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2024
50 ans des coups d’État de 1973 : un bilan historiographique

Dos nuevos paradigmas para renovar la historia de la Unidad Popular (1970-1973): la “revolución desde abajo” y la dimensión “inter-americana”

Deux nouveaux paradigmes pour renouveler l'histoire de l'Unité Populaire (1970-1973) : la « révolution par en bas » et la dimension « interaméricaine »
Two New Paradigms for Renewing the History of Popular Unity (1970-1973): The ‘Revolution from Below’ and the ‘Inter-American’ Dimension
Rafael Pedemonte

Résumés

La commémoration du 50e anniversaire du coup d’État au Chili s’est accompagnée d’un débat sur la nécessité de mieux comprendre les différentes faces du gouvernement de Salvador Allende (1970-1973). Des considérations politiques ont empêché pendant des décennies une compréhension multidimensionnelle de l’Unité Populaire (UP), produisant des récits binaires et des visions idéalisées. L’historiographie traditionnelle a longtemps adopté une perspective institutionnelle, se concentrant sur le système de partis politiques et le rôle des protagonistes les plus connus. Quant à la dimension internationale, une facette essentielle de la politique étrangère de l’UP, plus proche du « tiers-mondisme » que de l’adhésion au camp socialiste, a été négligée. Heureusement, au cours de ces dix dernières années, l’accès à de nouvelles sources primaires (y compris l’histoire orale) a ouvert la voie à de nouvelles interprétations qui rendent l’image de la « voie chilienne » plus complexe. Cet article se focalise sur deux nouvelles tendances historiographiques : la « révolution par le bas », qui permet de revendiquer le rôle d’acteurs et de structures souvent négligés par les « histoires institutionnelles ». Au travers d’actions relativement autonomes, comme les cordons industriels, communautés indigènes, organisations paysannes, entre autres, ces acteurs ont réussi à déployer une mobilisation parallèle à l’action du gouvernement, radicalisant l’agenda de la « révolution chilienne ». Le second paradigme est la dimension « interaméricaine » de l’insertion internationale de l’UP, une approche qui invite à repenser le modèle de la guerre froide et à démystifier les récits qui cherchent à associer chaque expérience politique à l’une des deux superpuissances.

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Texte intégral

  • 1 Rocío Montes, “Crispado y sin consenso, Chile conmemora los 50 años del golpe de Estado de Pinoche (...)

1El advenimiento de los 50 años del Golpe de Estado contra del gobierno de Salvador Allende en septiembre de 1973 no parece haber azuzado, en el Chile del 2023, el ambiente conmemorativo que se esperaba. El auge electoral de la extrema derecha ha conllevado a alejamiento de los consensos básicos alcanzados en el 2013, cuando el presidente Sebastián Piñera habló, no sin levantar polémicas, de los “cómplices pasivos” de la dictadura. La expresidenta Michelle Bachelet constató la existencia de un ambiente “tóxico” ad-portas de la conmemoración de los 50 años, mientras que la posibilidad de sellar una escurridiza declaración conjunta condenando el golpe se difuminada irremediablemente. Con una derecha empujada al extremo, una izquierda dividida y una opinión pública cada vez más indiferente, el ansiado “consenso” histórico se encuentra aún más lejos que hace 10 años1.

  • 2 “Boric: En la izquierda debemos ser capaces de analizar la Unidad Popular no sólo desde lo mítico” (...)

2El gobierno de Gabriel Boric, el más a la izquierda desde la muerte de Allende, tampoco ha encontrado unanimidad dentro de sus propias filas. La supuesta ausencia de “gestos” decididos (lo más sobresaliente fue el anuncio de un Plan de Búsqueda de detenidos desaparecidos) ha generado críticas de la izquierda más dura, mientras que las declaraciones del presidente invitando a sus adherentes a analizar con “más detalle y no sólo desde lo mítico” el período de la UP molestó a más de uno. No sin subrayar que la sociedad chilena debe estar “de acuerdo con que ninguna diferencia política que tengamos justifica ni el quiebre de la democracia ni la violación de los derechos humanos”, el primer jefe de Estado chileno en haber nacido después de 1973 apuntó que, si bien “se habla mucho de la” UP, “desde la izquierda tenemos que ser capaces de analizarlo con mucho mayor detalle y no solamente desde una perspectiva mítica”2.

  • 3 Mansuy, Daniel, Salvador Allende. La izquierda chilena y la Unidad Popular, Santiago, Taurus, 2023
  • 4 Casals, Marcelo, “Puntos ciegos. Balance crítico de ‘Salvador Allende. La izquierda chilena y la U (...)

3Estas palabras adquieren una significación más allá de plano netamente político, en la medida en que hacen un llamado a no limitarse a la condena del golpe, sino a aprehender con mayor sutileza los “mil días” del gobierno de Allende, esfuerzo que sigue constituyendo una deuda en el Chile actual. Es interesante notar que, en el marco de las conmemoraciones del 2023, una de las controversias más notorias estuvo vinculada a la publicación del libro de un historiador de derecha, Daniel Mansuy3. El volumen se enfoca primeramente en las contradicciones y errores estratégicos de la administración allendista, marcada por las crecientes fracturas que debilitaron la unidad de la izquierda. La explicación del golpe derivaría, en parte, de estas inconsistencias internas, mientras que el análisis de la manera en que la crisis política se engarza con las acciones de la oposición se revela ausente. Empero, la articulación entre destabilización política y oposición es clave para entender el devenir del primer gobierno marxista en llegar al poder por la vía de las urnas: “La contrarrevolución – encarnada primero en franjas derechistas radicalizadas, y luego en una enorme movilización de masas – no puede entenderse como una mera reacción natural al desafío de la UP, sino que como un actor fundamental en esa dinámica radicalizadora, con conciencia, objetivos e intereses definidos”, apuntaba Marcelo Casals4.

  • 5 Lawner, Miguel, “Boric y el agravio cometido contra la memoria histórica”, El Clarín, 16 de junio (...)

