulo, FAPESP/Hucitec, 2010, p. 417-444.

37 Cecilia Helena de Salles Oliveira, « A Província de São Paulo à época da Independência ». Vera Lúcia Nagib Bittencourt, op.cit., capítulo IV « A viagem a São Paulo ». Aparecida Vanessa Delatorre, São Paulo à época da Independência. Contribuição para o estudo do movimento ‘bernardista’, 1821/1823, tesina de maestría, São Paulo, FFLCH/USP, 2004. Daniel Tarifa Damaceno, Os ‘facciosos’ de São Paulo: considerações acerca da Bernarda de Francisco Inácio (23.5.1822-25.8.1822).

38 El término “Bernarda” fue usado a principios del siglo XIX para denominar a los movimientos políticos fomentados a través del uso de armas, en vistas a la revolución constitucionalista de Oporto de 1820; con el paso del tiempo, se usó para designar cualquier tipo de levantamiento o motín popular. Cf. Antônio Morais Silva, Diccionario da Lingua Portuguesa, 8ª. ed, Rio de Janeiro, Empreza Litteraria Fluminense de A. da Silva Lobo, 1889, 2 vols. y Ronaldo Vainfas (dir.), Dicionário do Brasil Imperial (1822-1889), Rio de Janeiro, Objetiva, 2002.

39 Sobre la insubordinación de la tropa de Santos, véanse los documentos del fondo del Archivo del Estado de São Paulo, lata C00408, libro « Bandos e Ofícios – Governo Provisório – 1821-1822 ». El conflicto con los camaristas de Itu y su región, fue detallado en las obras citadas de Delatorre y Damaceno.

40 Circular del 13 de agosto de 1821 sobre abuso de poder de las autoridades de la capitanía. Archivo del Estado de São Paulo. Lata C00231. Capitanes generales, Gobierno Provisional, Circulares y actos, 1820-1822, paquete 5, carpeta 4.

41 Daniel Tarifa Damaceno, op. cit., especialmente la parte 4 del capítulo II.

42 Véase la tesis ya mencionada de Vera Bittencourt, especialmente el capítulo 4.

43 Cf. la obra de Daniel Tarifa Damaceno anteriormente citada, p.104-105.

44 Haciendas secas: Era el nombre dado a los productos de comercio no comestibles (telas, hilos, vajilla, cubiertos, cintas, ropas, cestos, cuencos, alfileres, etc.). (N. de la T.)

45 Daniel Tarifa Damaceno, p.116-131.

46 Idem, « A participação da elite: os comerciantes », p.198-208.

47 Ley del 20 de octubre de 1823, « Dá nova forma aos Governos das Províncias, criado para cada uma Dellas um Presidente e Conselho », Coleção das leis do Império do Brasil de 1823. (« Da una nueva forma a los Gobiernos de las Provincias, creándose para cada una de ellas, un Presidente y Consejo », Colección de las leyes del Imperio de Brasil de 1823). Parte I. p. 10-15.

48 Constituição política do Império, 1824, Rio de Janeiro, Casa Mme. Roche, 1824, 135p. Título 7º: « Da administração e economia das províncias ». Capítulo I: « Da administração ».

49 Ibid., Título 4º: « Do poder legislativo ». Capítulo V: « Dos Conselhos Gerais de Província, e suas atribuições ».

50 Lenharo, Alcir, As tropas da moderação, capítulos 2, « Estradas e integração do centro-sul » y 4 « A conexão mercantil sul Minas – Rio de Janeiro ».

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Pour citer cet article

Référence électronique

Ana Paula Medicci, « São Paulo en el movimiento de Independencia de Brasil (1820-1822) »Nuevo Mundo Mundos Nuevos [En ligne], Débats, mis en ligne le 11 avril 2013, consulté le 18 mai 2025. URL : http://journals.openedition.org/nuevomundo/65314 ; DOI : https://doi.org/10.4000/nuevomundo.65314

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Auteur

Ana Paula Medicci

Universidad del Estado de Bahia (UNeB)

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