4La polémica suscitada por las tesis de Mansuy podría haberse delimitado a un debate entre historiadores si el presidente Boric no habría recomendado públicamente su lectura (junto con una obra de Joan Garcés, ex asesor de Allende). Sectores de la izquierda, fundamentalmente del Partido Comunista de Chile (PCCh), reaccionaron airados, tales como el veterano arquitecto y actor del gobierno de la UP, Miguel Lawner: “No puedo callar ante el agravio cometido contra la memoria histórica”5.

5Las declaraciones de Boric invitando a sus oyentes a salir de “lo mítico” tienen en sí un valor que resuena con los empeños de quienes, desde hace un tiempo, intentan reconstituir el pasado con seriedad metodológica, contribuyendo a la evolución de la representación colectiva de la historia. Es cierto que el final dramático de la UP y el potencial simbólico del suicidio de Allende han acarreado un imaginario irresistible, obstaculizando una cabal aprehensión de la experiencia de la “vía chilena”. No obstante, durante la última década, una comunidad intergeneracional de investigadores ha contribuido a subsanar carencias historiográficas. La “invitación” de Boric ha sido precedida de un trabajo sostenido, aunque aún inacabado, que ha permitido rescatar dinámicas complejas y facetas variopintas de los tres años de gobierno allendista. Nos limitaremos, en estas páginas, a evocar dos paradigmas nutridos con interpretaciones y metodologías renovadoras: la “revolución desde abajo” y la dimensión “interamericana” de la política internacional de la UP.

  • 6 Pinto, Julio, “Presentación”, in Julio Pinto (ed.), Cuando hicimos historia. La experiencia de la (...)

6Julio Pinto constata que durante largo tiempo los estudiosos se han inclinado por concentrarse en los aspectos más negativos de la UP (el “drama” y la “derrota”), es decir, el desenlace trágico de 1973 y los eventos que llevaron a ello. Queda aún por rescatar una tercera dimensión: la “fiesta”, la anclada movilización social y los esfuerzos colectivos que, desde diversas esferas, fueron impulsados para “construir una sociedad más humana, más justa, mejor”. Para ello, el enfoque tradicional debe ser complementado con una prospección más acabada de los “actores y experiencias que dieron cuerpo a la historia”6.

  • 7 Gaudichaud, Franck, “A 40 años del Golpe. Historiografía crítica y pistas de investigación para (r (...)
  • 8 Palieraki, Eugenia, Morra, Marco, Pedemonte, Rafael, “La Unidad Popular chilena (1970-1973): balan (...)

7En efecto, la historiografía de este periodo ha sido dominada por tendencias que privilegiaban un enfoque institucional anclado en el sistema de partidos políticos7. Esta óptica refleja la gran “permeabilidad entre análisis militante y académico” que ha caracterizado el estudio del gobierno de Allende8, siendo acompañada de una inclinación hacia el estudio de los procesos de polarización social y de una tendencia más o menos reductora a asociar las diferentes capas de la sociedad con algún conglomerado político. De manera implícita o abierta, estos trabajos están atravesados por la lancinante interrogación sobre la responsabilidad del desencadenamiento Golpe de Estado: ¿Contribuyeron las agudas divisiones en el seno de la izquierda a acelerar el fin de la UP, o el 11 de septiembre 1973 fue el corolario ineluctable del plan premeditado de la “reacción”? Precisemos que, a pesar de la existencia de importantes aportes historiográficos sobre la implantación social de los movimientos de derecha y extrema derecha en el Chile de Allende, este tema no podrá ser abordado por razones de espacio.

La “revolución desde abajo”: rescatar a los protagonistas “en la sombra” del periodo 1970-1973

  • 9 Véase los trabajos recientes de: Corvalán Márquez, Luis, Los partidos políticos y el golpe del 11 (...)
  • 10 Muchos se enfocan en los debates políticos que agriaron la política chilena entre 1970 y 1973, en (...)
  • 11 Se ha escrito mucho menos sobre las organizaciones sociales de centro y de derecha – así como sobr (...)

8El interés por las “perspectivas institucionales” siguen generando producciones interesantes gracias a la apertura de nuevas fuentes de archivo9, pero, paralelamente, otros investigadores han querido, desde la historia social, escudriñar el papel de actores menos “institucionalizados”10: movimientos populares y de clases medias, organizaciones obreras, colectividades urbanas y campesinas, grupos indígenas, comunidades religiosas, etc., que, aguijoneadas por dinámicas propias, fueron capaces de posicionarse como motores protagónicos del turbulento escenario del periodo 1970-197311. Estos sectores jugaron un rol determinante “al margen” de las fragmentaciones institucionales, ideando así estrategias propias de movilización que, en ocasiones, “desbordaron” los planes gubernamentales. Así, la caracterización común de la política chilena presentada como un tríptico derecha-centro-izquierda merece ser sometida a una reinterpretación, incentivándonos a desplazar la mirada desde el sistema de partidos hacia los mecanismo autónomos o semiautónomos de movilización social que ensanchan el abanico de actores del proceso.

  • 12 Por ejemplo: Moulián, Luis, “Balance historiográfico sobre los treinta años de la historia chilen (...)

9La “historia social” de la UP ha ganado múltiples adherentes. Los primeros trabajos importantes sobre el “poder popular” – noción que busca distinguir las experiencias de autogestión llevadas a cabo por sectores populares – surgieron a fines de la década de 198012. El libro del estadounidense Peter Winn, Weavers of Revolution (1986), se aboca al análisis de las acciones encabezadas por los trabajadores de la fábrica textil Yarur. Buscando desentrañar la compleja interacción entre la “revolución desde arriba”, impulsada por la administración, y la “revolución desde abajo”, a través de la cual los líderes obreros ejercían presión para “acelerar” el proceso revolucionario, esta investigación tuvo el mérito de sacar del olvido a un grupo de protagonistas eclipsados por la “heroización” de los “grande hombres”. Winn interroga una percepción monolítica del poder, apartándose de lo puramente institucional y acentuando la centralidad de las capas de sectores obreros, custodios de un proyecto político que son capaces de defender. Así, los trabajadores de Yarur – ilustraciones de un fenómeno más amplio – actuaron como “tejedores” de la revolución, llegando incluso a impulsar iniciativas que el propio Allende no vislumbraba inicialmente.

  • 13 Cancino Troncoso, La problemática del poder popular en el proceso de la vía chilena al socialismo (...)
  • 14 Cárcamo Hernández, Ovidio, “Movimiento Campesino Revolucionario y Consejos Comunales Campesinos de (...)

10Apenas dos años después, el chileno Hugo Cancino propuso desde el exilio su propio análisis de las “formas de democracia directa surgidas en el trascurso de las movilizaciones […] que tienden a rebasar los canales tradicionales de participación y representación”13. El autor pone de relieve cómo el “poder popular” produjo desafíos significativos al interior de la coalición gubernamental, destacando la posición más institucional y centralizada del PCCh. Cancino amplía también su concepción del “poder popular” y desplaza la mirada hacia las áreas rurales, analizando la formación de los Consejos Comunales Campesinos (CCC). Estas superestructuras paralelas a los sindicatos se transformaron en un espacio para que los movimientos políticos tradicionales hicieran valer su influencia. Mientras el gobierno intentaba encauzar sus actividades, el MIR – a través del Movimiento Campesino Revolucionario (MCR) – bregaba por que los campesinos erigieran a los CCC en “órganos de democracia directa”, donde las masas debían asumir “las funciones de dirección, control y organización”14.

  • 15 Gaudichaud, Franck, Poder popular y cordones Industriales. Testimonios sobre el movimiento popular (...)
  • 16 Garcés, Mario, “Construyendo ‘las poblaciones’: El movimiento de pobladores durante la Unidad Popu (...)

11Una nueva generación de historiadores se aboca actualmente al estudio de diversas expresiones de “poder popular”, subrayando la autonomía de quienes impulsaban “desde abajo” una vía acelerada hacia la revolución. Estas revelaciones han sido afinadas gracias a una renovación metodológica, traducida en un esfuerzo por reunir testimonios orales de protagonistas anónimos de la “revolución chilena”15. Mario Garcés se ha interesado en los movimientos de pobladores, redimiendo la dimensión política de las tomas, primer paso hacia la constitución de “campamentos” autogestionados. Estas acciones colectivas ejercieron presión en las autoridades de la UP, las que se vieron en la obligación de ajustar sus proyecciones y aumentar los recursos destinados a la vivienda. El gobierno de Allende se encontró con un movimiento de pobladores vigoroso y multifacético, dispuesto a asir el “momento 1970”, que abría un “campo de oportunidades políticas”. El afán del gobierno por cooptar las tomas no estuvo exento de colisiones con un movimiento celoso de su “autonomía relativa”, como lo ilustra el ejemplo del Campamento Nueva Habana, surgido de común acuerdo entre dirigentes de cuatro tomas realizadas en 1970 en distintos lugares de Santiago. Esta consolidación organizativa amplió el margen de independencia de los pobladores respecto a los poderes políticos, un fenómeno que dividió a la izquierda y enardeció a la derecha, confirmando la centralidad de los movimientos populares, actores protagónicos de los cambios políticos y sociales16.

  • 17 Gaudichaud, Franck, Découvrir la révolution chilienne (1970-1973), Paris, Les éditions sociales, 2 (...)
  • 18 Garcés, Mario y Leiva, Sebastián, Perspectivas de análisis de la Unidad Popular: opciones y omisio (...)
  • 19 La tesis fue reescrita y completada, dando lugar a un libro importante accesible en línea: Gaudich (...)

12El francés Franck Gaudichaud se ha entronizado como uno de los más asiduos estudiosos de los sectores populares durante la UP, cuyo interés tiene su origen en una tesis sobre los llamados “cordones industriales” – una forma de auto-organización obrera que tuvo una sorprendente expansión territorial a partir de 197217. Al explorar la manera cómo, en respuesta a las huelgas de los gremios empresariales, algunos trabajadores optaron por emprender una ola de tomas de fábricas y reactivar el aparato productivo bajo control obrero, esta tesis esclarece una faceta de la “revolución desde abajo”, otorgando a los cordones industriales una “historicidad propia”18. Así, estas entidades son examinadas a través de su “dinámica propia que, sin estar aislada del campo político, fue a veces ejercida en autonomía, o incluso en contradicción con esta última”19.

  • 20 Ángel Redondo, Jesús Ángel, “Las tomas de fundos en la provincia de Cautín (Chile), 1967-1973”, Cu (...)

13Los diversos mecanismos de movilización popular no solo brotaron en las ciudades. Un grupo de historiadores aborda crecientemente los conflictos en zonas campesinas, donde las “tomas de fundos” y “corridas de cerco” (estrategia que consiste en desplazar ilegalmente las barreras que delimitaban los terrenos agrícolas) constituyeron iniciativas recurrentes por parte de una tipología heterogénea de sujetos populares (como obreros organizados, pobladores, trabajadores forestales, comunidades mapuches, entre otros) con el fin de expresar reivindicaciones comunitarias. A veces al amparo de organizaciones (particularmente el MIR y sectores radicalizados del PSCh), otras de manera autónoma, estas acciones de movilización social adquirieron una dimensión profundamente política en la medida en que formulaban un reclamo histórico por la recuperación o acceso a la tierra para, en último término, “acelerar” la reforma agraria programada por el gobierno20.

  • 21 Correa, Martín, Molina, Raúl, y Yañez, Nancy, La reforma agraria y las tierras mapuches: Chile 196 (...)
  • 22 Durán Cid, Daniela, “De la Réforme Agraire à la Loi Indienne de 1972. Le peuple mapuche et l’Uni (...)
  • 23 Órdenes, Mathias, “Conflicto mapuche-campesino en la Araucanía. Un análisis a partir de la estruct (...)
  • 24 Ibid.

14Una bibliografía relativamente amplia se ha esmerado en adentrarse en la articulación entre la lucha histórica del pueblo mapuche y el programa de la UP que prometía justamente satisfacer parte de las reivindicaciones indígenas21. Estos estudios han mostrado cómo las organizaciones mapuches de la región de la Araucanía lograron instalar sus luchas históricas como pilar esencial de la reforma, y ello incluso antes de que la ascensión de un “gobierno popular” acelerara la movilización22. Los sectores campesinos, mapuches o no, conscientes de la apertura de una “estructura de oportunidades políticas”23, agudizaron la agitación social, particularmente mediante tomas, presión que finalmente instigó la promulgación de la Ley n°17729 en 1972 que reconocía oficialmente la legitimidad del conflicto histórico por la recuperación de las tierras mapuches24.

  • 25 Menos se ha escrito sobre la movilización de los trabajadores rurales no indígenas. Enfocando su a (...)

15El “problema mapuche” durante la UP ha levantado un rico debate sobre la autonomía de las comunidades indígenas respecto a las organizaciones políticas que hicieron de este asunto una prioridad. Mientras que algunos autores tienden a sobredimensionar el rol del MCR mirista en la progresiva movilización de los indígenas, otros optan por anteponer la capacidad de auto-organización de los mapuches, refrendada por una larga historia de luchas y reivindicaciones. Esta última perspectiva, que en años recientes ha aunado el mayor número de adherentes, vuelve a confirmar que, paralelamente a las reformas impulsadas por la clase política, el activismo social “desde abajo” se desenvolvió de manera paralela al gobierno, encontrando en Allende un buen aliado, mas no el adalid de sus demandas25.

16El enfoque reciente en las zonas rurales del sur de Chile, agitados escenarios de “poder popular”, desmiente una concepción anclada del marxismo-leninismo ortodoxo que suele identificar el proletariado urbano como el agente revolucionario por excelencia. La lista parcial de estudios citados subraya, por el contrario, el agency (margen de maniobra) de estos actores largamente eclipsados, capaces de proponer sus propias miradas sobre la forma que debía adquirir la revolución. Las perspectivas de historia social que hemos reseñado tienen el mérito de complejizar la representación clásica de un escenario político fracturado en “tres tercios”, revelando las complejas facetas de una izquierda que está lejos de ser monolítica, todo lo cual nos invita a reevaluar las particiones convencionales de la historia institucional.

17De la misma manera en que conviene desmantelar la idea de unidad total para referirnos a la articulación entre la UP y los movimientos sociales, sería útil también profundizar las fluctuaciones y variantes que atravesaron otros sectores políticos. Los relatos y representaciones de la oposición a la “vía chilena” (de centro, de derecha y de extrema derecha; conservadores, democratacristianas, eclesiásticos, etc.) tienden a ver en la confluencia de estos sectores una gran reacción mancomunada que – alentada por la Casa Blanca – formó un “frente” unido con el propósito de derrocar a Allende. También aquí, las dinámicas fueron más complejas.

Más allá de la Guerra Fría: La dimensión interamericana de la UP

  • 26 Formulación usada en el primer comunicado de la Junta Militar después del Golpe de Estado del 11 d (...)

18Otro ámbito en donde por largo tiempo perduró una visión binaria, modelada por la percepción de la Guerra Fría entendida como un bipolarismo Este-Oeste, es el de la historia de las relaciones internacionales durante el gobierno de Allende. Desde cerca de una década, una sucesión de publicaciones, nutridas de fuentes primarias antes inaccesibles, ha logrado otorgar una imagen más compleja de la geopolítica que se desplegó en tiempos de la UP. La propaganda de la dictadura militar, necesitada de un relato fundador y de una matriz legitimadora, buscó desde un inicio exagerar la “penetración” del marxismo soviético (y cubano), presentando el “campo socialista” como un frente único y “maligno” que conspiraba para empujar a Allende a instalar “un yugo marxista”26.

  • 27 Por ejemplo, el número especial coordinado por Faure, Justine y Kott, Sandrine, “Le bloc de l’Est (...)
  • 28 Precisemos que Allende utilizó la expresión “hermano mayor” para referirse a la URSS, pero lo hizo (...)

19La idea de dos bloques antagónicos e impermeables para caracterizar la Guerra Fría ha sido convincentemente puesta en entredicho desde finales de los años 199027. En esta línea, querer concebir la diplomacia del gobierno de Allende como la evidencia de una inserción en el “campo del Este”, liderado por la URSS (con la ayuda, en América Latina, de la Cuba castrista), proviene de una doble confusión: la de entender a los países socialistas como una sola comunidad uniforme y la de circunscribir los contornos de la política exterior de Allende a una mera adherencia al “hermano mayor” soviético28.

  • 29 Harmer, Tanya, Allende’s Chile and the Inter-American Cold War, Chapel Hill, University of North C (...)
  • 30 Véase también: Burns, Mila, “Dictatorship Across Borders: the Brazilian Influence on the Overthrow (...)

20La ausencia de fuentes de archivo y las pasiones políticas derivaron en una tendencia a sobredimensionar la injerencia de las dos grandes potencias, confinando a los protagonistas locales a un rol de “cómplices” de un designio universal. Afortunadamente, las perspectivas de historia transnacional, fecundas en los últimos 15 años, se han traducido en una reevaluación en este ámbito. La británica Tanya Harmer publicó en el 2011 Allende’s Chile and the Inter-American Cold War, una invitación a emanciparnos de la polaridad dual socialismo-capitalismo para sumergirnos en las dinámicas “interamericanas” que condicionaron el desenvolvimiento de la UP.29 El gran mérito de este trabajo es de haber contrabalanceado el rígido esquema Este-Oeste mediante evidencias que dan cuenta de un escenario en el cual se desenvolvió una trama regional no siempre plenamente compatible con la ambición de los “dos grandes”. Mientras que Harmer distingue las prioridades respecto a la UP de la Revolución Cubana y de la URSS, la autora subraya igualmente el rol – hasta ahora poco estudiado – de Brasil. La animadversión de los dictadores brasileños se tradujo en una política para obstaculizar la consolidación del proyecto allendista y evitar así un eventual “efecto dominó”. Harmer revela que la decisión de Brasil de inmiscuirse en los asuntos chilenos obedeció a una voluntad temprana y autónoma, en un momento en que los vínculos entre Brasilia y Washington no pasaban por su mejor momento30. La audaz demostración de que, en el tablero “interamericano”, Cuba y Brasil no actuaron como simples emisarios de las superpotencias – sino que excedieron a veces sus designios – conlleva a la refrescante conclusión de que debemos rescatar el protagonismo de los actores regionales.

  • 31 Los trabajos de Joaquín Fermandois fueron pioneros en este ámbito, aunque tienden a sobre dimensio (...)
  • 32 Varios trabajos han abordado el viaje de Fidel Castro a Chile y la polarización que la presencia d (...)
  • 33 Pérez Haristoy, Ricardo, Chile en los archivos del MINREX cubano (1960-1974), Santiago, Centro de (...)
  • 34 Pedemonte, Rafael, “The Meeting of Two Revolutionary Roads: Chilean-Cuban Interactions, 1959-1970” (...)
  • 35 Schmiedecke, Natalia, “Fraguando la unidad de dos estrellas solitarias. Relaciones políticas y cul (...)

21Respecto a la relación con la Cuba castrista, las nuevas aproximaciones desmienten la vieja visión conspirativa según la cual La Habana preparaba clandestinamente la instauración de un régimen marxista en Chile31. Si bien existen pruebas de que el gobierno cubano sugería “acelerar” la revolución y armar al pueblo, la “vía al socialismo” del líder de la UP difería de la de sus pares caribeños32. Los nuevos trabajos sobre este tema acentúan más bien los límites de la alianza chileno-cubana, así como las diferencias estratégicas entre ambas experiencias revolucionarias. Con un impresionante conjunto de fuentes cubanas, Ricardo Pérez confirma la existencia de divergencias en cuanto a la posibilidad de crear milicias populares y a la actitud a adoptar respecto a las Fuerzas Armadas33. La consulta de los archivos diplomáticas cubanos (MINREX) me ha permitido trazar los agitados debates sobre “vías revolucionarias” desde inicios de la década 1960, cuando ya se percibía, por parte de los cubanos, un evidente escepticismo respecto a la posibilidad de forjar una auténtica revolución por cauces instituciones34. Por su parte, Natalia Schmiedecke ha abordado las vinculaciones entre ambos países a través de su dimensión cultural, demostrando que, si bien la cooperación se intensificó, la cultura no permaneció al margen de las tensiones estratégicas35.

22La novedad de estos trabajos radica, por una parte, en que revelan la importancia del necesario rescate de la dimensión “interamericana”, mientras que, por otra, contribuyen a relativizar la noción de “bloque”. El acento puesto en las diferencias y en los debates chileno-cubanos nos permite redimir la originalidad y autonomía de la experiencia chilena. Si bien el modelo revolucionario de Cuba fue tomado en serio (así como también lo fue el ejemplo soviético), es imperioso no perder de vista la unicidad de la “vía chilena”, experiencia que se proyectó mundialmente sin ceder en su originalidad.

  • 36 Carolina Amaral, “Conexiones Chile-México: las visitas oficiales de los presidentes Allende y Ech (...)

23El estudio de la dimensión “interamericana” de la UP nos invita también a interrogarnos sobre la naturaleza y las prioridades de la política exterior del Chile de Allende. Los responsables diplomáticos debieron fraguarse un confuso camino en constante tensión entre un componente socialista y una sensibilidad “tercermundista”. La relación entre el gobierno chileno y el “campo socialista” no produjo la alianza natural con el “marxismo internacional” que gran parte de la oposición proyectaba. El propio Allende no siempre había sido incondicional a Moscú, criticando la invasión soviética a Hungría (1956) y el aplastamiento en 1968 de la Primavera de Praga. En cambio, la faceta “interamericana” de la diplomacia chilena nos invita a reconsiderar la supuesta adherencia de la UP al campo socialista, evidenciando interacciones que escapaban a la lógica Este-Oeste. Un coloquio en junio del 2023, consagrado a la “historia transnacional” de la UP, brindó una ocasión propicia para dilatar su dimensión interamericana. Carolina Amaral expuso una investigación sobre la visita que Allende efectuó en el México de Luis Echeverría (diciembre 1972), dos dirigentes en apariencia lejanos, pero que convergieron en una auto-atribuida identidad regional, “tercermundista” y no-alineada36.

  • 37 Cortés, Milton, “La política internacional de Salvador Allende hacia Bolivia” (1970-1973), Diálogo (...)
  • 38 Alburquerque, Javier, “No alineamiento, tercermundismo y seguridad en Perú: la política exterior d (...)

24En efecto, la insospechada afinidad de la “vía chilena” con la política exterior mexicana del presidente priista, o con los gobiernos del militar Juan Velasco Alvarado en Perú (1968-1975) y el efímero Juan José Torres en Bolivia (1970-1971)37, nos invita a rescatar una vertiente opacada de la diplomacia allendista – más orientada hacia el latino-americanismo, el no-alineamiento y el “tercermundismo” que a la ortodoxia pro-soviética que caracterizaba la línea del PCCh. En un contexto de emergencia de administraciones menos dóciles a las directrices de la Casa Blanca, la historiografía de la UP se enriquecería si examinara la ampliación de redes “interamericanas” como una expresión hemisférica de la adopción de un nuevo paradigma exterior38. La Moneda dio pruebas fehacientes de esta orientación durante el ciclo 1970-1973, por ejemplo, con el ingreso al Movimiento de Países No Alineados en 1971 o la organización de la tercera Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD) en 1972. Así, adherimos al llamado a balancear la presunta inserción de la “vía chilena” en el campo de los “socialismos reales” con la identidad latinoamericanista y anti-imperialista de su diplomacia.

  • 39 La conferencia se tituló: Along the Chilean Road: Darcy Ribeiro from “Guerrilla Illusions” to Soci (...)
  • 40 Ibid. Entre ellos, muchos brasileños. Festi, Ricardo, “Sociologues en exil: vie et mort d’une géné (...)

25De la misma manera, la identidad regional de la UP se vería enriquecida a través de iniciativas que exploren el exilio latinoamericano en el Chile de 1970-1973, una tierra de acogida para múltiples revolucionarios e intelectuales sometidos a la persecución en sus respectivos países. Así, un político brasileño como Darcy Ribeiro – caso estudiado por James Woodard en el coloquio ya citado39 – pudo evaluar su doctrina política a la luz de su experiencia de exilio en Santiago, mientras que Chile se transformaba en un importante “polo periférico del circuito universitario internacional”40. No pocos revolucionarios nicaragüenses se asentaron en Chile para escapar a la represión de la dictadura de Anastasio Somoza, entre los cuales se encontraba Jaime Wheelock, líder de una de las tres corrientes del Sandinismo que, años más tarde, tomaría el poder en Nicaragua. El efecto que las enseñanzas del Chile de Allende pudieron haber ejercido en la comunidad de exiliados regionales constituye una pista hasta ahora poco explorada, pero que debiera completar la singular configuración transnacional que se cristalizó durante los tres años de “vía chilena al socialismo”.

26A poco más de 50 años del Golpe de Estado de Pinochet, los progresos historiográficos para adentrarse de manera más sutil en los diversos matices de los “1.000 días” de Allende (“el drama, la derrota y la fiesta”) son incuestionables. Por largos años la inevitable crispación política post-golpe, sumada a la espectacularidad de la muerte de Allende el 11 de septiembre 1973, inspiró – como el presidente Boric lo planteara – narrativas binarias y relatos mitológicos, a menudo enfocado en los “grandes hombres” y en las estructuras institucionales. La distancia temporal y accesibilidad de nuevas fuentes han abierto rutas historiográficas que complejizan y expanden los factores que condicionaron el trance de los “1.000 días” de Allende. Mientras que la historia social ha recuperado la dinámica de una “revolución desde abajo”, desplegada en paralelo a las políticas oficiales, la óptica interamericana nos invita a cuestionar el modelo de la Guerra Fría; dos nuevos paradigmas que esbozan una visión más sutil de las complejas fuerzas desplegadas en Chile entre 1970 y 1973.

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Notes

1 Rocío Montes, “Crispado y sin consenso, Chile conmemora los 50 años del golpe de Estado de Pinochet” [en línea], El País, 11 de septiembre 2023. URL: https://elpais.com/chile/2023-09-11/chile-conmemora-los-50-anos-del-golpe-de-estado-de-pinochet-en-un-clima-de-gran-polarizacion-politica.html. Consultado el 16 de febrero 2024.

2 “Boric: En la izquierda debemos ser capaces de analizar la Unidad Popular no sólo desde lo mítico”, Cooperativa.cl, 4 de junio 2023 [en línea]. URL: https://cooperativa.cl/noticias/pais/presidente-boric/boric-en-la-izquierda-debemos-ser-capaces-de-analizar-la-unidad-popular/2023-06-04/221210.html. Consultado el 16 de febrero 2024.

3 Mansuy, Daniel, Salvador Allende. La izquierda chilena y la Unidad Popular, Santiago, Taurus, 2023.

4 Casals, Marcelo, “Puntos ciegos. Balance crítico de ‘Salvador Allende. La izquierda chilena y la Unidad Popular’, de Daniel Mansuy”, CIPER Chile, 28 de julio 2023, [en línea]. URL: https://www.ciperchile.cl/2023/07/28/puntos-ciegos-balance-critico-de-salvador-allende-la-izquierda-chilena-y-la-unidad-popular-de-daniel-mansuy/. Consultado el 16 de febrero 2024.

5 Lawner, Miguel, “Boric y el agravio cometido contra la memoria histórica”, El Clarín, 16 de junio 2023, [en línea]. URL: Consultado el 25 de marzo 2024.

6 Pinto, Julio, “Presentación”, in Julio Pinto (ed.), Cuando hicimos historia. La experiencia de la Unidad Popular, Santiago, LOM Ediciones, 2005, p. 5-8.

7 Gaudichaud, Franck, “A 40 años del Golpe. Historiografía crítica y pistas de investigación para (re)pensar la Unidad Popular”, Tiempo Histórico, n° 6, 2013, p. 63-79.

8 Palieraki, Eugenia, Morra, Marco, Pedemonte, Rafael, “La Unidad Popular chilena (1970-1973): balance historiográfico y nuevas perspectivas trasnacionales”, Historia Crítica, n° 90, 2023, p. 5-10.

9 Véase los trabajos recientes de: Corvalán Márquez, Luis, Los partidos políticos y el golpe del 11 de septiembre. Contribución al estudio del contexto histórico, Santiago, USACH, 2016; Fermandois, Joaquín, La revolución inconclusa: la izquierda chilena y el gobierno de la Unidad Popular, Santiago, Centro de Estudios Públicos, 2013. Es importante valorar el ingente trabajo de: Magasich, Jorge, Historia de la Unidad Popular, cuatro volúmenes, Santiago, LOM, 2020-2023.

10 Muchos se enfocan en los debates políticos que agriaron la política chilena entre 1970 y 1973, en particular en las divisiones al interior de la izquierda. El propio Joan Garcés, citado por el presidente Boric, es uno de los representantes de esta “historia institucional”: Garcés, Joan, El Estado y los problemas tácticos en el gobierno de Allende, Madrid, Siglo XXI, 2018 (la primera edición data de 1974).

11 Se ha escrito mucho menos sobre las organizaciones sociales de centro y de derecha – así como sobre otros movimientos organizados fundados en la pertenencia religiosa –, todos los cuales hemos deliberadamente omitido por falta de espacio. Sin embargo, creemos necesario mencionar la investigación de Margaret Power sobre la mujer de derecha y su influyente “lucha” contra la UP, muchas de las cuales conformaron Poder Femenino, la principal organización de mujeres de oposición a Allende. La relevancia de este libro se ancla en el hecho de que, al apartarse del paradigma tradicional que solo vincula a los movimientos sociales con sectores populares, la estadounidense logra llenar un importante vacío historiográfico. Power, Margaret, La mujer de derecha: el poder femenino y la lucha contra Salvador Allende, 1964-1973, Santiago, Centro de Investigaciones Diego Barros Arana, 2009. Otra otra clave y reciente sobre organizaciones sociales de clase media antes y después de 1973 es: Casals Marcelo, Contrarrevolución, colaboracionismo y protesta. La clase media chilena y la dictadura militar, Santiago, FCE, 2023.

12 Por ejemplo: Moulián, Luis, “Balance historiográfico sobre los treinta años de la historia chilena”, in Luis Vitale (ed.), Para recuperar la memoria histórica: Freí, Allende, Pinochet, Santiago, Ediciones Chile-América, CESOC, 1999, p. 96-97.

13 Cancino Troncoso, La problemática del poder popular en el proceso de la vía chilena al socialismo 1970-1973, Dinamarca, Aarhus University Press, 1988.

14 Cárcamo Hernández, Ovidio, “Movimiento Campesino Revolucionario y Consejos Comunales Campesinos de base. Una experiencia de Poder Popular en Chile”, Desacatos, n° 52, 2016, p. 94-111.

15 Gaudichaud, Franck, Poder popular y cordones Industriales. Testimonios sobre el movimiento popular urbano. 1970-1973, Santiago, LOM Ediciones, 2004; Stillerman, Joël, “‘No estábamos preparados’: trabajadores chilenos recuerdan la Unidad Popular”, Alameda, n° 1, 1997, p. 59-66.

16 Garcés, Mario, “Construyendo ‘las poblaciones’: El movimiento de pobladores durante la Unidad Popular”, Julio Pinto (ed.), Cuando hicimos historia. La experiencia de la Unidad Popular, Santiago, LOM, 2005, p. 73-77. También: Garcés, Mario, Tomando su sitio. El movimiento de pobladores de Santiago, 1957-1970, Santiago, LOM, 2013.

17 Gaudichaud, Franck, Découvrir la révolution chilienne (1970-1973), Paris, Les éditions sociales, 2023, p. 162.

18 Garcés, Mario y Leiva, Sebastián, Perspectivas de análisis de la Unidad Popular: opciones y omisiones (informe de avance octubre 2004), Santiago, ARCIS, 2004, p. 15.

19 La tesis fue reescrita y completada, dando lugar a un libro importante accesible en línea: Gaudichaud, Franck, Chili 1970-1973: Mille jours qui ébranlèrent le monde. Nouvelle édition, Rennes, Presses universitaires de Rennes, 2013, [en línea]. URL: http://books.openedition.org/pur/42504. Consultado el 26 de febrero 2024. página de la cita?

20 Ángel Redondo, Jesús Ángel, “Las tomas de fundos en la provincia de Cautín (Chile), 1967-1973”, Cuadernos de Historia, n° 42, 2015, [en línea]. URL: https://www.scielo.cl/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0719-12432015000100006. Consultado el 5 de marzo 2024.

21 Correa, Martín, Molina, Raúl, y Yañez, Nancy, La reforma agraria y las tierras mapuches: Chile 1962-1975, Santiago, LOM, 2005; Redondo, Jesús, Tierra, trabajo y libertad. Conflictos campesinos e indígenas en la provincia de Cautín (1967‐1973), Santiago, LOM, 2017; Mallon, Florencia, Courage tastes of blood. The Mapuche community of Nicolás Ailío and the Chilean state, 1906-2001, Durham, Duke University Press, 2005; Órdenes, Mathias, “Conflicto mapuche-campesino en la Araucanía. Un análisis a partir de la estructura de oportunidades políticas (EOP). 1967-1973”, Revista Izquierdas, n° 26, 2016, p. 126-163; Le Bonniec, Fabien, “La participación de las comunidades mapuche-huilliche en el proceso de la Reforma Agraria en la Provincia de Valdivia (1970-1973)”, Revista Austral De Ciencias Sociales, n° 24, 2017, p. 27-49, [en línea]. URL: http://revistas.uach.cl/index.php/racs/article/view/927. Consultado el 13 de marzo 2024.

22 Durán Cid, Daniela, “De la Réforme Agraire à la Loi Indienne de 1972. Le peuple mapuche et l’Unité Populaire (Chili, 1970-1973)”, Nuevo Mundo Mundos Nuevos, 2020, [en línea]. URL: https://journals.openedition.org/nuevomundo/82528. Consultado el 12 de marzo 2024. Es justo señalar que los estudios sobre la agitación social en las zonas campesinas del sur de Chile han brindado contribuciones importantes desde incluso antes del Golpe de Estado: Gall, Norman, The Agrarian Revolt in Cautín, Hanover, American Universities Field Staff, 1972; Klein, Emilio, Conflict between Rural Workers and Landowners in Central Chile, tesis de doctorado, Brighton, University of Sussex, 1973; Berdichewsky, Bernardo, Reducciones araucanas y su incorporación en el modo de producción capitalista, Lima, Universidad Nacional Mayor de San Marcos, 1977.

23 Órdenes, Mathias, “Conflicto mapuche-campesino en la Araucanía. Un análisis a partir de la estructura de oportunidades políticas (EOP). 1967-1973”, Revista Izquierdas, n° 26, 2016. p. 126-163.

24 Ibid.

25 Menos se ha escrito sobre la movilización de los trabajadores rurales no indígenas. Enfocando su análisis en la movilización de los trabajadores forestales de la comuna de Panguipulli, Claudio Robles observa cómo la multiplicación de las tomas de fundos constituyó un poderoso mecanismo de contestación de la política estatal. Robles, Claudio, “Revolution from below in Panguipulli: Agrarian reform and political conflict under the Popular Unity in Chile”, Journal of Agrarian Chance, vol. 18, n° 3, 2018, p. 606-631.

26 Formulación usada en el primer comunicado de la Junta Militar después del Golpe de Estado del 11 de septiembre 1973. El Mercurio, 13 de septiembre 1973, p. 3.

27 Por ejemplo, el número especial coordinado por Faure, Justine y Kott, Sandrine, “Le bloc de l’Est en question”, Vingtième siècle. Revue d’histoire, vol. 1, n° 109, 2011.

28 Precisemos que Allende utilizó la expresión “hermano mayor” para referirse a la URSS, pero lo hizo en un marco estratégico preciso, en medio de un viaje a Moscú, y con la expresa intención de convencer a sus interlocutores de brindarle una ayuda económica decisiva para hacer frente a la hostilidad interna. Pedemonte, Rafael, Guerra por las ideas en América Latina, Santiago, Editorial de la Universidad Alberto Hurtado, 2020, p. 164.

29 Harmer, Tanya, Allende’s Chile and the Inter-American Cold War, Chapel Hill, University of North Carolina Press, 2011. El libro de Harmer fue traducido al castellano en el 2013. Véase también el artículo: Harmer, Tanya, “Chile y la Guerra Fría interamericana, 1970-1973”, en Alferdo Riquelme y Tanya Harmer (eds), Chile y la Guerra Fría global, Santiago, RIL Editores, 2014.

30 Véase también: Burns, Mila, “Dictatorship Across Borders: the Brazilian Influence on the Overthrow of Salvador Allende”, Estudios de Seguridad y Defensa, n° 3, 2014, p. 165-187; Harmer, Tanya, “Brazil’s Cold War in the Southern Cone, 1970-1975”, Cold War History, vol. 12, n° 4, 2012, p. 659-681.

31 Los trabajos de Joaquín Fermandois fueron pioneros en este ámbito, aunque tienden a sobre dimensionar la “penetración” de La Habana. Fermandois, Joaquín, Chile y el mundo, 1970-1973: la política exterior del gobierno de la Unidad Popular y el sistema internacional, Santiago, Ediciones de la Universidad Católica de Chile, 1985; Fermandois, Joaquín, “Chile y la ‘cuestión cubana’ entre 1959 y 1964”, Historia, vol. 17, n° 1, 1982, p. 113-200.

32 Varios trabajos han abordado el viaje de Fidel Castro a Chile y la polarización que la presencia del líder cubano suscitó. Destaquemos: Rodríguez, Daniel, “La visita de Fidel Castro a Chile: Antecedentes y desarrollo del encuentro entre dos caminos diferenciados hacia la revolución y el socialismo”, Historia Actual Online, n° 62, 2023, p. 145-160.

33 Pérez Haristoy, Ricardo, Chile en los archivos del MINREX cubano (1960-1974), Santiago, Centro de Investigaciones Diego Barros Arana, 2019. Su tesis doctoral fue defendida este año: Ricardo Pérez Haristoy, “Chile y Cuba durante la Unidad Popular (1970-1973), un caso de historia conectada: diplomacia cultural y solidaridad”, Tesis para acceder a título de Doctor en Historia, Santiago, Pontificia Universidad Católica de Chile, 2024.

34 Pedemonte, Rafael, “The Meeting of Two Revolutionary Roads: Chilean-Cuban Interactions, 1959-1970”, Hispanic American Historical Review, vol. 99, n° 2, 2019, p. 275-302; Pedemonte, Rafael, “La Revolución Cubana de cara al desafío ideológico de la ‘vía chilena al socialismo’”, Revista de Indias, vol. 82, n° 286, 2022, p. 859-892.

35 Schmiedecke, Natalia, “Fraguando la unidad de dos estrellas solitarias. Relaciones políticas y culturales entre Chile y Cuba durante la Unidad Popular”, Iberoamericana, vol. 21, n° 78, 2021, p. 153-176.

36 Carolina Amaral, “Conexiones Chile-México: las visitas oficiales de los presidentes Allende y Echeverría”, coloquio internacional: “Chile 1970-1973 en clave trasnacional. De la ‘vía chilena al socialismo’ a la dictadura militar”, Paris, 6-7 de junio 2023.

37 Cortés, Milton, “La política internacional de Salvador Allende hacia Bolivia” (1970-1973), Diálogo Andino, n° 64, 2021, p. 269-278.

38 Alburquerque, Javier, “No alineamiento, tercermundismo y seguridad en Perú: la política exterior del gobierno de Juan Velasco Alvarado (1968-1980)”, América Latina Hoy, n° 75, 2017, p. 149-166.

39 La conferencia se tituló: Along the Chilean Road: Darcy Ribeiro from “Guerrilla Illusions” to Socialismo Moreno”.

40 Ibid. Entre ellos, muchos brasileños. Festi, Ricardo, “Sociologues en exil: vie et mort d’une génération d’intellectuels”, Brésil(s), n° 22, 2022, [en línea]. URL: https://journals.openedition.org/bresils/13854?lang=pt#quotation. Consultado el 19 de marzo 2024.

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Pour citer cet article

Référence électronique

Rafael Pedemonte, « Dos nuevos paradigmas para renovar la historia de la Unidad Popular (1970-1973): la “revolución desde abajo” y la dimensión “inter-americana” »Nuevo Mundo Mundos Nuevos [En ligne], Comptes rendus et essais historiographiques, mis en ligne le 14 octobre 2024, consulté le 16 novembre 2025. URL : http://journals.openedition.org/nuevomundo/97712 ; DOI : https://doi.org/10.4000/12ho5

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Auteur

Rafael Pedemonte

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